Hay que figurarse el futuro y verse en él. Hay que fabricarlo. Un futuro próximo, no distante; un futuro que comienza hoy mismo, a la vuelta de la esquina, que es ya ahora.
Por eso no es necesario lanzar la flecha demasiado lejos: el objetivo está más cerca. Es falso que exista un destino fatal. Creer tal cosa es apuntarle al fracaso y sentarse a esperarlo. Es negarse a plantar el árbol y a recoger los frutos.
tomado de: El cuaderno para el ciudadano en apuros. 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario