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martes, julio 31, 2007

Jalisco: Sepulcros blanqueados

Jalisco: Sepulcros blanqueados
Álvaro delgado México, DF, 30 de julio (apro).-

Emilio González
Foto: diego blanco


Hace una semana, entre el domingo 22 y la madrugada del lunes 23 de julio, una tromba se abatió sobre el área metropolitana de Guadalajara, Jalisco, cuyas inundaciones --ya habituales cada año-- cobraron siete muertos. Apenas ayer, en otra agresiva tormenta, un niño de 10 años pereció, arrastrado por la furia de las corrientes.

Si a Felipe Calderón, tan obnubilado en su reyerta contra los habitantes de la Ciudad de México --encubierta en una falsa preocupación por su bienestar hidráulico-- no le importó, ni le importa, al gobernador panista Emilio González Márquez tampoco.

La divisa de ambos, al fin ramas del mismo tronco partidista, es clara: Si los muertos no dan réditos económicos o electorales --como los de Pasta de Conchos durante la campaña--, poco valen y se echan al olvido.

La gravedad de la tragedia en el área metropolitana de Guadalajara, por la pérdida de ocho vidas humanas y la destrucción del patrimonio de miles de personas, requería acciones urgentes y decididas por parte de los tres niveles de gobierno --cuyo origen partidista es el mismo--, o al menos de la compasión cristiana de la que tanto se ufana el gobernador y por la que, junto con su gabinete, toma cursos de la Biblia en la Casa Jalisco.

Pero resulta que Calderón envió, hasta el miércoles 25, apenas un “mensaje de solidaridad” a las víctimas y González Márquez aclaró que no habrá siquiera alivio para muchos de quienes perdieron literalmente todo: no hay dinero.

Y no lo hay por una razón muy sencilla: el gobernador le regaló a Televisa 67 millones de pesos del presupuesto estatal para ese acto de lucimiento propagandístico denominado “Espacio 2007”, ya le dio otros 15 millones para edificar un CRIT y comprometió, para el próximo año, otros 30 millones para el mismo fin.

No hay, pues, con qué ayudar a los deudos de los ocho muertos ni a los damnificados por las inundaciones ocasionadas, en buena medida, por la voracidad de fraccionadores que han lastimado seriamente el cauce natural de los ríos y los vasos reguladores de una amplia zona.

Tal anarquía sólo ha arrojado financiamiento para las campañas de políticos como González Márquez, Francisco Ramírez Acuña y Felipe Calderón, o Ernesto Ramírez Godoy, un personaje vinculado a trasmano con los desarrollos inmobiliarios de El Ahogado, en el municipio conurbado de Tlajomulco de Zúñiga.

Pero si las finanzas estatales están flacas por la generosidad de González Márquez para pactar desde ahora con Televisa el impulso de sus ambiciones para ser presidente de México en el 2012 --es en serio--, no menos enclenques son, en realidad, sus valores cristianos de los que tanto alardea.

Se supone que para eso es el curso que, con recursos públicos y en horario hábil, toman González Márquez y miembros de su gabinete --junto con sus esposas--, en la Casa Jalisco. El mismo lo dijo: “Prefiero tener un funcionario público con principios y valores morales que uno con capacidad técnica que no tenga estos principios y estos valores.”

Tal devoción ha sido la constante en este iluminado de Lagos de Moreno, que al iniciar su campaña por la gubernatura proclamó: “Soy católico, por eso no robo, por eso no engaño (...) No soy ladrón, yo no soy narco, yo no soy maricón. De otras cosas podré tener un poquito, pero de eso no.”

El alma impía de González Márquez arrojó, al menos, un acto de virtud: Recorrió una porción de las zonas dañadas por las inundaciones y, luego, se sumó al grueso contingente de la alta burocracia jalisciense para viajar a Río de Janeiro, Brasil, para tomar la estafeta de los Juegos Panamericanos que se celebrarán en Guadalajara.

Se hizo acompañar de ocho altos funcionarios estatales, ocho de Guadalajara y ocho diputados locales; éstos sí, de todos los partidos. ¿Lo pagaron de su bolsillo? Claro que no, fue con cargo al erario, que no alcanza para auxiliar a los deudos de ocho personas muertas y a otras víctimas de la furia de la naturaleza.

Vale recordar lo que dicen las Sagradas Escrituras, específicamente Mateo 23.27: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas… sepulcros pintados… aparecen exteriormente como hombres religiosos, pero en su interior están llenos de hipocresía y de maldad!”

Apuntes

El domingo 5 los ciudadanos de Baja California decidirán si votan por más de lo peor: el PAN --no su candidato-- o Jorge Hank, un personaje siniestro que no se entiende sin casi dos décadas de hegemonía de ese partido en el estado. Sólo la corrupción, la impunidad y el envilecimiento de la vida política, que jamás desmontaron los panistas, hacen que triunfe alguien como Hank. Ya les ganó y no basta identificarlo como “un peligro para México” para que lo vuelva a hacer. Germán Martínez, actual miembro del gabinete de Calderón, declaró al ganar Hank Tijuana, en el 2004: “Es muy grave que un hampón, un asesino vaya a gobernar Tijuana. El PAN tendrá que revisar por qué dejó pasar a un candidato de esa calaña, del tamaño de un asesino como Jorge Hank Rhon.” Un periodista le preguntó: “Finalmente la gente votó por ese hombre asesino. ¿Qué mensaje está dando también la ciudadanía al aceptar como candidato a alguien así? ¿Qué están dando los partidos para que lo acepten?” Y Martínez respondió: “Por eso yo digo que hay que pedir perdón a la ciudadanía de Tijuana.” Pero los panistas no pidieron jamás perdón a los bajacalifornianos. Y ahora lo tendrán que pedir, también, a todo México. Gane o no gane...

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

Y EL SEÑOR, EL ESCRITOR CARLOS MONTEMAYOR ESCRIBE...

Carlos Montemayor

Notas sobre nahuatlismos

Nana. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) registra dos entradas de la palabra; a la primera la considera sólo española y a la segunda de origen quechua, "dolor", de la que deriva también la acepción "achaques, especialmente los de la vejez", de uso en Argentina, Paraguay y Uruguay. En cuanto a la primera entrada de nana, el DRAE la considera voz infantil, y consigna como americanismos la cuarta y quinta acepciones: "niñera" y "nodriza". Califica la tercera acepción, "abuela", como coloquial, y la séptima, que es "madre", como antigua. En ningún caso el DRAE sugiere la posibilidad de una coincidencia, homofonía o superposición de una voz náhuatl.

Juan Corominas también omite esta posibilidad, al analizar el vocablo, pero acepta, en cambio, como de origen quechua, en Ecuador, ñuño, ñuñu, "nodriza", y en Chile y el norte de Argentina, ñaña, "hermana mayor", y subraya: "y bien puede ser que corra en quechua y aun sea antiguo en este idioma, sin que ello constituya prueba decisiva de que no se formó también en castellano". Para fundamentar este argumento, remite a su análisis sobre tata (véase tata en este mismo artículo).

Pues bien, Fray Alonso de Molina registra la voz náhuatl nantli como madre, y Fray Bernardino de Sahagún refiere que los nahuas llamaban Tonantzin (es decir, Nuestra madrecita) a la "madre de los dioses" y que después aplicaron el mismo nombre a la virgen de Guadalupe, por lo cual infiere que seguían adorando a la antigua Tonantzin. Sahagún registra nantlalli como "tierra madre", de tlalli, tierra, y nantli, madre. Molina incluye nanyotl, como "matriz" (también significa "maternidad", agregó Rémi Siméon). Al igual que con tahtli, se forma el familiar tatahtli, de cuyo acortamiento proviene tata, del familiar de nantli, nanahtli, se forma nana.

Cecilio Robelo también la considera voz infantil por la repetición de la sílaba inicial de nantli, común en los niños que aprenden a hablar. Nana, como nahuatlismo, deriva, pues, de nanahtli, familiar de nantli, y significa, primordialmente, "madre", por extensión, "abuela" y, en ciertos estratos sociales, "nodriza".

Como en el caso de tata, se le emplea además como trato de respeto a una señora, el equivalente de "doña" (para decir doña Luz o nana Luz), para indicar que se trata de una mujer de edad o con hijos, y también para reconocerle autoridad moral. Los otros sentidos de la palabra que registra el DRAE, como canción de cuna, saco con capucha o empleada doméstica, son desconocidos en México porque, precisamente, no derivan de la voz náhuatl.

Tata. El nahuatlismo tata se ha incorporado a otras lenguas de México, particularmente con el sentido de señor o con el sentido de respeto, que en español equivaldría a don, para decir don José o tata José. La voz tata, del náhuatl tahtli, padre, significa, además, "abuelo" y, por extensión, autoridad moral de una persona de edad.

Se registra esta voz en el DRAE como proveniente del latín tata, que en Varrón y Marcial significó "padre" y, también en Marcial y en inscripciones, "ayo" y "maestro". Hay coincidencia en el significado primario entre el latín tata y el nahuatlismo tata. Pero el uso y las diversas acepciones en México no derivan del latín, sino del náhuatl tahtli, del que se forma el familiar tatahtli, de cuyo acortamiento proviene tata, como del familiar de nantli, nanahtli, se forma nana.

Sorprende que en numerosos casos Juan Corominas pase por alto la evidente presencia del náhuatl en el español de México, pero con este vocablo la sorpresa es mayor, pues no lo incluye al menos al margen del largo listado que presenta a partir del "cruce" del vasco aita y del latín tata (para formar taita, "tan antiguo y general en España como tata" dice él) donde muestra formas semejantes del inglés, mozárabe, árabe, griego, eslavo, gótico, turco y húngaro, pero no del náhuatl, que es la razón del uso de tata en México.

Estos fenómenos de concurrencia o de cruce, que se ven como naturales en Europa, no quieren verse también como procesos naturales en América con las lenguas indígenas, y pareciera que los lingüistas españoles consideran esa posibilidad como equivalente a una invasión o contaminación léxica y emplearon a fondo todos los recursos, aun los de la indiferencia u olvido, para asegurar una especie de limpieza de sangre del español en América.

La cultura es un caudal que nutre territorios e identidades de pueblos. Los matices y acepciones de la voz tata que surgen de una cultura indígena, no sólo antigua sino actual, sentidos que a principios del siglo XXI seguimos conservando la población de habla náhuatl y los que hablamos el español de México, no pueden dejarse de lado si no se busca alterar, como decía Marcos A. Morínigo (en otro contexto, por supuesto), la realidad lingüística.

HOY EN ASTILLERO JULIO ABRE EL EXPEDIENTE DE TRAPACERÍAS CHUCHISTAS

Astillero

Julio Hernández López

Cartas zurdas

Testimonios y críticas

Fraude y oportunismo

Hoy se dará paso a una selección de cartas que por Internet han enviado algunos lectores-tecleadores en relación con los vicios y trampas de la izquierda electoral mexicana. Es una muestra en la que no parece haber zona de esos cuerpos partidistas sin afectaciones graves. Todo es botín, todo es negociable, es decir, sujeto de vendimia. Son más las referencias a la corriente de Los Chuchos, pero las prácticas pervertidas afectan en general a una clase política ''de izquierda'', en todas sus vertientes grupales. En uno de sus momentos más críticos, luego del fraude electoral de 2006, e incapaz de remontar la etapa posterior a los comicios con inteligencia, buena elaboración teórica y trabajo real de base, esa elite de la izquierda comicial ni siquiera atina a dibujar un gesto instintivo de supervivencia apostando a la discusión profunda y honesta y buscando una restructuración genuina. La estructura formal de las opciones ''progresistas'' está secuestrada por vividores de la política que cierran caminos, cancelan opciones, bloquean sangre nueva y rechazan opciones electorales o directivas con expectativas exitosas si no pertenecen a sus camarillas. En fin: este día, un ramillete de astillas regionales zurdas.

Así, Moisés Barrón (moybarron@prodigy.net.mx) dice que es perredista de muchos años y que el columnista ''se queda corto'' al referir la forma como Nueva Izquierda operó para llenar urnas en el estado de México. ''En mi municipio los integrantes del servicio electoral fueron puestos por el comité estatal, que tiene mayoría de Los Chuchos. Bueno, como los miembros de ese servicio recibieron la paquetería un día antes, empezaron a llenar las urnas antes de instalarlas; algunas las colocaron en lugares diferentes, ya con la mitad de votos hechos; otras las pusieron ya tarde, para confundir a los pocos que querían votar; algunas más las ubicaron en casas de sus conocidos, y de risa, metían la urna a la casa y la llenaban y la volvían a sacar; otras de plano las instalaron y, al no ver votantes, las llenaron a diestra y siniestra con descaro total, porque ellos eran funcionarios y representantes. En mi sección hubo 22 votantes en todo el día, y eso porque les dieron pescado y despensa, pero en el conteo municipal aparecieron 675 votos para la planilla uno''.

Por su parte, Ricardo Aguilar (ag_card@hotmail.com) asegura que en Nuevo León el Partido del Trabajo (miembro del Frente Amplio Progresista) practica otra forma de colaboracionismo mediante ''el emporio de los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis), que son manejados por Alberto Anaya y su esposa María Guadalupe Rodríguez''. Mediante tales centros, afirma el lector, ''reciben millones de pesos para manejarlos discrecionalmente, con todas las lacras del patrimonialismo familiar donde el nepotismo, el autoritarismo y la corrupción mantienen cautivos en el abuso y la explotación
a cientos de trabajadores a quienes les exigen tributo clientelar político, tal como Los Chuchos en el PRD (...) Son gente que no tiene escrúpulos y que lo mismo les da participar en las asambleas de la Convención Nacional Democrática, renegando del espurio, que aparecer luego, sonrientes y zalameros, recibiendo reconocimientos de Calderón por sus Cendis, como sucedió hace dos meses. Hoy están iniciando en el estado el proceso de alianza con el PRI, rumbo a los comicios estatales de 2009, dizque para detener el avance de la derecha''. La esposa de Alberto Anaya ha ocupado cargos legislativos, como ha sucedido con hermanos y esposas de otros líderes partidistas, entre ellos los jesuses, Ortega y Zambrano.

Abel Hernández Guerrero (abelhgro@hotmail.com) menciona que en Guanajuato el control político del PRD lo tiene Nueva Izquierda, ''pero en general el partido da pena, salvo contados municipios que hacen trabajo cotidiano. Si hay ruptura, Nueva Izquierda se quedará con un enorme cascarón; afortunadamente, la izquierda no empieza ni termina en el Partido de la Revolución Demcrática''.

A su vez, Manuel E. Diaque (pelpork@prodigy.net.mx) critica que hasta ahora el tecleador se da cuenta de que Los Chuchos hacen trampas: ''Qué iluso eres. Todos los políticos hacen trampas. ¡Todos! ¿Pos qué no ves, güey? Pero tú sólo tienes ojos pa' unos cuantos tramposos, no para todos, salvo algunas tímidas críticas y/o alusiones para tu héroe Lopitos. El día que el famoso tecleador sea objetivo, ese día le podrán decir misa Los Chuchos, los perros o los políticos, pero él será respetado por honesto e imparcial. Pero lo veo muy lejos y sin los tamaños. Sólo le preocupa hacerla de Chapoy en contra de Calderón''.

Para Guadalupe Norzagaray (gnorza@gmail.com) reporta que ''en Sinaloa el PRD no pinta, y aun así existe la rapiña electoral. En Los Mochis le quitaron la candidatura a la presidencia municipal al doctor Antonio Davizón y se la dieron a Víctor Torres, un popular locutor-periodista de esa zona, sin esperar la resolución del PRD nacional ante el recurso que interpuso el primero por haber violado sus garantías. Y puras de esas... Y eso que no tienen posibilidades de gane, ¡qué tal si las tuvieran! Los dirigentes del sol azteca en el estado son una camarilla que desde que se fundó ese partido están allí; se pasan entre ellos los puestos del comité directivo estatal. Pero eso no es nuevo. En todos los partidos ocurre (...) Estoy terriblemente desilusionada del partido y de sus dirigentes; de todos, chuchos, amalios, bejaranistas, pejistas, todos. Lo que me duele es haber creído y que hayan sembrado en mí el rayito de esperanza''.

Pedro Peña recomienda leer la nota principal de ayer en Diario del Istmo, firmada por Adriana López, en la que se da cuenta de los problemas existentes en más de 20 municipios del estado de Veracruz, entre ellos Orizaba, Coatzacoalcos y Minatitlán, en los que el presidente del comité estatal del Partido de la Revolución Democrática, Rogelio Franco Castán, miembro también de Nueva Izquierda, impuso ''candidatos escogidos por él''. En Cuichapa, inclusive, el Comité Ejecutivo Nacional del sol azteca dio un mandato por escrito para que se registrara a cierto aspirante y el chuchista Franco anotó a otro.

Y, mientras el gobierno de Fe Lee Pong sigue haciéndose bolas con el asunto de los dólares del chino, ¡hasta mañana, con Kirchner de abogado de México en Caracas!

Fax: 56 05 20 99 * juliohdz@jornada.com.mx

CAMPAÑA OFICIAL DE LA PUERCA CARSTENS

Cartones - La Jornada

Cartones - La Jornada

BOLETÍN QUE NOS HICIERON LLEGAR LOS CAMARADAS DE ISA

Comento: Esta agencia de noticias trae a detalle información sobre las posturas del peje y las plazas que visita, recomendable para no perder detalle de sus giras, haz click en el enlace para que se suscriban a ISA y reciban las últimas en su correo electrónico. A darle pues que es mole de olla: Su compa el soviet





Ciudad de México, 31 de julio de 2007
Servicio informativo núm. 151

http://serviciodenoticiasisa.blogspot.com

Sumario:

I. Contrasta AMLO su Proyecto Alternativo de Nación con el proyecto entreguista de Calderón

II. Con recorridos por Tamaulipas, inicia López Obrador su octavo mes de giras

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CONTRASTA AMLO SU PROYECTO ALTERNATIVO DE NACIÓN CON EL PROYECTO ENTREGUISTA DE CALDERÓN

Como cada martes, esta madrugada, Andrés Manuel López Obrador, dirigió un mensaje televisivo a los mexicanos a través del programa de televisión “La verdad sea dicha”, un espacio comprado a TV Azteca, para que por el canal 13 y sus repetidoras se pueda escuchar la postura del gobierno legítimo de México ese día de todas las semanas a la 1 de la mañana, pues de otra forma se toparía con el cerco informativo que la mayoría de los grandes medios de comunicación han impuesto al movimiento lopezobradorista.

Para colaborar en su difusión, servicio de noticias ISA reproduce de manera escrita ese mensaje televisivo. Esta vez, en la emisión del 31 de julio, López Obrador ha explicado la profundidad de las diferencias entre el Proyecto Alternativo de Nación que él propugna y el del gobierno de facto de Felipe Calderón y la derecha. He aquí sus palabras.

Alguna gente nos pregunta, nos cuestiona —unos de mala fe y otros que ven las cosas de manera distinta pero que quisieran que el país saliera adelante y que lo más importante es México—, por qué nos rehusamos a un acuerdo con el gobierno de Calderón, con el gobierno usurpador.

Yo quiero explicar que nuestras diferencias no sólo tienen que ver con el fraude electoral. Desde luego fue agravio mayor el que se hayan robado la Presidencia, el que nos hayan robado la Presidencia de la República, pero también son proyectos distintos y contrapuestos de nación.

Nosotros no podemos prestarnos, aun haciendo a un lado la parte del agravio que significó el fraude, aceptando sin conceder —como dicen los abogados—, no podríamos nosotros contribuir o colaborar o participar en un proyecto que tiene como único propósito afectar los intereses de la mayoría de los mexicanos y entregar bienes nacionales a extranjeros.

Nosotros tenemos una propuesta distinta, nosotros no nos podemos prestar para que sigan —para decirlo coloquialmente— amolando, fregando a la mayoría de nuestro pueblo, como lo estamos viendo.

¿Cómo nosotros vamos a colaborar con un gobierno que, además de usurpador, está proponiendo la misma política económica que se viene aplicando desde la época de Salinas de Gortari, la misma agenda del Fondo Monetario Internacional: reforma laboral, reforma a las instituciones de seguridad social para perjudicar a los trabajadores; ahora la reforma fiscal, luego la reforma energética?

Aplicar una reforma fiscal, es decir, cobrar más impuestos, ésa es la pretensión, crear impuestos nuevos para afectar más al sector productivo, para afectar al trabajador, para afectar a la clase media, para afectar a pequeños y medianos empresarios.

Nadie sabe, por ejemplo, que en la propuesta que trae Calderón, el planteamiento es aumentar la gasolina, y si aumenta la gasolina y aumenta el disel, porque están pretendiendo las dos cosas, pues va aumentar todo; se va desatar, aún más, la carestía, se va a afectar más a la gente; esto no va a resultar absolutamente en nada.

¿Por qué nosotros vamos a contribuir a eso, a afectar a nuestro pueblo? Nosotros tenemos que jugar un papel distinto. Tenemos que organizarnos para transformar el país y aplicar un proyecto nuevo en lo económico, en lo político, en lo social, en lo cultural; una transformación de México.

¿Qué estaríamos nosotros haciendo a estas alturas? Ya construyendo tres refinerías que hacen falta; desde hace 24 años no se construye una nueva refinería en el país; es una política petrolera absurda vender petróleo crudo y comprar gasolina, estamos comprando 40% de la gasolina que necesitamos en el país, es como vender naranjas y comprar jugo.

¿Cuánto cuesta construir una refinería? 3 mil millones de dólares, o sea, en junio compramos gasolina al extranjero por mil 500 millones de dólares: 2 meses es lo que cuesta construir una refinería y no es que ellos no puedan o que no tengan dinero, sino que no lo pueden hacer porque tienen compromisos con los intereses petroleros de Estados Unidos; nosotros no íbamos a tener esos compromisos, íbamos a poner por delante los intereses nacionales; entonces sería un ambiente distinto.

¿Qué estamos ahora padeciendo?: desmoralización, estancamiento, pobreza, un fenómeno migratorio como nunca se había visto, la gente está, por necesidad, abandonando sus pueblos, sobre todo los jóvenes, abandonando sus familias, es muy triste lo que está pasando, pero vamos, por eso, a apurarnos, vamos a seguir luchando, vamos a seguirnos organizando.

Estoy visitando, como ustedes saben, los municipios; llevo 602 municipios visitados, la gente está animada; yo estoy seguro de que vamos a poder transformar el país, nada más vamos a apurarnos, vamos todos a ayudar; no nos desmoralicemos; más temprano que tarde va a triunfar nuestra causa. Los que están usurpando el gobierno, no pueden, además no quieren porque a ellos lo que les importa es mantener y acrecentar sus privilegios, no les importa el destino del país y mucho menos el sufrimiento de nuestro pueblo; por eso vamos a seguir adelante.

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CON RECORRIDOS POR TAMAULIPAS, INICIA LÓPEZ OBRADOR SU OCTAVO MES DE GIRAS

Con una gira que tocará 22 municipios del norteño estado de Tamaulipas, Andrés Manuel López Obrador viajará desde el fronterizo Nuevo Laredo hasta Tampico, limítrofe con Veracruz, pasando por un extremo y otro de esta entidad durante esta semana, en sus ya acostumbradas actividades de jueves a domingo.

La bitácora de viaje del presidente legítimo de México es la siguiente:

Jueves 2 de agosto

11:00 horas. Mitin en Nuevo Laredo (Roma y Río Indo, colonia Voluntad)

13:00 horas. Mitin en Nueva Ciudad Guerrero

14:00 horas. Mitin en Mier (Plaza Juárez)

16:00 horas. Mitin en Ciudad Miguel Alemán

17:00 horas. Mitin en Ciudad Camargo

18:00 horas. Mitin en Ciudad Gustavo Díaz Ordaz (Plaza principal)

19:00 horas. Mitin en Reynosa

Viernes 3 de agosto

11:00 horas. Mitin en Ciudad Río Bravo (Club de Leones)

12:30 horas. Mitin en Matamoros (Plaza principal)

13:45 horas. Mitin en Valle Hermoso (Plaza principal)

16:30 horas. Mitin en San Fernando (Centro de Convención Municipal Manuel Cavazos)

19:15 horas. Mitin en Ciudad Victoria (Plaza 8 y 9 Hidalgo)

Sábado 4 de agosto

11:00 horas. Mitin en Llera de Canales (Plaza principal)

12:30 horas. Mitin en Gómez Farías

13:45 horas. Mitin en Xicoténcatl (Plaza principal)

16:30 horas. Mitin en Ocampo

18:15 horas. Mitin en Ciudad Mante

Domingo 5 de agosto

10:00 horas. Mitin en González (Plaza principal)

11:30 horas. Mitin en Aldama (Plaza principal)

13:15 horas. Mitin en Altamira (Plaza principal)

14:15 horas. Mitin en Ciudad Madero (Plaza principal)

17:00 horas. Mitin en Tampico (Plaza principal)

¿Regreso al pasado?

¿Regreso al pasado?
Por : Octavio Rodríguez Araujo

¿Cuál es la frontera entre la delincuencia y las diversas expresiones de la protesta y la inconformidad sociales? En 1968 el movimiento estudiantil popular sostuvo entre sus demandas la derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal vigente en esos momentos. Estos artículos se referían al delito de disolución social. Este delito fue configurado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el presidente Avila Camacho consideró que durante el conflicto bélico debía evitarse que pudiera desestabilizarse políticamente al país. La reforma penal, de alguna manera extensión del 33 constitucional contra los extranjeros que intervenían en política interna, sería, a partir de 1941, aplicable a los mexicanos.


¿Quiénes incurrían en ese delito de disolución social? Los extranjeros o los mexicanos que llevaran a cabo acciones y propaganda que perturbaran el orden público o pusieran en peligro la soberanía y la seguridad de la nación. Terminó la guerra, pero no la vigencia de la reforma al Código Penal. Con base en los artículos mencionados fueron encarcelados, durante los gobiernos de Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos y Díaz Ordaz, líderes magisteriales, ferrocarrileros, campesinos, intelectuales y estudiantes, incluso por razones ideológicas. Vallejo, Campa, Mata, Siqueiros y no pocos estudiantes fueron víctimas de ese inconstitucional y antidemocrático precepto jurídico. El Partido Acción Nacional, vale decir, siempre equiparó esos artículos con el autoritarismo que caracterizaba a los gobiernos priístas de aquellos años. Algunos panistas llegaron incluso a calificarlos de fascistas, y no estaban muy lejos de la verdad. Era el México de los presos políticos y de conciencia, una vergüenza para el país, tanto en su interior como en el extranjero. Nadie se atrevía entonces a calificar de democrático a nuestro régimen político.

Fue de tal fuerza la opinión pública, sobre todo después de la noche de Tlatelolco, que el mismo Díaz Ordaz llegó a la conclusión de que los artículos debían derogarse (el 145 bis fue suprimido), y después de pasar por comisiones ad hoc en el Congreso de la Unión, fueron modificados y refraseados con mayor precisión en el Libro Segundo, Título Primero del Código Penal, referido a los delitos contra la seguridad de la nación. Lo mismo pero diferente, lo suficiente para que los presos políticos fueran amnistiados y dejaran de existir por varios años. El problema fue que la vocación autoritaria de los siguientes gobiernos priístas simplemente cambió de táctica. En lugar de presos políticos: desaparecidos o víctimas de "accidentes" o de asesinatos a manos de sicarios con sospechosas ligas con las autoridades estatales (civiles y militares).

Con Fox y Calderón, panistas ambos, regresó el autoritarismo que tanto criticaban y, con base en el Código Penal (el mismo Título mencionado), tenemos otra vez presos políticos y de conciencia, además de desaparecidos. Lo acaba de confirmar, por si había alguna duda, Felipe Calderón: no permitirá que se busque atentar contra la convivencia pacífica de los mexicanos (La Jornada, 24/7/07, página 7). Así dicho, estamos en presencia, otra vez, de delitos de intención ("busque atentar...") y de disolución social, es decir, de desestabilización política del país y de perturbación del orden público en la misma lógica que si estuviéramos en guerra con otro país. Atenco y Oaxaca son los casos más sonados, pero no los únicos, y en la mira están Chiapas y Guerrero, al mismo tiempo que al Ejército Mexicano se le ofrecen mejores sueldos y prestaciones, y ahora créditos para vivienda, como si se tratara de recompensas por actuar, vestido de verde o de gris (que es lo mismo) en contra no sólo de los narcotraficantes, sino de los mexicanos que se han inconformado políticamente por los abusos que se cometen en contra de ellos.

Por mandato de ley y por su propia convicción -dijo Calderón-, se perseguirá no sólo a quienes atenten contra la seguridad nacional, sino también contra quienes pretenden (o pretendan) debilitar las instituciones o las instalaciones estratégicas nacionales (ídem). Se trata de un mensaje muy peligroso, y más en el contexto de los últimos acontecimientos, pues incluso varias proclamas políticas pueden ser interpretadas como un atentado a la seguridad nacional (léase contra las acciones del gobierno) y una pretensión de debilitar a las instituciones que -en mi opinión- no están respondiendo a las demandas de la fracción mayoritaria de los mexicanos (razón por la cual muchos actúan al margen de esas instituciones con el riesgo de convertirse en infractores según el Código Penal y el mensaje calderonista).

¿En qué momento Calderón ha hablado de buscar soluciones políticas a los problemas políticos que ha creado la injusticia social que dominan y determinan las políticas públicas? En ningún momento, pero sí ha reiterado el uso implacable de la ley y la mano firme (que no inmaculada) que ofreció durante su campaña, y que ha ejercido hasta el presente contra todos salvo contra ministros religiosos y grandes empresarios en el país.


Soy un defensor del derecho y del respeto a las leyes, aunque éstas no siempre han sido sabias ni justas. Pero más que la ley defiendo la política como fórmula de gobierno, es decir, el diálogo y la negociación. El sabio político (o el gobernante sabio) no es el que aplica la ley a rajatabla, sino el que la interpreta según las circunstancias y los momentos que vive una nación. Un gobernante no es un policía de crucero con el reglamento de tránsito en la mano; y aún el policía, según el mismo reglamento, tiene capacidad de interpretarlo según las circunstancias, al igual que puede dar paso aunque el semáforo esté en rojo.


Bueno sería que se frenara el regreso al pasado. Los tiempos han cambiado, y esto debe ser entendido por quienes, al menos formalmente, aspiran a gobernar. Revivir en los hechos los artículos 145 y 145 bis mencionados no es buena señal.

APPOyo a OAxaca en el Hemiciclo

Participación de Encinas en la RNJ

La necesidad de fabricar mitos.

La necesidad de fabricar mitos.
Por : Amador Fernández-Savater.

"El hombre blanco nos puso en estas cajas cuadradas. Nuestro poder se fue, y estamos muriendo. Así están las cosas. Somos prisioneros de guerra mientras esperamos aquí. Pero hay otro mundo..." (Black Elk, jefe sioux)

Podemos detectar en el corazón de las luchas sociales que atraviesan el planeta una exigencia y una preocupación fundamentales: "hacer sociedad". En efecto, desde Buenos Aires hasta la Selva Lacandona, desde la apropiación colectiva de tierras con Brasil hasta el "movimento no global" en Italia, desde la batalla planteada por el campesinado indio contra la penetración mercantil de transgénicos hasta los clubs de trueque que tachonan el planeta, se trata explícitamente de reconstruir de forma alternativa y/o antagonista el lazo social, de recuperar colectivamente la dignidad fortaleciendo los vínculos y el sentido frente a las políticas de la humillación y el miedo (sus exactos contrarios) propias del mando neoliberal de la globalización capitalista.

Ante esta evidencia surgen dos preguntas: ¿Qué puede querer decir eso de "reconstruir el lazo social"? ¿Acaso el "sistema capitalista" no produce a su modo todos los días la "sociedad capitalista"? Para una corriente muy amplia del pensamiento crítico, fundamentada en Marx y Polanyi, la "sociedad capitalista" es una imposibilidad antropológica y ecológica. El capitalismo "razona como si viniese de otro mundo -y con total desprecio del nuestro, que es, sin embargo, su único terreno de actuación" (J.P. Baudet). No diremos tanto, pero la hostilidad de los presupuestos más profundos y los desarrollos prácticos de las "tecnologías de la trascendencia" (ingeniería genética, energía nuclear, automatización, industria espacial, etc.) o la tentativa de sustituir el tiempo y el espacio propios del habitar humano por las coordenadas privadas del capital financiero (fragmentación, presente perpetuo, ubicuidad, ilusiones de eternidad), parecen confirmar cada una a su modo que el capital sueña desde sus orígenes con "un mundo sin gente" o con gente modificada (no sólo genéticamente) a su voluntad; y que sólo pacta con todas su formas de fidelidad y pertenencia porque se le obliga a ello, muchas veces a la fuerza. Pero difícilmente se podrá hacer de los seres humanos esos "átomos sociales" que cooperan simplemente movidos por un "cálculo egoísta" con los que sueñan los neoliberales fanáticos de la "autorregulación" del mercado. Equivaldría pura y simplemente a la supresión de la precaria condición humana, que está hecha efectivamente del material del que se hacen los sueños, esto es, los vínculos que teje la imaginación. El intercambio mercantil sólo es un momento del intercambio simbólico y su hegemonía está fechada muy recientemente, contra lo que quisiera hacernos creer la ideología neoliberal.

"Hacer sociedad" significa preservar, fortalecer y crear lazos sociales, debilitados por el capitalismo en todas partes. En el centro de todas esas luchas mencionadas antes está la producción de sentido, de nuevas formas de ver y vivir. No es lo mismo una comunidad unida por lo que contempla pasivamente en alguna pantalla mágica que otra reunida en torno a lo que hace. No es lo mismo una comunidad con ritos y formas complejas y flexibles de intercambio simbólico para resolver conflictos que otra que no puede echar mano más que de los tribunales y la violencia (como va siendo cada vez más el caso de Estados Unidos). No es lo mismo una sociedad indiferente u hostil con respecto a su pasado que otra que lo hace renacer permanentemente, recreándolo.

Los mitos (relatos, cuentos, fábulas, historias) han sido durante mucho tiempo, y aun lo son en gran medida, los vehículos de comunicación de sentido, los mapas que inscribían a los individuos en la profundidad del tiempo y el espacio, las figuraciones que daban cuenta de la experiencia individual y de la historia colectiva, la argamasa que mantenía una sociedad unida (aun en los conflictos y los desgarros más agudos). Los moldes tradicionales donde se daba forma a nuestra experiencia han entrado en crisis: la familia, la ciudad, la escuela, la religión, el partido, la tradición, etc. ¿Quién sabe hoy lo que significa "educar", por ejemplo? Toda la sociedad es ahora un mar "inquieto y bullente" donde circulan los elementos con los que tenemos que elaborar narrativas de sentido que nos vuelvan a colocar en un mundo despedazado, a orientar, que nos sirvan para descifrar la historia colectiva que nos constituye, para interpretar nuestras experiencias más hondas, nuestras vivencias cotidianas, nuestros gestos, que nos devuelva la confianza en nuestras posibilidades de acción colectiva, que sean como un recordatorio siempre presente de que la historia en la que nos agitamos no es un destino, que la vida que llevamos no es una fatalidad impuesta por alguna trascendencia imperturbable, que la plasticidad del ser humano es infinita, que somos y seremos lo que queramos ser si nos atrevemos a arriesgar el precario andamiaje que nos mantiene sujetos y a confiar en nuestra voluntad de suerte, etc. En definitiva, los mitos procuran dar a una sociedad, que los alimenta y los altera constantemente mientras está viva, un sentido, una orientación y sobre todo la confianza en sí mismos frente a todos los poderes que se presentan como necesarios, ineluctables, inamovibles, irreversibles, etc.

Pero, ¿qué mitos que nos recoloquen en el mundo podemos elaborar nosotros, contemporáneos de la guerra global permanente decretada por las élites imperiales después del 11 de septiembre, nosotros que sólo podemos tener "nostalgia" de una comunidad "por venir", demasiado olvidadizos para reconstruir una historia de la libertad -aplastada por tantas mentiras- y devolverla a la vida, inscritos en un sistema económico que no nos deja pararnos a pensar, a recordar, a imaginar, sometidos a una precariedad existencial abrumadora (en el trabajo, el territorio, la escuela, la salud, las raíces, el movimiento, etc.)? ¿Cómo podemos explicarnos a nosotros mismos esa precariedad, qué metáforas podemos utilizar para hacer esa experiencia de fragilidad y plasticidad comunicable y compartible (todo el mundo sabe, no sólo los artistas, que para que una experiencia no se disuelva en el aire hay que representarla)? ¿Cómo podemos representarnos entonces la precariedad de modo que nuestros anhelos más elevados no pasen por las seguridades subalternas que venden hoy los nacionalismos, los integrismos, etc.? La reconstrucción del lazo social no tiene porqué pasar por el apego exclusivo a un territorio, a una tradición, a una cultura o unas gentes determinadas, como demuestran todas las comunidades extraestatales que han atravesado el planeta, las sociedades políticas revolucionarias en primer lugar, la metamorfosis continua de los mitos de cualquier comunidad viva, la aleación entre pasado y futuro de las mil narrativas de sentido que pueblan nuestra vida, los intercambios simbólicos entre sociedades que superan el momento del desprecio y la violencia recíproca, etc. ¿Qué figuras nos pueden tatuar en la carne que la precariedad no un ningún destino o fatalidad, que es posible vivir de otro modo, que es posible invertir la precariedad en una vida concebida como juego (con toda la seriedad de los juegos) y experimento?

Un paréntesis: la guerra.
Durante los últimos tiempos se ha insistido mucho, con justicia, en que la guerra era la metáfora que ilustraba mejor nuestra condición, porque la economía moviliza todas nuestras capacidades (lo que se viene a llamar "biopolítica") como ocurre en una guerra, porque la incertidumbre, el desastre y la inestabilidad propias de los tiempos de guerra ahora se inscriben en la normalidad de nuestra vida cotidiana, de hecho constituyen esa normalidad, porque las necrotecnologías (como la ingeniería genética) conciben el mundo entero como un laboratorio de dominación como pasa en las guerras, porque nuestra percepción se ve forzada cotidianamente a adaptarse a un nuevo campo de batalla, "espacio privilegiado de la visión poco fija, de los estímulos rápidos, de los eslóganes y otros logotipos guerreros" (Virilio), porque nuestras ciudades se transforman a una velocidad que nunca había conocido una ciudad en tiempos de paz, porque nuestro tiempo y nuestro espacio estallan como tras el impacto de una bomba de racimo, etc. Pero ahora la guerra no es ya una metáfora de nada, no guarda ya la distancia frente a lo real que le es propia a esa figura literaria: estamos en guerra, la guerra global permanente. Frente a la crisis aguda de legitimidad, frente a la recesión económica, frente al cuestionamiento global, frente a la ingobernabilidad en ascenso, el imperio ha decidido iniciar una monstruosa fuga hacia delante y decretar la guerra global, tras el 11s. Aplastar a los movimientos de contestación debajo de consensos antiterroristas, suprimir fastidiosas trabas políticas a la acumulación económica (libertad de comunicación y privacidad, libertad de circulación y de instalación de los flujos migratorios, derechos civiles, sociales, etc.), decretar una suerte de estado de excepción global.

No creo que sea una pérdida de tiempo forzar una analogía con la situación que describe Jünger en su ensayo de 1930 sobre su experiencia bélica en la 1ª Guerra Mundial titulado "La movilización total". Jünger advierte en él de que el aspecto técnico nunca es el decisivo en la movilización total: su presupuesto fundamental es la "disponibilidad" a la movilización. Es decir, la desaparición de todo aquello que en la vida de los individuos les puede llevar a cuestionarse su participación en una guerra al servicio de más que oscuros intereses: la destrucción de tejido social, de la memoria del horror de una guerra, de la esperanza en formas dignas de vida, etc. "La creciente transmutación de la vida en energía y la progresiva volatilización de todos los vínculos otorgan un carácter cada vez más incisivo al hecho de la movilización" (Jünger). Hannah Arendt confirma a su modo el juicio de Jünger cuando describe el tipo humano que movilizó mayormente el nazismo: aislado, desarraigado, cínico, temeroso, desesperado, arruinado, etc. También Benjamin, después de la 1ª Guerra Mundial, apunto un filón de análisis fundamental cuando comentó que los soldados de las trincheras volvieron mudos del frente, sin palabras para explicar (y explicarse) lo que había sucedido, incapaces de elaborar un sentido para su propia experiencia. Quizá ese silencio se prolongó demasiado y, entre otras muchas causas, dio lugar al fascismo y al nazismo que asolaron Europa.

Pues bien, podemos caracterizar la globalización capitalista como otra enorme movilización total, que se alimenta, como la anterior, de la ausencia de sentido -el nihilismo- o, más bien, de la destrucción de sentido. Tal y como hizo la movilización total descrita por Jünger, la globalización capitalista acaba con las tradicionales distinciones entre trabajo y ocio, dentro y fuera, producción y reproducción, público y privado. Marco Revelli, estudioso de las formas de vida y de trabajo en el posfordismo, describe el sistema productivo flexible como "un flujo continuo y total, que hace palpitar el entero entramado productivo al mismo ritmo, que abarca todas las fases de producción al mismo tiempo". Una auténtica máquina de guerra, vaya. La vida entera puesta a trabajar, como ocurre en todas esas empresas posfordistas donde no sólo se requiere al trabajador un esfuerzo físico por determinado tiempo, sino una implicación total, una adhesión absoluta, una lealtad ilimitada, el despliegue de todas sus cualidades (no sólo físicas, sino también lingüísticas, imaginativas, comunicativas, afectivas, etc.). En nuestra era de la precariedad, las empresas intentan redoblar su esfuerzo por captar la energía de sus empleados desarrollando todo un aparato publicitario que conforme un imaginario capaz de compensar la inestabilidad a la que se está sometido en verdad (todos sabemos de esas empresas japonesas que inventan un modo de vida entero para sus trabajadores -formas de vestir, fiestas, sociabilidad, etc- que les asegure así su fidelidad). Hannah Arendt hablaba en un sentido parecido del "inquebrantable mundo ficticio" que llevaba a las últimas unidades de las juventudes hitlerianas a dejarse matar combatiendo desde cualquier ruina del Berlín desolado. Por supuesto, en ninguno de los casos la fidelidad es recíproca: después de la primera derrota, después del primer tropezón económico, las filas se apretujarán expulsando a los desgraciados a los que toque cada vez.

El carácter típico de los sujetos alistados a la movilización total está conformado por el cinismo y el miedo. Ya no nos creemos nada y tememos todo. Como les ocurría a aquellos soldados de que habla Benjamin con respecto a las promesas y los discursos de sus amos y al mundo que se reencontraron ("una generación que había ido a la escuela en tranvía tirado por caballos, se encontró indefensa en un paisaje en el que todo menos las nubes había cambiado, y en cuyo centro, en un campo de fuerzas de explosiones y corrientes destructoras, está el mínimo, quebradizo cuerpo humano"). Cuando "hay que habituarse a la movilidad, ser capaz de mantener el paso a pesar de las más bruscas reconversiones, saber adaptarse al tiempo que emprender, ser dócil en el paso de un conjunto de reglas a otro, estar dispuesto a una interacción lingüística banalizada, etc." (Virno), como sin duda es el caso de las empresas posfordistas o la guerra, en realidad no podemos creernos nada, hacemos "como si", pero sabemos que es inútil creer por ejemplo en un conjunto de reglas de trabajo porque todo cambiará al momento siguiente. Eso es el cinismo. Sobre el miedo hay menos que explicar. Aceptamos cualquier atisbo de seguridad por miedo. Aceptamos el chantaje de la precariedad laboral por miedo. Un miedo que puede al final reivindicar a cualquier caudillo que alce la voz para prometer cierta estabilidad de las condiciones de vida, aunque sea a costa de exterminar a los supuestos culpables de que no la haya (los judíos, los inmigrantes, los disidentes, etc.). Ahora como hace setenta años, vivimos un proceso de desarraigo y desposesión que nos deja inermes, confusos, solos. El extremo de ese proceso de desposesión fueron a mitad del siglo XX los campos de concentración.

Narración y milagro.
"Los lamentos poéticos de este siglo no son más que horribles sofismas. Cantar el hastío, los dolores, las tristezas, las melancolías, la muerte, la sombra, lo sombrío, etc., es no querer mirar sino el pueril reverso de las cosas (...) Esta es la razón por la que he cambiado de método, para cantar exclusivamente la espera, la esperanza, la CALMA, la dicha, el DEBER". (Lautréamont)

Cuenta Félix de Azúa en algún sitio que en los vagones que les conducían a los campos de concentración se producía entre los condenados un extraño ritual. En la parte superior del vagón había un pequeño orificio y algunos presos aupaban a uno de ellos hasta arriba para que les contase a los demás lo que veía. "Los presos necesitaban saber dónde estaban, adónde les conducían, qué tierras cruzaba el tren, qué gentes las habitaban". La narración del oteador les permitía componerse un pequeño mapa y esbozar algún sentido para lo que les pasaba. Desde el orificio se podían incluso hacer señales a la gente que se quedaba mirando el tren al pasar: eso tenía mucha importancia para los que sentían estar viviendo una pesadilla que nadie creería nunca. A veces, un oteador era demasiado "subjetivo": imponía sus impresiones personales en el relato que daba cuenta de lo que veía. Entonces se le sustituía. En otras ocasiones, algunos oteadores eran demasiado "dispersos" y el relato no tenía ni orden ni concierto. También los había demasiado "objetivos", que sólo transmitían información ("veo una estación, una familia, un perro", etc.). A todos esos se les bajaba y se les sustituía también. Pero algunos oteadores conseguían el milagro de convertirse en los ojos de los demás: entonces los imaginarios individuales rompían su aislamiento y se encontraban con otros imaginarios. El milagro de la creación. "En los buenos relatos, los presos tenían la certeza de que algo circulaba de los unos a los otros, de los condenados a los libres, del mundo de la muerte al mundo de los vivos". Esa narración no pertenece al narrador, el narrador se borra, cancela su yo, no para dar rienda suelta a un caos de pulsiones o fantasías reprimido hasta ese momento, sino para convertirse en los ojos de una comunidad, no el reflejo de una subjetividad media, sino el lenguaje que expresa las aspiraciones más altas. Entonces, hasta los presos más desesperados que se burlaban de los que aupaban a un compañeros ("qué más da lo que haya fuera, estamos condenados") prestaban oídos. El cinismo y el miedo desaparecían ante la fuerza del relato, que recordaba que había otro mundo fuera del vagón, que el vagón no era toda la realidad, que fortalecía la esperanza de que el horror tuviera un final.
Las vanguardias han sido en ocasiones durante el siglo XX esos oteadores demasiado "dispersos" (el dadaísmo), demasiado obsesionados por la originalidad (y, por tanto, por el autor, aunque se niegue, como el surrealismo), demasiado "objetivos" (todos los funcionalismos). Edgar Varesse, compañero de Picabia en Nueva York, decía que el futurismo "reproducía servilmente la trepidación de la vida cotidiana". Demasiadas veces ha sido así en el caso de otras vanguardias, menos interesadas por combatir la desposesión dominante elaborando figuras de posesión (mapas del laberinto, signos de reconocimiento) que por exaltar la dispersión, el dolor o la laceración, la cuchufleta y la ocurrencia, el movimiento perpetuo y la velocidad. Siempre se repiten los mismos ejemplos de las técnicas vanguardistas "recuperadas" por los guionistas de la sociedad del espectáculo (publicitarios, empresarios, etc.). Pero el problema más hondo no reside en formular figuras positivas, siempre "recuperables", sino acuñarlas directamente con el troquel del espectáculo: presente perpetuo ("donde nada lleva a nada, donde todo se evapora"), imagen y superficie. Si queremos bloquear la movilización total y su específico nihilismo productivo, hace falta construir narrativas colectivas, referentes simbólicos adaptados a las cavidades más profundas de nuestro tiempo histórico, que generen sentido y permitan sustraerse (al menos mentalmente) a la guerra económica y el ascenso de la insignificancia que lleva consigo. ¿Qué puede recogerse de la experiencia de las vanguardias en esa línea? Desde luego ninguno de los aspectos atravesados en mayor medida por los prestigios de la guerra y su agitación histérica. El sentido tiene que poder habitarse. Sin embargo, para noquear al espectador, una parte no despreciable de la creación vanguardista ha reproducido con abrumadora insistencia paisajes y ambientes de guerra: inhabitables, por tanto.

Hacer símbolo.
Durante mucho tiempo, los movimientos revolucionarios estuvieron animados por "grandes relatos": el progreso, la historia como proceso de liberación, autodeterminación de la Razón, hundimiento imparable del capitalismo, etc. Esos "grandes relatos" han sido duramente criticados hoy por su imposición de sentidos únicos sobre el mundo, su carácter determinista, la anulación de la autonomía individual, su falta de adecuación con nuestra realidad fragmentada y muy acelerada (igual que en otro tiempo se dijo que la pintura ya no acertaba a registrar "lo transitorio, fugitivo y contingente" de la vida moderna), etc. Es una crítica muchas veces justa, pero que no arruina ni por un momento la necesidad de fabricar mitos, relatos que den cuenta de nuestra situación en el mundo, que establezcan ritos y símbolos de reconocimiento entre cómplices.

"Mientras no hagamos estéticas, es decir, mitológicas, las ideas, ningún interés tienen para el "pueblo", e inversamente : mientras la mitología no sea racional, el filósofo tiene que avergonzarse de ella. Así tienen finalmente que darse la mano ilustrados y no ilustrados". Hegel, Schelling y Hölderlin escribieron esta declaración en su Proyecto más antiguo del idealismo en 1796. Respondían así al dilema que atraviesa siempre los movimientos revolucionarios: ¿cómo se puede impulsar a la gente a la acción, una vez admitido que, por sí solo, el conocimiento racional no es suficiente para movilizar una empresa de transformación? El movimiento de contestación global, que surge en Chiapas y Seattle, también se ha planteado esto. Sobre todo los italianos del colectivo Wu Ming. ¿Cómo elaborar mitos que eludan los peligros de los "grandes relatos"? ¿Dónde hacerlo, cuando los moldes de transmisión de la experiencia están en crisis y el capitalismo ha colonizado todos los aspectos de lo social? ¿Cómo impedir que esas narraciones cristalicen en formas de trascendencia (el Modelo, el Origen, el Líder, etc.), en una estetización apolítica de la existencia o en la negación del presente a la espera de ese "otro mundo posible", etc.? ¿Cómo sustraer las capacidades comunicativas de la gente que explota el capital y ponerlas a funcionar de otro modo? ¿Qué figuras proponemos para hacer públicos los rasgos más relevantes de nuestra condición política, no sólo la precariedad, sino la inteligencia colectiva, la multiplicidad, la comunidad "que viene", la ambivalencia, la voluntad de autodeterminación y autonomía, la experimentación, etc.? "Sin un imaginario de referencia, sin una narración "abierta" e "indefinidamente redefinible" de la cual sea posible participar y a la que se pueda acceder libremente, el movimiento no puede sino fracasar en su intento de sedimentar la experiencia propia, que es precisamente nueva, experimental, en muchos sentidos inédita. No se trata de cristalizar ese epos, sino, al contrario, de compartirlo, hacerlo accesible, "publicitarlo", transformándola en un arma cultural eficaz, potencialmente hegemónica y por tanto capaz de vencer, más allá del mero testimonio (Wu ming)". El relato tiene que ser, por tanto, lo opuesto del aura según Benjamin, esto es, perfectible y reproducible. Un ejemplo sería el relato colectivo sobre Génova, tras la cumbre del G-8 en julio del 2001. No consiguieron que volviéramos mudos, como los soldados de la 1ª Guerra Mundial, todo lo contrario: las decenas de miles de personas que habíamos participado en esa extraordinaria y trágica contestación al poder global, volvimos metamorfoseadas en agentes de una narrativa de emancipación, en proceso, coral, abierta. Había que contarlo todo: lo que había pasado en las calles, en los centros de detención, en los espacios de alojamiento colectivo, por las cabezas y los cuerpos, a desconocidos y amigos, etc.


Así no sólo se estaba dando testimonio individual y privado de lo acontecido, visto o vivido, sino componiendo una narración de sentido compartida, una tentativa de elaboración de la experiencia a través de la figuración literaria, una suerte de contagio inmediato por vía imaginativa, una mitopoiesis. Esa narración no era la "versión oficial" de los hechos ni una mera yuxtaposición de testimonios individuales, moldeados en la historia política de cada cual, sino una creación colectiva que eliminaba las fronteras rígidamente establecidas entre imaginario privado e imaginario colectivo, tradición y novedad, que hablaba de la fuerza colectiva, del arrojo, del miedo, de la experiencia de desolación (exactamente "privación de suelo") que supuso para todo el mundo verse convertido en "nuda vida" sometida a la arbitrariedad despótica de la policía ascendida de pronto a soberana absoluta.

El movimiento obrero creó en su momento ese espacio mental colectivo. La historia de su formación la cuenta por ejemplo Edward Thompson, que cita a John Thelwell y lo que decía entonces: "cada taller o manufactura es una especie de sociedad política que ninguna ley puede reducir al silencio y ningún magistrado puede forzar a dispersarse". Eso fue así durante mucho tiempo, pero finalmente leyes y magistrados y sobre todo mucha violencia forzaron la dispersión y decretaron el silencio. Los movimientos que surgen hoy de las ruinas dispersas de la tradición revolucionaria de los dos últimos siglos necesitan consolidar esas sociedades políticas, esos contrapoderes, abrir mundos para la existencia y la actividad libre de los seres humanos. Para ello, necesitamos contarnos historias, reinterpretar todo nuestro pasado, formular imágenes de futuro que (nos) tienten a arriesgar el sentido establecido, símbolos de reconocimiento entre hermanos y hermanas, confianza en la plasticidad y la imaginación creadora de los seres humanos, en sus posibilidades de actuar, de "empezar de nuevo", necesitamos recordar lo que fue, las tentativas fracasadas y la superación de lo que parecía imposible superar, necesitamos cartografiar la dispersión, dar nuestros nombres a las cosas, ofrecer un lenguaje a las aspiraciones comunes, narrar lo extraordinario y lo maravilloso como momentos fundacionales, nuestros propios viajes iniciáticos: ruptura con los lazos de la socialización primaria, prueba del laberinto, retorno de los infiernos, metamorfosis, creación de nuevos lazos, etc. Necesitamos mitopoiesis.

Con tu refrescante presencia,Comandante "Big Cola"...

Big Cola: “Tácticas de guerrilla” para anular actos gangsteriles de Coca Cola.
Por : Luciano Campos Garza

Monterrey, N.L., 30 de julio (apro).- En 2002, cuando ingresó a México, la empresa peruana Big Cola se enteró que la multinacional Coca Cola emprendió una agresiva estrategia para borrarla de la competencia, denominada blitzkrieg (“guerra relámpago”, usada por las tropas nazis).

Dicha compaña incluía acciones de “sabotaje, violencia e intimidaciones”, recuerda Alfredo Paredes Zamora, director de Asuntos Corporativos y Comunicación de la empresa Ajegroup, de la cual forma parte Ajemex, entidad que distribuye Big Cola en territorio nacional.

En respuesta, dice, la compañía peruana respondió con un plan conocido como “Alcones”, acrónimo de la acción denominada Altas Miras para Conseguir los Objetivos.

El blitzkrieg de Coca Cola diseñó un plan de 100 días para sacar a Big Cola del mercado, por medio de la obstaculización de sus ventas y sus ingresos, y el "desaliento" de los puntos de venta, en complicidad con el gobierno federal, afirma Paredes Zamora.

“Así como hay un blitzkrieg, de este lado hay una estrategia de contraataque, de tácticas de guerrilla. Nosotros le llamamos Alcones: Mandábamos a nuestra fuerza de ventas a aparecer en una plaza, recibíamos todos los ataques ahí mientras estábamos en otros tres o cuatro puntos, abriendo mercado”, explica.

“Además llagábamos a un lugar sin hacer publicidad, con efecto sorpresa, con entrada detallada y a partir de eso contestábamos a la estrategia de la competencia. Es lo que llamamos Alcones, Altas Miras para Conseguir los Objetivos. Nos quisieron tronar en 100 días y aquí estamos”, señala Paredes, doctor en Mercadotecnia.

Recuerda que en la época más difícil del conflicto con “los rojos” -es renuente a utilizar la palabra Coca Cola-, también hubo agresiones de parte de los medios de comunicación.

Señala, por ejemplo, que por el origen peruano de la firma, en algunos medios de comunicación los integrantes de la familia Añaños -fundadores y dueños de Ajegroup- fueron acusados de terroristas, de patrocinar a Sendero Luminoso y de ingresar a México sin permiso migratorio.

Junto al embate mediático hubo agresiones directas: “Nuestros camiones salían a vender y a nuestros vendedores les caían amenazándolos. Un asunto gangsteril con intimidación directa. Optábamos ya por no darles uniformes a nuestra fuerza de venta para evitar agresiones. Hubo sabotajes, huelgas, paros, había un hostigamiento contra los camiones por licencias, trámites, permisos…”, explica.

Los propietarios de las tiendas eran advertidos: si ofrecían Big Cola, serían sancionados; se les retiraría el refrigerador y los toldos marcados con Coca Cola.

“Eso ocurrió desde que llegamos a México, como una práctica común, tipificada como un delito. La Comisión Federal de Competencia se decidió a intervenir cuando acumuló 115 denuncias de comerciantes en el país y nos comentaron que detectaron que estas prácticas eran exclusivamente contra Big Cola”, señala.

Como parte de las acciones de Coca Cola para suprimir su presencia cada vez mayor en el merado de las "colas", Paredes Zamora recuerda que cuando la compañía intentó instalarse en Monterrey, hubo un bloqueo institucional sistemático, patrocinado por Fernando Elizondo Barragán, quien fuera secretario de Finanzas en la pasada administración estatal panista de Fernando Canales Clariond, y luego su sustituto, cuando éste dejó la gubernatura para integrarse al gabinete de Vicente Fox.

Elizondo casualmente forma parte de la familia Barragán, que integra la empresa Arca, encargada de distribuir Coca Cola en el norte del país, incluido Monterrey.

Presiones y amenazas.
Big Cola es una empresa de origen peruano fundada en 1988 que actualmente tiene presencia en 12 países. Cuenta con 23 plantas establecidas en Centro y Sudamérica, así como otra en Tailandia.

De acuerdo con sus propias estadísticas la empresa vende 2.5 mil millones de litros al año, con una generación total de 10 mil 200 empleos.

En México, Big Cola -que se maneja a través de Ajemex- se instaló en el 2002 y empezó a operar al año siguiente. Actualmente tiene cinco plantas (Monterrey, Guadalajara, Hermosillo, Villahermosa y Puebla), donde emplea a 3 mil 200 trabajadores. Cuenta en todo el país con 350 mil puntos de venta y 50 centros de distribución.

La empresa presume que capta el 12 por ciento del mercado internacional de los refrescos de cola, contra el 63% de la Coca Cola y el 21% de la Pepsi. Una de las ventajas competitivas es que su producto es 45% más barato que la transnacional radicada en Atlanta.

Paredes Zamora recuerda que desde el principio, cuando instalaron su primera planta en Puebla, comenzaron las agresiones de “los rojos”, que sentían amenazado el mercado.

“Los trámites se alargaron de más, los permisos no llegaban, y cuando empezábamos a operar había revisiones constantes de Hacienda, Infonavit y el IMSS. Hubo sabotajes directos de gente que entraba a trabajar y abría de más una válvula, dejaba abierta una llave".

“Como lo denuncia Proceso, hubo amenazas a los trabajadores, a los comerciantes por vender nuestro producto. Compraba la competencia Big Cola, retiraba el producto, lo sustituía por el suyo y el nuestro lo tiraban a la coladera para que la gente no lo probara, no lo comprara. Arrancaban nuestra publicidad. Era directo la gente de Coca Cola que llegaba con sus uniformes y gorras”, acusa.

La planta de Big Cola en Monterrey está ubicada en el parque industrial Kalos, del municipio de Guadalupe.

La compañía comenzó a planear ahí su instalación desde principios del año 2000, y fue hasta el 2005 cuando obtuvo el permiso para iniciar la edificación.

“Según lo que entendimos, primero nos dijeron que no se podía porque estaba saturada la planta productiva, que no había permisos para embotelladoras en Monterrey y también por el tema del agua. Argumentaban diferentes posturas para que desistiéramos (…) Pero hay que decir que lo del agua sí era cierto, con los estudios que nos dieron nos dijeron que el agua no era suficiente".

“Pero afortunadamente encontramos una locación alterna en Guadalupe (entonces gobernado por el PRI), donde hubo mayor apoyo con agilización de trámites”, dice Paredes.

Monterrey es ahora una plaza estratégica porque es la ciudad número uno del mundo que toma refrescos de cola; y de todo el mercado nacional, la planta en esta ciudad produce 30 por ciento de la producción en México.

Señala que las prácticas de presión de Coca Cola se repitieron en todo el país. La multa que en el 2005 determinó la Comisión Federal de Competencia (CFC) por 10.5 millones de dólares por practicas monopólicas -que ya se elevó a 11.2 millones por intereses moratorios-- fue para 15 diferentes embotelladores de la marca que alguna vez se promocionó como “la chispa de la vida”.

Algunas de ellas son Yoli, Coca Cola del Pacífico, Coca Cola FEMSA, Arca, Embotelladores Unidos de Morelos, Propimex, Productores y Embasadores del Bajío, ennumera.

Incluso la Cofeco invitó a Ajemex para que participara en el proceso contra Coca Cola en calidad de terceros afectados.

“La Comisión ratificó la multa y en algún momento va a tener qué exigirles que paguen. La multa va a ser para el gobierno federal. A nosotros sí nos afectó en término de nuestro crecimiento de ventas, pero nos acicateó para trabajar más fuerte. Pero una vez que esto pasara, tenemos el derecho de exigir la reparación del daño, y lo estamos analizando porque hay que cuantificar de cuánto estamos hablando”, dice.

El encargado del mercadeo del producto señala que al entrar a México, la empresa se fijó como meta contar con tres plantas y ocupar el 10 % del mercado.

Ahora que ya rebasaron sus propias expectativas, se aprestan a incursionar en el mercado de la cerveza. Ya están por lanzar en Perú su primer producto de implicación etílica, desarrollado en la ciudad de Huachipa, al que inicialmente le han llamado “Big Chela”.

NDP : A los adictos a la cafeína fría combinada con gas carbonatado, la alternativa de beber Big Cola (o Lulu Cola, mucho mas escasa) en vez de la corrosiva Coca Cola, es una bendición ...

AGUAS !!!!


No somos sus empleados...

"No somos sus empleados": Antonio Soto
Rechaza diputado del PRD "recibir órdenes" de AMLO

31 de Julio. Agencias.- Él no es el jefe del grupo parlamentario ni tampoco presidente del partido o del Consejo Nacional del PRD.
Los legisladores del PRD no son empleados de Andrés Manuel López Obrador ni están dispuestos a que un caudillo les diga qué hacer, advirtió el diputado Antonio Soto, representante de la corriente cardenista en San Lázaro, quien se pronunció por un acuerdo sobre la reforma hacendaria con el PAN para demostrar que los perredistas "no somos bárbaros ni radicales, sino representantes de la segunda fuerza política" en el país.

Expresó su respeto a las consideraciones de López Obrador sobre el proyecto fiscal del Ejecutivo, pero rechazó cualquier instrucción del tabasqueño a los diputados, pues dijo, él no es el jefe del grupo parlamentario ni tampoco presidente del partido o del Consejo Nacional del PRD.

Soto descartó así la "línea" de evitar negociaciones con el gobierno de Felipe Calderón y remarcó: "Nosotros no somos empleados de López Obrador y lo que sí podríamos pedirle es que lo menos que tiene que hacer es platicar con nosotros y buscar acuerdos para tomar decisiones de manera colegiada, porque aquí no queremos que un caudillo nos diga lo que tenemos que hacer".

Aseguró, incluso, que un gran número de diputados de los partidos integrantes del Frente Amplio Progresista (PRD, Convergencia y PT) aspiran a construir acuerdos con el PAN en materia de reforma hacedaria, pues ningún partido político tiene la fuerza para imponer sus propuestas, pero en la negociación se puede lograr que sean considerados sus planteamientos.

Además, dijo, "si nosotros lográramos un acuerdo de esa naturaleza con Acción Nacional, tanto el PRD como el PT y Convergencia me parece que estaríamos mandando un mensaje a la nación de que no somos bárbaros ni somos radicales, sino que somos representantes, que somos la segunda fuerza y que estamos actuando con responsabilidad".

El legislador michoacano se refirió también a los escenarios para la ceremonia del primer informe presidencial de Felipe Calderón el 1 de septiembre, al admitir la división perredista entre quienes proponen impedir el acceso del mandatario a la tribuna legislativa y quienes están por permitir el desarrollo del acto.

Dijo que ese día "habrá sorpresas" en San Lázaro, pero también señaló que un acuerdo político sobre la reforma fiscal y otros temas permitiría desarrollar la ceremonia sin sobresaltos.

Soto reconoció que AMLO mantiene un gran liderazgo dentro del PRD, aunque un año después de las elecciones presidenciales, "la influencia (del tabasqueño) gradualmente se está reduciendo".

lunes, julio 30, 2007

la obra final de Bergman.

Ingmar Berman falleció hoy lunes 30 de Julio, a los 89 años, en su casa de la Isla de Faro, en el mar Báltico. En homenaje a su vital aportación al cine y al arte de nuestro tiempo, copiamos un artículo de José Miguel Oviedo, aparecido en la revista Letras Libres.

"Sarabanda", la obra final de Ingmar Bergman.
Por : José Miguel Oviedo.

Cerca de los noventa años, Ingmar Bergman tiene la fortuna de estrenar una suerte de epitafio fílmico en vida, Sarabanda. Para Oviedo, se trata de una película (en la que invita a su musa Liv Ullman y al eterno Erland Josephson) llena de destellos geniales y con la misma profundidad de toda su trayectoria.

Es difícil hallar un director cinematográfico de la segunda mitad del siglo XX que merezca con más justicia que Ingmar Bergman el calificativo de maestro: el poder de sus imágenes, la trágica intensidad psicológica y metafísica de sus estudios de las relaciones personales, y sobre todo su implacable certeza de que todo lo que buscamos en este mundo (amor, belleza, intimidad, compasión, lealtad) es precisamente lo que no alcanzaremos por nuestra absurda e irremediable debilidad. Tenía, además, la virtud suprema de decirlo sin ser estéticamente presuntuoso o aparatoso, sino a través de historias con tanta veracidad interna que parecían arrancadas de su propia vida, pero también de las nuestras. Por eso, su influencia dentro y fuera del cine es enorme y muchos de sus filmes son documentos fundamentales de las experiencias y obsesiones del hombre contemporáneo: Las fresas silvestres, La mujer del payaso, El silencio, A través de un vidrio oscuro, Persona, Gritos y susurros, Fanny y Alexander, Escenas de un matrimonio, etc.

Tras decenas de películas como ésas —aparte de las obras que dirigió para el teatro y la televisión—, los sinsabores y debilidades propios de la edad (Bergman tiene hoy 87 años) daban la impresión de haber puesto fin a su brillante carrera artística. Los largos años de silencio que había mantenido desde su retiro en una isla del Báltico hacían temer que no volvería a dirigir cine. Pero acaba de estrenarse en Estados Unidos Sarabanda, la película que Bergman ha declarado será la última de su largo ciclo creador, su testamento final. Es imposible no sentir curiosidad por verla.

El filme tiene el clima y las características de una conclusión. En primer lugar, es ella misma un epílogo a una de sus obras maestras, Escenas de un matrimonio, pues vemos lo que fue de aquellos cónyuges que se separaron después de la infidelidad del marido. No sólo eso: Bergman ha querido que los actores que asumieron esos papeles años atrás en memorables interpretaciones (Liv Ullman y Erland Josephson) encarnen los mismos papeles. El hecho de que, naturalmente, el paso de los años y el conocimiento ganado desde entonces por ellos, incluyendo al director, se transparenten en la obra añade un elemento de correspondencia o analogía entre la historia y la vida real: no parece haber aquí nada que no haya sido parte de la atormentada y culposa experiencia artística y personal de todos ellos; bastaría recordar la relación amorosa entre el director y Liv Ullman, su actriz favorita. Es como una gran reunión familiar donde lo imaginado y lo vivido es sometido a una revisión final para tratar de conjurar sus más persistentes demonios.

Más de 30 años han pasado desde que Marianne y Johan se divorciaron y se vieron por última vez; ella trabaja como abogada y él, luego de haberse retirado como profesor, es una especie de ermitaño que vive prácticamente solo en una austera cabaña repleta de libros, aislado de casi todo. Un buen día, a Marianne se le ocurre hacer el largo viaje hacia el lugar y visitarlo sin previo aviso. Cuando llega, Johan está dormitando en la terraza; en un gesto no exento de picardía y ternura, Marianne lo sorprende con un beso en la mejilla y lo despierta.

Lo que sigue es un torturante retorno al pasado, un melancólico examen de situaciones que ya no pueden modificarse y de los conflictos que encaran en el presente y que están oscuramente ligados a los de ayer. El estudio de todos esos dramas y traumas ha sido realizado con el consabido rigor formal de Bergman, que tiene un temple glacial en la superficie y un trasfondo intensamente emocional. Filmada en sus habituales largos primeros planos que permiten la observación atenta de cada rasgo físico, con sus imperfecciones y rictus que delatan el secreto proceso interior; esa casi inmovilidad (que trae ecos de Persona) se combina con los ambientes claustrofóbicos (sólo hay una escena en exteriores) para asegurar la máxima concentración en el registro —objetivo, pero lleno de compasión— del mundo íntimo de sus personajes. Aunque su foco es la relación entre Marianne y Johan, pronto se extiende a otra pareja: la de Henrik (Börje Ahlstedt), el hijo de Johan y Anna (su primera esposa) con su hija Karin (Julia Dufvenius), que no es menos compleja.

Henrik, que vive no muy lejos en otra cabaña en medio de un denso bosque, es un músico de edad mediana cuya reciente viudez lo ha sumido en un estado depresivo. Su carácter agrio, dominante y posesivo se refleja sobre todo en su relación con Karin, dedicada también a la música, y en el camino que él cree debe seguir en su carrera artística. No sólo el padre es ambiguo ante la posibilidad de que Karin vaya a estudiar a un conservatorio (ella es todo lo que él tiene), sino que su control sobre la joven incluye el perturbador hecho de compartir la cama, lo que implica una relación incestuosa. La consecuencia de todo esto es visible en Karin, que hace llorosas confesiones a Marianne, luce desesperada o confusa y al borde del suicidio.

La atmósfera es desolada, mórbida y de agotamiento existencial: sus vidas están entrelazadas de tal modo que se hacen daño viviendo juntos o separados, llevando cada uno su carga de culpas y secretos. El filme nos obliga compulsivamente a la contemplación de una situación irreversible, subrayada por los desgarradores gemidos del cello en la Sarabande de Bach, acentos que hemos aprendido a reconocer como una rúbrica de Bergman. Lo mismo puede decirse del formato de la película, dividida en 10 partes o actos más un prólogo y un epílogo, que la aproxima al psicodrama, al teatro de cámara —cuya acción esencial es dialogal o monológica— que es otra de las pasiones del director.

Sarabanda posiblemente no está entre las grandes películas de Bergman, pero muestra las huellas inconfundibles de la mano del maestro, despidiéndose de su arte y de su vida activa con un repaso postrero de los motivos y personajes que configuran su mundo. No será la mejor, pero sí representa algo que era absolutamente necesario en su producción: el fragmento que faltaba para completarla.

El Spleen de París.

El Spleen de París.
-Fragmentos-

Por : Charles Baudelaire.


II
La desesperación de la vieja.
La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.
Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos.
Entonces la viejecilla se retiró a su soledad eterna, y lloraba en un rincón, diciendo:
«¡Ay! Ya pasó para nosotras, hembras viejas, desventuradas, el tiempo de agradar aún a los inocentes; ¡y hasta causamos horror a los niños pequeños cuando solo vamos a darles cariño!»

VI
Cada cual, con su quimera.
Bajo un amplio cielo gris, en una vasta llanura polvorienta, sin sendas, ni césped, sin un cardo, sin una ortiga, tropecé con muchos hombres que caminaban encorvados.
Llevaba cada cual, a cuestas, una quimera enorme, tan pesada como un saco de harina o de carbón, o la mochila de un soldado de infantería romana.
Pero el monstruoso animal no era un peso inerte; envolvía y oprimía, por el contrario, al hombre, con sus músculos elásticos y poderosos; prendíase con sus dos vastas garras al pecho de su montura, y su cabeza fabulosa dominaba la frente del hombre, como uno de aquellos cascos horribles con que los guerreros antiguos pretendían aumentar el terror de sus enemigos.
Interrogué a uno de aquellos hombres preguntándole adónde iban de aquel modo. Me contestó que ni él ni los demás lo sabían; pero que, sin duda, iban a alguna parte, ya que les impulsaba una necesidad invencible de andar.
Observación curiosa: ninguno de aquellos viajeros parecía irritado contra el furioso animal, colgado de su cuello y pegado a su espalda; hubiérase dicho que lo consideraban como parte de sí mismos. Tantos rostros fatigados y serios, ninguna desesperación mostraban; bajo la capa esplenética del cielo, hundidos los pies en el polvo de un suelo tan desolado como el cielo mismo, caminaban con la faz resignada de los condenados a esperar siempre.
Y el cortejo pasó junto a mí, y se hundió en la atmósfera del horizonte, por el lugar donde la superficie redondeada del planeta se esquiva a la curiosidad del mirar humano.
Me obstiné unos instantes en querer penetrar el misterio; mas pronto la irresistible indiferencia se dejó caer sobre mí, y me quedé más profundamente agobiado que los otros con sus abrumadoras quimeras.

XVI
El reloj.
Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos. Cierto día, un misionero que se paseaba por un arrabal de Nankin advirtió que se le había olvidado el reloj, y le preguntó a un chiquillo qué hora era.
El chicuelo del Celeste Imperio vaciló al pronto; luego, volviendo sobre sí, contestó: «Voy a decírselo.» Pocos instantes después presentóse de nuevo, trayendo un enorme gato, y mirándole, como suele decirse, a lo blanco de los ojos, afirmó, sin titubear: «Todavía no son las doce en punto.» Y así era en verdad.
Yo, si me inclino hacia la hermosa felina, la bien nombrada, que es a un tiempo mismo honor de su sexo, orgullo de mi corazón y perfume de mi espíritu, ya sea de noche, ya de día, en luz o en sombra opaca, en el fondo de sus ojos adorables veo siempre con claridad la hora, siempre la misma, una hora vasta, solemne, grande como el espacio, sin división de minutos ni segundos, una hora inmóvil que no está marcada en los relojes, y es, sin embargo, leve como un suspiro, rápida como una ojeada.
Si algún importuno viniera a molestarme mientras la mirada mía reposa en tan deliciosa esfera; si algún genio malo e intolerante, si algún Demonio del contratiempo viniese a decirme: «¿Qué miras con tal cuidado? ¿Qué buscas en los ojos de esa criatura? ¿Ves en ellos la hora, mortal pródigo y holgazán?» Yo, sin vacilar, contestaría: «Sí; veo en ellos la hora. ¡Es la Eternidad!»

XXXIII
Embriagaos.
Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.
Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis, diminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle la hora que es; y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán:
«¡Es hora de emborracharse! Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud; de lo que queráis.»

Baudelaire.- Charles-Pierre Baudelaire, nace en París el 9 de abril de 1821. Tiene 6 años cuando su padre sexagenario, un sacerdote que había colgado los hábitos convertido en funcionario, muere. Su madre se vuelve a casar poco después con Aupick, un oficial que llegará a ser general comandante de la plaza fuerte de París. Él siempre sintió aversión por este padrastro.

Después de su bachillerato, rechaza entrar en la carrera diplomática con el apoyo de su padrastro. No quiere ser sino escritor. En gran perjuicio de su familia burguesa, frecuenta la juventud literaria del Barrio Latino. Un consejo de familia, bajo la presión del general Aupick, lo envía a las Indias, en 1841, a bordo de un navío mercante. Pero Charles Baudelaire no desea más que la gloria literaria y durante una escala en la Isla de la Reunión, deserta y vuelve a París a tomar posesión -puesto que ha alcanzado su mayoría de edad- de la herencia paterna. Se une a Jeanne Duval, una actriz mulata de la cual, a pesar de frecuentes desavenencias y numerosas aventuras, seguirá siendo toda su vida fiel amante y sostén.
Participa en el movimiento romántico, juega a ser dandy, y contrae deudas. Sus excentricidades son tales que su madre y el general Aupick obtienen en 1844 del Tribunal que sea sometido a un consejo judicial. Baudelaire, herido, no se repondrá de esta humillación. Privado de recursos, no cesará desde entonces de evitar los acreedores, mudándose, escondiéndose en casa de sus amantes, trabajando sin descanso sus poemas, intentando mientras tanto ganarse la vida publicando artículos.
Una primera obra marca sus comienzos como crítico de arte. Ese mismo año, una tentativa de suicidio le reconcilia provisionalmente con su madre.
En 1846, descubre la obra de Edgar Poe, ese maldito de Ultramar, allende el Atlántico, ese otro incomprendido que se le asemeja, y, durante diecisiete años, va a traducirla y revelarla.
Su salud comienza a deteriorarse. Se ahoga, sufre crisis gástricas, y una sífilis contraida diez años antes reaparece. Para combatir el dolor, fuma opio, toma éter. Físicamente, es una ruina. En la soledad orgullosa donde él se ha encerrado, dos luces: los escritos admirados de dos escritores todavía desconocidos, Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine, sobre su obra que se resume en una única recopilación. Las Flores del Mal, a lo que hay que añadir los poemas en prosa del Spleen de París, ensayos, (Los Paraísos Artificiales, estudio sobre los efectos del opio y del hachís), sus artículos de crítica y su correspondencia.
En 1866, durante una estancia en Bélgica, un ataque lo paraliza y lo deja casi mudo. Agoniza durante un año; amigos, para ayudarle a sobrellevar el dolor, acuden junto a su lecho a interpretarle Wagner.
Se apaga a los 46 años, el 31 de agosto de 1867, en los brazos de su madre.

Opinión. Germán Robles

Cuarta República
Germán Robles
30 de julio de 2007

Guadalajara 2011: Plataformas políticas a costa del deporte y los ciudadanos

Primero Emilio González se colgó sin mérito alguno las medallas que le dieron a Jalisco el primer lugar en la olimpiada nacional; el deporte estatal ha demostrado su liderazgo en los últimos años, olimpiada tras olimpiada, eso lo convirtió en un jugoso y apetecible botín político para el panismo, quién no tardo en capitalizarlo con la campaña mediática “Jalisco es uno” (sic) estrategia publicitaria a cargo de Herbert Taylor y pagada por los contribuyentes a quienes les sale muy caro el hinchazón de pecho provocado por el orgullo de decir ¡OH, sí Jalisco es u-no!, como una manera de autoengaño pues sabemos que Jalisco ya perdió su liderazgo y competitividad a nivel nacional y que el gentilicio sólo sirve como expresión cerril e idílica para ganarle con malas artes territorio a Colima por ejemplo .

En prensa escrita y carteles ya podemos ver también la imagen de Alfonso Petersen como principal beneficiado político de los próximos juegos panamericanos Guadalajara 2011, la propaganda de la comuna tapatía en medios giran desde ya en torno a Petersen y la promoción de los juegos, todos ellos saludan con sombrero deportivo ajeno. Eduardo Rosales Castellanos actual dirigente del PAN Jalisco así como su comitiva enquistada en las regidurías y puestos de primer nivel del ayuntamiento están apostando al tema deportivo como plataforma para lanzar al ex secretario de salud (de dudosos manejos administrativos) a la gubernatura en el 2012 aprovechando además el perfil natural que le da ser alcalde de la capital.

En el caso de Emilio González la apuesta de lucrar y sesgar los meritos deportivos (ajenos) de jóvenes -quienes son garbanzos de a libra y que su principal apoyo son ellos mismos- podrá alcanzarle como una de las plataformas hacia la presidencia de la república 2012, que junto con el actual secretario de go-bernación Ramírez Acuña serán los hombres que abanderarán el panismo nacional aclamando tomar mano por Ja-lisco. Y aunque por increíble que suenen sus nombres para tan (des)prestigiado cargo nacional y aún con la ponderable y férrea competencia, no podemos desestimarlos; no en un tiempo donde cualquiera puede ser presidente (incluso Felipe Calderón) y donde los peleles son impuestos de tal suerte que tanto FRA como Emilio cubren muy bien ese perfil.

Si bien Petersen concluye su periodo en el 2009 él llevará todo el control político y mediático de la justa panamericana, se dejará la estafeta en el periodo entre 2010 y 2012 a un alcalde de bajo perfil que sea manejado por Rosales Castellanos y sea de las simpatías del promotor de la Villa olímpica en el tradicional parque Morelos. Petersen trabaja a marchas forzadas y a contrarreloj para explotar un capital publicitario como pocos, pero también de su desempeño depende su fututo político o declive, y para muestra de que las cosas no le van bien basta un parque llamado Morelos donde no ha podido aún tomarle el pelo a los vecinos y un escándalo que le destapo la auditoria superior de la federación por malversación de millonarios fondos durante su traspié por la SSJ y de los cuales la ASF aún tiene pendiente liberar responsabilidad, si la auditoria comprueba responsabilidades, el PAN de Herbert Taylor tendría un botín de información para chantajear y controlar a Petersen Farah como cualquier implicado que se relacione con este y pretenda ser competencia interna para Emilio González y su gente ávida de saciar sus fauces de mezquindad y puestos públicos prometidos para el devenir.

A pesar de las lluvias en la ZMG que han provocado una decena de muertos en la última semana, se mantiene el dicho de que dios castiga sin pala y sin cuarta, a los ciudadanos parece pesarles un mal mucho mayor y es el castigo de su pésima y frívola clase política; quienes en un tour político familiar visitaron tierras cariocas para recibir la estafeta de los próximos juegos panamericanos en Guadalajara, una treintena (al menos) de funcionarios de primer nivel estatal, entre ellos 8 diputados locales entre los que encontramos a viajeros frecuentes cuyos puntos les hacen ganar millas presupuéstales, en la lista de pasajeros están entre otros los perredistas Samuel Romero y ¡oh sorpresa! también Carlos Orozco Santillán portavoz obradorista de la aus-teridad valiente y doliente crítico del aeropuerto internacional de Guadalajara cuya vergüenza debe de maquillarse para recibir al turismo de élite quién trae divisas a la ciudad, cuyas rutas de paseo serán trazadas para el comercio olímpico, ocultando a los prietos que hay en el parque Morelos y el centro a cambio de una frívola Villa, claro enajenando a la Guadalajara tercermundista de los pobres de la vista de turistas y atletas, la cuál sufre de problemas de infraestructura hidráulica que provocan muertitos.

No estaría demás hacer una petición al IFAI (no creo que el ITEI jalisquillo pueda responder) para que nos muestre las bitácoras de vuelo donde viajo la ilustre comitiva estatal, así como las facturas de gastos diversos de hospedaje, transporte, alimentación, servicios jurídicos, entre otros. Seguro que la sorpresa sería mucho mayor a darnos cuenta de la verdadera cantidad de ocupantes, coludos y el despilfarro, sería más de lo que se presume en medios.

La experiencia histórica de albergar justas futboleras u olímpicas en México es más bien amarga y no hay emotividades deportivas que la puedan disimular. En el 68 la justa olímpica fue precedida de una matanza estudiantil en Tlatelolco, vimos nacer al ridículo impuesto de la tenencia y un sinnúmero de vicios ocultos por parte de distintos gobiernos durante el México 70 y 86 a causa los mundiales de fútbol. Bueno, todavía estamos a cuatro años de los panamericanos y el despilfarro de recursos ya comenzó, -así como la estúpida geopolítica deportiva que provocarán mas que beneficios daños y conflictos sociales-, como la de construir una Villa que elimina la participación social y busca una limpieza étnica, para abrir paso a malls, cafés y comercios fashion con vista al parque.

Si bien estos vicios no son endémicos de estas latitudes, la población jalisciense es víctima de la despolitización y la desinformación. Es sumamente vulnerable a los abusos de poder, a la injusticia, al nepotismo, a la falta de transparencia; al fanatismo clerical que ofician los propios gobiernos panistas. Pero la cuestión no termina allí, existe también un descontento social que emerge paulatinamente, que mezclados con demandas e injusticias sociales crean un caldo de cultivo poco encomiable y muy riesgoso sobre todo para una autoridad panista que ya demostró su intolerancia y tacto de elefante para contener manifestaciones sociales, se suma a ello los tiempos turbulentos a nivel nacional provocados por Calderón.


El 28 de mayo de 2004 hubo una brutal represión en Guadalajara con motivo de un evento internacional, la ciudad se convirtió en un bunker; para los juegos del 2011 seguramente volverá a suceder lo mismo; el gobierno pretende enmascarar a una ciudad dando una imagen que no tiene, y la tentación represiva siempre estará presente, pues siempre habrá grupos y organizaciones civiles que aprovecharán la vitrina deportiva para hacerse escuchar. Ese es uno de los excesos más riesgos cuando vienen este tipo de eventos y muy pocos lo advierten. Al tiempo; que haya juegos, muy bien, sólo cuestionemos ante todo ¿a beneficio real de quién? Lo que no debemos permitir es que para su efecto se pisotee a los ciudadanos como ya se comenzó a hacer.


Analista político

roblesg2@gmail.com

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