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martes, marzo 27, 2007

LAS RESCATABLES DE PÚBLICO MILENIO

Pues siguen de mal en peor, el domingo sus articulistas nacionales tenían línea de decir que AMLO ya estaba solo, pero la gente y la realidad les cerraron la boca (referencia, las primeras planas de ayer en los diarios del grupo Milenio). Por suerte, hay varias notas de los articulistas de Jalisco, van las mejores de los últimos 4 días. Primero, con una nota de Rubén Martín, en la que nos informa de las consecuencias de la caída de los empleos formales en Jalisco (¡Gracias PAN!):

En Jalisco, la seguridad social cayó
  • La cobertura social no creció en Jalisco
  • Cada vez más personas se autoemplean y se quedan sin seguridad.
  • En 2005 hubo menos cobertura que en 1990; se redujo en 23,067 mil afiliados. La cobertura pasó de 65.7 por ciento a 51.3 por ciento en quince años.
26-Marzo-07
El acceso de los jaliscienses a las instituciones de seguridad social en Jalisco se ha reducido en los dos sexenios en que ha gobernado el Partido Acción Nacional (PAN) en Jalisco. El cambio fue drástico en quince años.

Entre 1990 y 2005 (fechas para las que hay datos oficiales) la población total en Jalisco aumentó un millón 449,424 habitantes, pero en cambio la población incorporada a instituciones de seguridad social se redujo 23,067 afiliados. En 1990 había tres millones 486,900 personas incorporadas a las instituciones que prestan seguridad social, mientras que en 2005 la cantidad era de tres millones 463,113 personas.

En 1990 dos terceras partes de los jaliscienses (65.7 por ciento) tenía seguridad social; en 2005, apenas poco más de la mitad (51.3 por ciento).

La cifra más reciente ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y por el gobierno del estado de Jalisco, en el último informe de gobierno de la Administración de Francisco Ramírez Acuña muestra una ligera recuperación respecto a 1995 y 2000, cuando solamente 46 por ciento de la población contaba con servicios sociales.

La recuperación en las cifras de seguridad social para los jaliscienses en 2005 se debe a la introducción del Seguro Popular creado en la Administración federal de Vicente Fox Quesada. En 2005 el Seguro Popular ofrecía servicios de salud a 11.9 por ciento de la población total derechohabiente en el estado. (o sea que en realidad sólo el 39.4% de de los jalicienses tienen seguro gracias a un trabajo formal)

Los otros establecimientos que ofrecen estos servicios son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y los institutos equiparables de Petróleos Mexicanos y de la Secretaría de la Defensa Nacional. En 2005 el IMSS cubrió 51.3 por ciento de la población derechohabiente en Jalisco, 5.3 por ciento el ISSSTE, 0.6 por ciento las instituciones de Pemex y la Sedena y 5 por ciento fueron proporcionados por instituciones de seguridad del gobierno estatal y otro tipo de instituciones públicas o privadas, según las cifras que ofrece el INEGI.

El descenso en la cobertura de los servicios sociales en la entidad parece explicarse por el lento crecimiento en la creación de empleos formales, que son los que conceden la prestación de los servicios de seguridad social a los empleados. Si bien en el sexenio de Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2000), primer gobernador panista en Jalisco, se crearon 386 mil empleos permanentes en la entidad, en el sexenio de Francisco Ramírez Acuña (2001-2006) apenas se crearon 146,788 trabajos asegurados ante el IMSS, lejos de los 360 mil que se requirieron en ese periodo.
Ante el déficit de puestos de trabajo que se crean en el sector formal de la economía, una parte importante de los trabajos creados se hacen mediante subcontrataciones (empresas de outsourcing) donde las contrataciones son temporales y por tanto las prestaciones sociales se restringen. Un ejemplo ocurre en la industria electrónica, donde 60 por ciento del personal que trabaja en dichas empresas es subcontratado, según reconoció el jueves pasado el presidente de la cámara del ramo, Ricardo Gómez. El dirigente empresarial declaró lo anterior ante el caso del cierre de la planta de Hitachi en El Salto, que dejará sin empleo a 4,500 trabajadores.

La otra vía que tienen para obtener ingresos consiste en trabajar en empleos sin seguridad social o autoemplearse, lo que equivale a no tener prestaciones sociales. En el último sexenio el número de trabajadores por cuenta propia aumentó de 551 mil a 587 mil personas, según los reportes de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

Si bien el número de afiliados a los servicios del IMSS creció entre 1995 y 2005 en 795 mil derechohabientes, ésta alza no cubrió el crecimiento poblacional que tuvo el estado (1.4 millones).

Lo que no creció entre 1995 y 2005 fue el número de empleados de la delegación del IMSS en Jalisco, al contrario, hubo una disminución de 597 empleados en ese periodo: pasó de 26,191 trabajadores en 1995 a 25,594 en el año 2005. Esta disminución en el número de empleados en el Seguro Social parece explicar el deterioro en la prestación de los servicios del IMSS, debido al aumento de la carga de trabajo para los empleados de la institución.

El descenso en el porcentaje de población con seguridad social en Jalisco coincide con el periodo de cambio de modelo económico que se impulsó en la región: de un modelo orientado al mercado interno a otro de economía abierta y de la asociación en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Eso explica por qué hay mujeres que dan a luz en los pasillos y en el piso de los hospitales del IMSS. Parece que al IMSS también le están aplicando la misma receta privatizadora que le están aplicando a CFE y Pemex de destruir las instituciones a como de lugar mientras se pagan salarios principescos a los encargados de las Secretarías de Estado de destrucción de instituciones. Pero priístas y panistas tienen el descaro de autodenominarse los defensores de las instituciones.

Qué falta de vergüenza.

De Cecilia Márquez, ex-vocera del PRD Jalisco:

El poder de las mentiras

“La falla de nuestra época consiste
en que sus hombres no quieren
ser útiles sino importantes”.
Winston Churchill

El poder de la mentira es implacable y efectivo; siempre y cuando la prohibida verdad aparezca.

Esta semana he reído hasta el cansancio por las “verdades a medias” —mentiras reales— que dicen desde el más alto funcionario nacional hasta el inoportuno burócrata municipal; afirmado empresarios millonarios y pésimos empresarios locales.

Todos son los más impíos y puros, casi angelicales figuras con disposición al bien sin mirar a quien. Almas sacrificadas al servicio público que con la bienaventuranza de la fe ciega en ellos: tendrán “el poder” de hacer milagros asombrando a todo incauto.

¿Dónde están los grandes estadistas? —Esos respetables hombres, sabios, cultos, entregados y desinteresados con disposición de ayudar y servir de verdad. ¿Quien convenció a todos los políticos y empresarios que tenían que ser importantes sobre todas las personas?

¡Caray! En pleno siglo XXI hay trabajadores que no cuentan con sueldos dignos, ni con las prestaciones de ley, la seguridad laboral y social que la constitución marca. Por qué hay políticos que lo permiten, que de forma impune se violente los derechos humanos y laborales cuarteando el Estado de derecho, asesinando a la democracia.

Hay ley selectiva. A tí sí, pero a tí no: por ser feo, pobre y prietito, ¡ah, y naco!…A tí no por ser indígena, intelectual, joven, anciano, homosexual, madre soltera, discapacitado, por sincero, “por pecador”.

¡Estos poderosos no son más que una bola de sinvergüenzas ventajosos sin llenadera! Aprovechados de la necesidad de otros. Con alevosía sólo hacen arreglos de beneficio personal.

La verdad no tiene precio: es tan barata. La mentira es costosa entre más grande sólo “los poderosos e importantes” la pueden pagar.

A estos “inútiles” la ironía pura es su compañía: Cada día les creen menos, dejan de ser ejemplo y pierden respeto, acaban con su poca reputación.

Abucheémoslos sin temor ¡Eso! silbémosles en sus discursos, acallemos sus mentiras, no irrumpamos su derecho de expresión, apliquemos al final el nuestro: con trompetillas supliendo los hipócritas aplausos.

“La verdad os hará libres”. Quizás por eso la mentira nos ha hecho prisioneros en nuestra propia nación.

Todos tenemos el real poder de ser útiles, de hacernos respetar con dignidad, aplicando la constitución.

A esos mentirosos compulsivos con aparador mediático ignorémoslos, como dijo Arturo de Córdova porque “no tiene la menor importancia”.
marquez_cecilia@hotmail.com

Cecilia Márquez fue la dama que decidió hacer un performance y desnudarse en la Plaza de la Liberación en Guadalajara para protestar en contra del fraude electoral; supuestamente la respaldarían el PRD local (era su vocera) y varias docenas de artistas que finalmente le dieron la espalda. Fue despedida por el PRD y sufrió el acoso social en la fuerte, justa y leal ciudad de Guadalajara. Más información sobre este desagradable asunto en esta nota del sendero. Se publica su dirección de correo para que los renegados le puedan enviar las muestras de apoyo a esta mujer valiente.

Adrián Acosta:
México ganador

En el acto de reconocimiento al dueño de Microsoft, Bill Gates, el presidente Calderón afirmó que quiere un “México ganador”. Es una frase que repite con cierta frecuencia desde su campaña y que lo identifica con una corriente neoconservadora que concibe al mundo en términos de ganadores y perdedores, y con la que expresa su misión principal de hacer de México “un país de ganadores”. Más allá de la vaguedad de la frase, de su insoportable ambigüedad, lo que importa es el sitio y el momento en que Calderón repite la oración para marcar su proyecto, su posición y ambiciones: mexicanos ganadores, exitosos, competitivos, comprometidos. El problema es, por supuesto, que en México y en el resto del mundo los ganadores son pocos y los perdedores muchos, y ello es producto de factores internos y externos que corresponden a fenómenos que escapan al control de gobiernos y sociedades, pero que se agudizan ante la ausencia de acuerdos políticos fundamentales para el desarrollo, que en el caso mexicano tienen que ver, abrumadoramente, con el tema de la pobreza, la desigualdad y la marginación.

¿Cómo producir “ganadores” en un clima donde no existen políticas y política que aseguren cohesión mínima de la acción pública en torno al gravísimo e histórico problema de la desigualdad y la pobreza? El hombre más rico del mundo dirá que con computadoras, filantropía y buenos deseos, pero el está en su papel y en su momento, y nada le obliga a decir nada más. Pero el Presidente mexicano tiene, más que nadie en el país, la obligación de explicar cuál es la política que permitirá que haya menos perdedores en el juego del desarrollo, y que los ganadores no se lleven (casi) todo, como lo han hecho desde hace demasiado tiempo. Luego de la depresión pospolítica del 2 de julio, de los reacomodos, resignaciones y nuevos posicionamientos de rigor, la vida pública reclama de la política algo más que nobles intenciones y buenos deseos presidenciales.

El discurso de los ganadores es parte de una retórica hueca, bueno quizá para protocolos de ocasión, mítines políticos, y reuniones con empresarios, pero muy malo para descifrar la ecuación maldita del subdesarrollo mexicano. Al igual que los actos de fe “a-favor-de-la-vida” que ahora el oficialismo, el panismo y sus simpatizantes —entre los que destacan, por supuesto, las túnicas púrpuras de la jerarquía católica— lanzan contra el reclamo civilizatorio que hay detrás de la propuesta de despenalización del aborto en el DF, la palabrería presidencial alrededor de la imaginaria figura del México Ganador sólo esconde una renegrida colección de prejuicios que impiden un debate político y social serio sobre el tema de la pobreza mexicana realmente existente, la que todos los días asoma la cara en las esquinas citadinas, en los hospitales públicos y en las afueras de las escuelas urbanas y rurales. Las palabras presidenciales sólo reflejan la certeza de que el mundo de los ganadores es, también, una invención producida por la fe y sus milagros.

UPDATE: Además, se recomienda AMPLIAMENTE escuchar la edición de ayer del Programa Cosa Pública de Rubén Martín y Agustín del Castillo. Resalta mucho la entrevista al vocal del Instituto Electoral de Jalisco, Esteban Garáiz, quien además de mencionar muchos aspectos muy significativos que hace falta mejorar en materia electoral, lo dice con todas sus letras: Hay 4 delincuentes electorales que inpunes: José Luis Barraza, José María Aznar, Lorenzo Servijte y Coppel.

Para escuchar el programa:
Programas Notisistema
Cosa Pública ( Lunes 26 de Marzo de 2007 )

Podcast iTunes
Podcast Genérico

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