Luis Javier Garrido
La destrucción anunciada del ISSSTE implica un paso adelante en la imposición en México del proyecto trasnacional que, en aras de los privilegios del gran capital, busca cancelar los derechos de los trabajadores a la seguridad social y a la salud. Es, por lo mismo, un nuevo de-safío para todos los mexicanos.
1. La aprobación, en unos cuantos días, por la mayoría PRI-PAN en el Congreso de una ley que siguiendo los lineamientos del Banco Mundial desmantela el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), creado en 1959, es la primera de las grandes contrarreformas legales que los neoliberales mexicanos llamaron "paquete estructural", y constituye por lo mismo un paso significativo en la liquidación del Estado surgido de la Revolución y en la cancelación de derechos básicos de los mexicanos.
2. La nueva contrarreforma no puede dejar de calificarse de histórica, pues al crear el Pensionissste como una Afore pública transitoria para administrar los 2 billones de pesos de las pensiones, que se transferirán en tres años a administradoras privadas, se dejará en el futuro a los trabajadores del Estado sin la posibilidad de un retiro con un mínimo de dignidad y se crearán las condiciones para el desmantelamiento de la infraestructura médica del instituto, cancelándose los derechos de los trabajadores del Estado tanto a la seguridad social como a la salud.
3. El ISSSTE, por ende, sí se privatiza, contrario de lo que sustentan los priístas, pues sus funciones las cumplirán ahora entidades privadas, no con un fin de solidaridad, sino con afán de lucro, y la seguridad social, que era su fin último, se va a tornar incertidumbre para sus afiliados, al tiempo que un puñado de especuladores se va a enriquecer aún más a costas de los trabajadores.
4. La derecha mexicana está, por consiguiente, festejando el acuerdo cupular, concluido en contra de los intereses de los mexicanos y a espaldas de los legisladores, pues asume que las negociaciones secretas y la mecánica fast track seguida constituyen un precedente que propiciará que culminen en 2007 la privatización del sector energético y la contrarreforma laboral que cancele los derechos constitucionales de los trabajadores, como lo exige el capital trasnacional.
5. La forma sí es importante en lo acontecido y sí se trata de un "mayoriteo" a la vieja usanza, al relegar la representación política formal del país a un conjunto de levantadedos, ya que incluso el dictamen de la comisión fue elaborado en las oficinas del gobierno, y es, de paso, una burla más a los mexicanos, pues éstos no se enteraron de lo acordado ni pudieron discutirlo, dado que el anteproyecto no apareció sino hasta el día 15 de marzo en la página web de la Cámara de Diputados.
6. El artífice principal de la contrarreforma no es Felipe Calderón, como pretenden inducir los medios oficialistas, pues éste no es más que un pobre pelele de los intereses dominantes, sino Carlos Salinas de Gortari, quien al dominar el PRI tiene la llave maestra de las decisiones, y logró: a) mediante su operadora en la burocracia oficial, Elba Esther Gordillo, controlar con su nuevo sindicato a la burocracia del ISSSTE -en lo que contó con la complicidad del viejo hampón del priísmo, el también salinista Miguel Angel Yunes, actual director del instituto-, y b) a través de sus dos testaferros en las cámaras -el senador Manlio Fabio Beltrones y el diputado Emilio Gamboa Patrón-, encauzar, sin mucho problema, por cierto, las bancadas tricolores para que aprobaran de manera disciplinada la medida.
7. La contrarreforma, aunque no se diga, constituye paradójicamente un paso más en la desaparición del PRI, que ha perdido ya su razón histórica de ser, pues en el proyecto derivado de los acuerdos Salinas-PAN (1988) este organismo político cumpliría un papel transitorio durante dos o tres sexenios, en los que se desmantelaría el Estado nacional hasta que el poder político quedase de manera definitiva en manos del partido de la derecha mexicana, y la hora está llegando. El PRI, al liquidar el ISSSTE, prosigue su autoliquidación.
8. Esta contrarreforma no hubiese sido posible sin la intervención de la corrupta capo sindical Elba Esther Gordillo, quien está siendo el pilar del nuevo corporativismo blanquiazul, en el que las viejas y nuevas organizaciones sindicales, encabezadas por líderes tanto o más corruptos que los del pasado, son plenamente funcionales a los intereses trasnacionales.
9. El fraude electoral de 2006 no fue, por consiguiente, nada más para llevar a un títere a la Presidencia y garantizar a través del PAN el control del Estado a un puñado de traficantes de influencias, sino para profundizar un proyecto económico y político que busca destruir el Estado nacional y entregar el país al control de multinacionales.
10. El sistema de "seguridad social" impuesto por el Banco Mundial ha fracasado en todo el mundo, como todos los proyectos neoliberales, y no hará en México más que agravar la crisis nacional.
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