La planificación comenzó al revés; no se generó sentimiento de arraigo en los vecinos, expresó
Las autoridades municipales ni tecnócratas resultaron en la planeación de la Villa Panamericana en la zona del parque Morelos, consideró Bernardo Jiménez, investigador del Centro de Estudios Urbanos de la Universidad de Guadalajara (UdeG). El doctor en psicología social y diseño urbano participativo consideró que el verdadero trasfondo de los planes del alcalde Alfonso Petersen Farah es la gentrificación, cuya traducción literal es aburguesamiento.
Jiménez explicó que la planeación tecnocrática “nunca es el mejor camino y hay muchas evidencias de ello en la historia del urbanismo contemporáneo”. Pero en el caso del proyecto del Ayuntamiento de Guadalajara “el problema es mayor”.
Para abundar más sobre lo que dice el experto que está en lo cierto, recordemos el proceso de depuración étnica que sufre el centro histórico, donde el comercio popular está siendo eliminado, desde las golpizas a ambulantes del centro histórico, el despojo de comerciantes muebleros purepechas de Esteban Alatorre y ahora quieren sacar a la chusma del parque central Morelos, para generar un concepto urbanístico frívolo, enajenando la participación social.
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Expuso que si no se consideró esta corriente, menos se tomó en cuenta la opción más viable para este proyecto, que es la planeación participativa, que es con la que se genera la creatividad social y un sentimiento de arraigo. El profesor de la maestría en Urbanismo y Desarrollo de la UdeG señaló que las acciones del alcalde Alfonso Petersen Farah en el proyecto de la Villa Panamericana hablan de una limpieza social con la destrucción de redes sociales.
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