-un poco atrasada la nota, pero me parecio importante incluirla, pa' conocer las mentiras del pelele, la intromision de la iglesia catolica y el 'respeto' del nuevo (des)gobierno a los medios de comunicacion-
alvaro delgado
México, D.F., 2 de julio (apro).- Felipe Calderón aseguró, el 4 de junio, que en la entrevista privada con el jefe del Estado vaticano, Joseph Ratzinger, no habló con él sobre el aborto, cuya despenalización hasta las 12 semanas de gestación aprobó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), y otros asuntos que le importan al clero político.
Pero Calderón mintió: el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, aseguró que el tema del aborto fue discutido con el Papa Benedicto XVI en la reunión de 22 minutos que sostuvieron ese día, y reveló, además, que dialogaron sobre otros temas de la agenda de la derecha contrarias a la Constitución: la oposición a las sociedades de convivencia, la eutanasia y la ampliación de la libertad religiosa.
Diez días después de esa visita, el 13 de junio, Bertone reveló a la corresponsal de Televisa en Italia, Valentina Alazraki, que Calderón y Ratzinger hablaron de dar nuevos pasos en la libertad religiosa para impartir enseñanza religiosa en los colegios --oficiales y privados-- y los sacerdotes católicos puedan acceder a cargos de elección popular.
La información fue difundida por la página de Internet de Noticieros Televisa, pero no se transmitió en ningún espacio informativo de esa empresa. Claro, para no exhibir a Calderón en semejante mentira.
Ahora Calderón miente otra vez y alega inocencia en la cancelación de Monitor, el noticiario fundado hace 33 años por José Gutiérrez Vivó, quien aseguró en la última de las 41 mil 100 emisiones --el viernes pasado-- que fue asfixiado por un boicot publicitario decretado por el gobierno de Vicente Fox y que continuó con el actual.
Ya desde el 6 de diciembre, cinco días después de la toma de posesión de Calderón, Gutiérrez Vivó reveló el boicot al noticiario y dio a conocer que Maximiliano Cortázar, el exbaterista de Timbiriche que ahora cobra como vocero de Calderón, le advirtió que no habría una entrevista con Calderón: “Están castigados. Vamos a ver cómo se comportan. Si quieren difundir nuestra información bien, si no, también.”
El viernes, el conductor de Monitor, reveló otra parte de la estratagema del gobierno: antes de la toma de posesión, se reunió con Calderón, supuestamente interesado en conocer detalles del litigio que desde 2004 tiene con el Grupo Radio Centro, de la familia Aguirre, y cuyos fallos favorables habían sido obstaculizados por Fox.
Calderón, relató Gutiérrez Vivó, se quitó el saco, tomó lápiz y leyó minuciosamente el expediente: “Estuvo revisando un buen rato el paquetazo y me dijo: ‘No hay la menor duda, ustedes ganaron. No tiene vuelta de hoja. Los señores (Aguirre) tienen que pagar, te lo digo como abogado que soy’. El solo lo dijo. Está grabado.”
Sin embargo, no sólo no se resolvió el litigio que obliga a Radio Centro a pagarle 21 millones de dólares a Monitor, sino que la sequía publicitaria desde el gobierno de Calderón se agudizó: “La publicidad no llega, y no llega porque hay indicaciones de que no llegue. Es un boicot económico”, afirmó Gutiérrez Vivó.
Ahora Calderón dice lamentar el cierre de Monitor --el primero de su gestión--, niega el boicot publicitario, asume el papel de perdonavidas y hasta les enmienda la plana a sus jilgueros, que le imputan a Gutiérrez Vivó ser ¡perredista!, como decía Fox: “Jamás hubo un señalamiento de reproche o de sesgo en la información relativa hacia a mí por parte de él, como ocurre o ha ocurrido en algunas ocasiones en ciertos medios”.
Pero no hay que irse con la finta: está más que acreditado que Calderón está reñido con la verdad --el episodio descrito sobre el Papa es apenas un ejemplo—y, sobre todo, que utiliza los instrumentos del poder presidencial para liquidar a quienes identifica como enemigos, que no son necesariamente los criminales.
En el caso de los medios, y la relación que ha establecido con ellos --sobre todo los audiovisuales--, Calderón aplica la misma política patrimonialista y arbitraria de cualquier autoritarismo: utilizar los recursos públicos --de la sociedad, no suyos-- para revitalizar el oficialismo de siempre y robustecer el nuevo.
Y, en contraparte, pretende someter cualquier conducta disidente y liquidar a quienes identifica como enemigos, particularmente a los medios impresos que informan con datos.
Aquí lo hemos apuntado: sólo para difusión, que por supuesto no incluye otro tipo de canonjías a los amigos, este año Calderón dispone de 3 mil 700 millones de pesos, superiores al promedio de 2 mil 300 millones anuales en los seis años de Fox.
El caso de Monitor es emblemático de esta lógica corrupta del poder, que va más allá de si Gutiérrez Vivó se equivocó al asociarse con los Aguirre
--que en sus estaciones han transmitido jingels como “gra-cias-Vi-cen-te-Fox- por-la- democracia” o loas a Calderón después del 2 de julio-- o si abrió espacio a Andrés Manuel López Obrador.
El peligroso mensaje que se envía, además del boicot publicitario gubernamental, es que la pluralidad de voces en México no tiene cabida en los medios, que éstos deben estar subordinados al poder y no a criterio de la sociedad, que premia o castiga en mérito de la información.
Si se concienten ataques como a Monitor --por mezquindades, fobias, ignorancia, pasividad o cualquier pretexto-- se abona lo que ya es nítido para quien quiera verlo: La involución autoritaria que padece el país…
Apuntes
Hoy se cumple un año de las elecciones que, por si hiciera falta, dividieron políticamente al país. Seguimos igual. Y no tanto por el conflicto electoral, sino porque la mitad de México padece la pobreza que no puede ocultarse bajo la alfombra de la propaganda. Calderón se comprometió, por escrito, a terminar con 27 millones de pobres en seis años. Así lo enuncia en su libro El hijo desobediente. Apuntes de campaña. Pero la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, aclara que sólo podrá aliviarse, en el mejor de los casos, la pobreza de cinco millones 700 mil mexicanos. Textual.
delgado@proceso.com.mx
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