Opinión - Julio Hernández

Astillero

La Jornada

Caballeritos

Paraíso esquirol asegurado

Fraude mexicano exportable

Marinela Gómez del Bimbo

Cambió el jinete pero sigue el mismo caballo o, dicho al estilo caribeño, los mismos caballeritos. Dos personas distintas y un sólo servilismo verdadero: el anterior caballerango de los gringos desplegaba un estilo atrabancado y el actual pretende dotarlo de un aire menos silvestre, pero en el fondo es lo mismo: mantener al gobierno de México como esquirol frente a los procesos latinoamericanos que buscan tomar distancia y mejorar sus condiciones frente al imperio estadunidense.

No hubo en este viaje presidencial la cuota de barbarismos que el antecesor solía producir en cada ocasión en que salía pa'fuera al exterior (amable contribución de esta columna a la colección de dislates foxistas), pero sí una sombría e indigesta postura del representante oficial de México en la que parecieran materializarse inseguridades y complejos personales, de bando político y de visión nacional. Tiene un inevitable tufo a anuncio de masajes eróticos en página de avisos clasificados el pretender colocar a México en el escaparate internacional a partir de su ofrecimiento como paraíso contra "populismos" y amable pista de aterrizaje para inversiones expulsadas de otros lados. México debe desarrollar opciones y proyectos propios, sin necesidad de convertirse en segunda mesa en espera de platos rechazados en la primera. Pequeño de estatura política e ideológica se vería México si a despecho de su historia se empecinara en convertirse en marioneta del imperio deseosa de ganarse unos centavos peleando con los pueblos hermanos del sur.

El trayecto de Felipe Calderón en foros internacionales pareciera ir sumando amarguras y frustraciones a las que ahora pretende dar salida lanzando abiertas críticas a los gobiernos de Venezuela (¡por supuesto!), Bolivia y Argentina. El michoacano (un señor chaparrito, pelón y de lentes, cuyo vicepresidente se apellida Martiño) ni siquiera ha tenido aquel "bono democrático" que le permitió a su antecesor viajar por el mundo con aires de novedad y esperanza. De Calderón todo mundo sabe la manera en que llegó al poder y la difícil circunstancia en que transcurren sus días (para no ir tan lejos: donde quiera que se para le hacen duros reproches relacionados con el fraude electoral y la represión, sobre todo en Oaxaca). La reacción que tuvo ayer Hugo Chávez resulta suficientemente explícita, pero no todos los gobernantes latinoamericanos creerán necesaria tanta claridad declarativa, aunque saben bien que en México hay ahora una versión mal corregida y peor revisada del papel esquirol que Fox inició y Felipe está decidido a continuar.

Las lamentables batallas internacionales de Calderón meten en problemas a la encargada de las relaciones exteriores, una tímida señora que en ruedas de prensa no sabe bien a bien qué decir. Con tan mal tino la señora SRE (Sra. SRE) que, sin poder justificar los desatinos de su jefe caballerito, llega al extremo de decir cosas positivas del villano Chávez como, por ejemplo, que llegó al poder por la vía democrática y sin impugnaciones (¡oh, que no escuchara Felipe 0.5% esas cosas porque ya estaría alegando que él... que él....! Bueno, algo diría, como esa descortesía extrema de mencionar frente a su anfitriona alemana que él había ganado la presidencia por un margen de diferencia mayor que el de la propia Merkel).

Otro distinguido caballerito, Manolo Espino, organizó el viernes pasado una fiesta inmobiliaria a nombre del eje de grupos de democracia cristiana en América y, aunque no se pudo avanzar en la organización de una magna función de box de Felipe contra Chente como platillo principal (pues el ex dijo que no quería ir a ese acto si no fuera acompañando al actual ocupante de Los Pinos), se aprovechó la ocasión para decir que esos grupos de derecha buscarán exportar el modelo de apropiación del poder que tan buen resultado dio a Calderón (¡Yeah: los consejeros del Instituto del Fraude Electoral podrían dejar México y crear sucursales en países donde la derecha quiera empoderarse!). El siempre claridoso Espino tuvo oportunidad, por lo demás, de insistir en que el licenciado Lipe será muy dragón en otros lados pero no es el jefe del PAN./

La búsqueda de fórmulas que permitan al calderonismo sentirse envalentonado llevó a la Primera Familia del País (¡gulp: PFP!) a colocar a una de sus accionistas como presidenta del comité panista del Distrito Federal, derrotando así las pretensiones del malvado Espino de sostener a su cachorro Gelista en el cargo, instalando una cuña que pretenderá enfrentar a Marcelo Ebrard y confirmando que los empresarios como Míster Servitje siguen influyendo abiertamente en la toma de decisiones políticas (los empresarios impidieron que alguien ganara la Presidencia de la República; los empresarios apoyan para que alguien gane la dirigencia capitalina del PAN).

Una marcha contra la carestía y otros males económicos será utilizada como bocina de resonancia para que frente a la crisis de la tortilla algo más haga, aunque en esencia siga siendo oratorio, el pasmado gobierno simbólico que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Según las versiones disponibles, el tabasqueño encabezará su propio contingente en esa marcha y pronunciará un discurso, aunque distintos grupos organizadores se han expresado en contra de cualquier aprovechamiento electoral o partidista de esa manifestación. Lo cierto es que en la coyuntura de crisis que ha provocado el aumento al precio de la tortilla, el gobierno simbólico no ha logrado hacer nada relevante, entre otras cosas porque los miembros del gabinete de resistencia parecen estar desaparecidos y porque el jefe emblemático sigue gira y gira.

Y, mientras los priístas siguen peleando por el negocio de pompas políticas fúnebres (amantes del doble sentido, absténganse de hacer entreguistas chistes glúteos), ¡hasta mañana, en este laberinto de astillas, sin fauno, que se declara en espera de saber qué pasará con los consejeros del IFE a los que PRD y PRI pretenden sacar de la muy jugosa nómina antes de tiempo!

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