jueves, 29 de marzo de 2007
Por María Teresa Jardí
Una característica del fascismo es el cinismo que acaba por convertirles --a los fascistas-- la cara en una máscara. Y ahí está la foto de Aznar que recorre el mundo, convertido en ideólogo del PAN mexicano y quien con el apoyo de Manuel Espino, de El Yunque, ha decidido ir por la vida combatiendo los movimientos indígenas y altermundistas.
¡Ni hablar! Cuando se corrompe la clase política hasta la médula se les licua el cerebro a los fascistas. Y por eso, descerebrados que acaban por transitar por la vida, se rasgan las vestiduras ante la idea de la despenalización del aborto, pero, son tan considerados, que sí consideran que los pederastas pueden ser miembros distinguidos de sus familias.
Ya se sabe que sería una grave pérdida, para tan excelsos fascistas, que las mujeres puedan decidir no tener hijos que no sean deseados. ¿De dónde sacarían los pederastas prianistas a los niños que necesitan para abusar de ellos?
Cualquiera sabe que los pederastas, que sí pueden ser familia para los panistas, repito, necesitan carne fresca y esa carne debe salir de los embarazos no deseados de las mujeres pobres, porque las hijas de los ricos abortan en los hospitales más caros del monopolio encargado de prestar el servicio de salud a los que tienen para pagar por ella.
Se saben corruptos y son malditos los fascistas. Se saben y son despreciables. Impasibles lo aguantan todo porque para ser lo que son se tiene que perder por completo la vergüenza. Las caras de los senadores Felipe González, Federico Döring, Santiago Creel y Gamboa Patrón, grabadas por la telecracia en la sesión del Congreso donde aprobaron la "perfectible" Ley del ISSSTE, para robar las cuotas de los trabajadores, guardadas a la fuerza, de cara a las jubilaciones que no van a tener nunca en la vida. Las jubilaciones tempranas son para los Gurría aunque sigan trabajando de funcionarios de alto nivel, para las mafias pues.
Las caras convertidas en máscaras, sin rictus siquiera, lo decían todo, mientras los cuestionaban --como si verdaderamente fueran representantes sociales, así debió oponerse Pablo Gómez a la Ley Televisa y quizá hoy la lamentable historia del país sería menos lamentable-- de manera magistral los senadores perredistas.
Pero pocas cosas definen el fascismo mexicano como las declaraciones de un portento de bestialidad humana llamado Fernando Urbiola Ledesma, diputado panista, presidente de la Comisión de la Familia en el Congreso de Querétaro, quien acaba de declarar que: "Una pareja de homosexuales no puede ser considerada como una familia (.) De otra forma, una persona con su mascota, pues tendría que tipificarse como una familia", comentó.
No voy a defender el derecho a formar una familia de los homosexuales porque los homosexuales pueden defenderse solos. Baste con decir que en los países civilizados por supuesto que pueden formar familias los homosexuales. Y el que en México la derecha fascista nos quiera hacer retroceder al siglo XVI no cambia el que la humanidad transite en el XXI.
Mis mascotas son mi familia. Las mascotas de los seres humanos pensantes, con valores, con ética y con principios, son parte de su familia. Las mascotas no se corrompen y no asesinan niños nacidos como sí asesinan y toleran que se asesinen los panistas. Las mascotas son sensibles y a ninguna mascota se le ocurriría asesinar a ningún animal humano que antes no la hubiera atacado, como asesinaron a los gatos y a los perros en Temozón Sur, Patrón Laviada, Fecal y Roberto Hernández, para recibir al terrorista Bush.
Las mascotas tienen mucho más cerebro del que están demostrando tener los fascistas panistas. ¡Viva El Yunque! ¡Mueran: los homosexuales que no son parte del selecto club de políticos prianistas, porque los pederastas también pueden ser homosexuales, mueran las mujeres y los niños nacidos, después de ser abusados, mueran los ciegos, los cojos, los mancos, los no ladrones, los no corruptos, los jóvenes y los que queden por voluntad propia fuera del circuito de las mafias gubernamentales y empresariales! Las máscaras para la cara y las nuevas consignas del PAN quitadas las máscaras
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