‘Policía secreta’ suma rechazos
La patronal pidió a los diputados frenar el proyecto que les envió el Ejecutivo estatal
La Coparmex Jalisco destacó que el accionar de agentes encubiertos en Jalisco violaría derechos humanos y la Constitución, y prometió recurrir al amparo en caso de que se apruebe la propuesta.
29-Enero-07 - Publico
Como una “pistola cargada en contra de todos los ciudadanos”, definió la representación en Jalisco de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) a la propuesta para establecer una policía secreta o encubierta en la entidad. Por una batería de argumentos que van desde violaciones a los derechos humanos y a la Constitución hasta falta de recursos, el organismo anunció que emprenderá acciones para evitar que la polémica iniciativa, que ha sido apoyada por el Ejecutivo, sea finalmente aprobada por la actual Legislatura, la cual, paradójicamente, no sacó adelante las reformas que pedían los empresarios en materia de seguridad, como cambios en el Código Penal.
El presidente de la Coparmex en Jalisco, Luis Fernando Pérez Aguayo, recordó que el pasado jueves el Congreso local aprobó en primera lectura la polémica iniciativa, por lo que la Legislatura tiene hasta mañana para rechazarla o aprobarla. Ante ello, pidió a los diputados no dar luz verde al proyecto. En caso contrario, recordó que el gobernador (en este caso Gerardo Octavio Solís, quien fue el que presentó la iniciativa en cuestión) tiene la facultad para oponerse a la propuesta o devolverla al Legislativo. En caso de que no ocurra ninguno de los escenarios anteriores, anticipó que la patronal recurrirá a amparos por inconstitucionalidad para frenar la decisión.
Muchos son los argumentos que esgrimió la patronal para criticar al proyecto. Los primeros fueron expuestos por Pérez Aguayo, quien recordó que en ningún Estado democrático del mundo hay policías encubiertas de ámbito estatal. “En países muy desarrollados sí hay algunas policías secretas, pero muy enfocadas a asuntos de carácter federal”. Además, tampoco hay cuerpos policiales de ese tipo en ninguna entidad mexicana.
Después, Martha Susana Rodríguez Aceves, presidenta de la Comisión de Seguridad de la Coparmex, dijo que la iniciativa es “inconstitucional, porque el procedimiento constitucional establece que tienes que tener la garantía de saber por qué se te está investigando, de defenderte y de ofrecer pruebas. Con una policía encubierta te pueden decir después de un año ‘tú no sabes pero fulanito que trabajaba contigo era policía encubierto y dice que estabas organizando un acto de traición a la patria’, y no tuviste ni medio de defensa ni procedimiento. Eso es una policía secreta”.
Después de recordar que las policías secretas como la Gestapo en la Alemania nazi o la KGB en la Rusia comunista ya desaparecieron, Rodríguez Aceves dijo que la propuesta que se analiza en Jalisco viola siete artículos de la Constitución que establecen “que las personas solamente podemos ser investigadas por una orden judicial o ministerial que te diga por qué. Estamos pugnando para que haya mejor tipo de juicios y una mejor forma de impartir justicia, y ahora con la intención de crear una policía encubierta no solamente no tenemos la soluciones en materia de seguridad, sino que aparte nos están diciendo que van a destinar un presupuesto del gobierno del estado para una policía secreta, ¿de dónde? ¿Quién lo va a controlar?”.
Así, coincidieron en que al ser una policía que actuará a manera de “espías” entre la sociedad, los agentes podrían prestarse para realizar investigaciones políticas, económicas o sociales, que podrían afectar a “los ciudadanos en general, no sólo al sector privado, a todos, medios de comunicación, organismos, empresas”.
Además, lamentaron que la Legislatura esté imprimiéndole velocidad al trámite de esta iniciativa, cuando los diputados no aprobaron las reformas que la iniciativa privada considera más necesarias para mejorar el ámbito de la seguridad, como las reformas al Código Penal, al sistema penitenciario, al Código de Procedimientos Civiles, a la Ley Electoral (para limitar las precampañas) e incluso a la Ley de Fiscalización, entre otros pendientes.
Una oposición creciente
(Público)
• La oposición de la Coparmex Jalisco al proyecto de crear la figura de policías encubiertos se suma a una creciente lista de actores públicos que han expresado quejas ante la idea.En principio, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) y organismos civiles afines han señalado que la iniciativa rebasa toda facultad legal, además de que pondría en peligro a grupos críticos del gobierno estatal. La CEDHJ advirtió que podría apelar el carácter anticonstitucional de la figura jurídica.
La Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México criticó que una policía secreta facilitaría acciones arbitrarias de la autoridad y el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Celso Rodríguez González, criticó que la información de los policías encubiertos pondría en peligro a los jueces de los nuevos juzgados contra la delincuencia organizada, al dejarlos “señalados” para los delincuentes.
- Claves
Razones del “no”
• La Coparmex Jalisco aseguró que una policía encubierta sería violatoria de las libertades individuales y de los derechos humanos, porque las personas no sabrán que están siendo investigadas ni las razones, ni tampoco quiénes son los que las investigarán
• La patronal también asegura que la propuesta viola cuando menos siete artículos de la Constitución (5, 14, 16, 17, 18, 19 y 20), que establecen que las personas tienen derecho a saber las razones por las que son investigadas por una orden judicial o ministerial
• También argumentó que en ningún lugar del mundo hay policía encubierta de ámbito estatal. Incluso, la Coparmex Jalisco señaló que en Estados Unidos, el FBI actúa encubierto pero a través de órdenes federales
• Recordó que el organismo encubierto requerirá de dinero público para su mantenimiento. Además, señaló que si hoy hay poco control sobre los agentes policiales (de sus trayectorias) menos habrá con una policía secreta, pues la iniciativa no prevé ningún sistema de rendición de cuentas
Guadalajara / Jesús Estrada Cortes
Los agentes encubiertos serían “un riesgo”, dice Red Ciudadana
Tendrían facilidades para cometer delitos y poco margen de investigación, dice la asociación civil
Cualquier grupo que disienta con el gobierno podría ser infiltrado, destacaron.
La iniciativa no contempla combate al narcotráfico, resaltó Red Ciudadana. Foto: Antonio Romero
30-Enero-07 - Publico
La asociación Red Ciudadana, AC se suma al coro de opositores en contra de la iniciativa de ley para crear la policía secreta o encubierta, que se estima podría ser aprobada mañana en el Congreso del Estado, en una operación fast track.
El presidente del organismo, José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, expuso varios argumentos en contra de la figura de policías encubiertos o infiltrados, entre los cuales destacó la preocupación porque estos agentes “representarán un gran riesgo para los organismos no gubernamentales, partidos políticos y otras agrupaciones de la sociedad civil que disientan de la ideología de quienes ejerzan el mando en el estado”, pues debido a que su identidad apenas será del conocimiento de unos cuantos superiores, podrán realizar otras acciones “muy ajenas al combate del delito” y convertirse en aparatos de control que atenten contra la libertad de expresión y la pluralidad de ideas.
También son graves las facilidades que tendrían estos policías, pues con la identidad encubierta podrían incurrir en mayor violación a las garantías individuales. “Las corporaciones policiacas de Jalisco de por sí se han distinguido por afectar los derechos de los ciudadanos y la prueba es que en esta Administración aumentaron en 1,200 por ciento las quejas por violación a los derechos humanos”. Por otra parte, dijo que es “un absurdo combatir el delito cometiendo otros”, pues los infiltrados no tendrán acceso a la verdadera información importante “si obviamente no participan de actos delictivos y se ganan la confianza de quienes operan el crimen organizado”.
El psicólogo social y activista comentó que es ingenuo pensar que un “policía encubierto” obtendrá información valiosa sin participar en actos delictivos, e incluso comentó que para infiltrarse en las bandas criminales “se requiere pasar pruebas”, esto es, delitos, que pueden ser desde robos, homicidios y violaciones.
Lo que parece una sugerencia de película gangsteril, para los organismos ciudadanos no es algo tan alejado de la realidad, por lo que denostaron que “se utilicen recursos del Estado para financiar a un policía que se infiltre a una banda para cometer delitos y tener a la vez la figura del testigo protegido”. Gutiérrez Rodríguez indicó que esto es anticonstitucional y poco ético.
También descalificó el inconveniente que implica la naturaleza misma de la iniciativa (es una ley estatal, sólo aplicable para la investigación de delitos del fueron común), por lo que no se puede investigar al narcotráfico en todas sus modalidades, verdadero dolor de cabeza en cuanto a crimen organizado se refiere.
Red Ciudadana envió un documento a cada diputado, apelando a sus valores morales y principios éticos para no permitir “que se regrese al pasado” al sostener una policía secreta hitleriana, y adelantó que, de aprobarse la ley, se unirá a otras organizaciones en busca de revertir el que se dice “un experimento nacional”.
“Lo que le ven de anticonstitucional es lo que le da el éxito”
Ex policía secreto recuerda su trabajo en los 60
El entrevistado se convirtió en agente secreto del área de homicidios en 1966.
30-Enero-07 - Publico
Ser parte del Servicio Secreto fue una gran experiencia: la de formar parte de una verdadera policía de élite, caracterizada por su efectividad y fortalecida por la cooperación con otras corporaciones. Era tan efectiva que se le reconocía incluso más allá de las fronteras”.
Así se expresa un ex integrante de la Policía Secreta del Distrito Federal, quien formó parte de este cuerpo de seguridad desde 1966, “en que se creó para combatir la guerrilla de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas”, hasta 1978, “en que llegó Arturo Durazo y acabó con todo”.
Desde al anonimato, porque en los últimos años ha estado en el servicio público y muy ajeno a los asuntos de seguridad pública, el abogado de profesión explica que en aquel 1966 formó parte de un grupo de más de 90 estudiantes de derecho que fueron invitados a incorporarse a la naciente Policía Secreta. Se les entrenó con un curso especial de nueve meses, en que se impartieron técnicas de interrogatorio, criminología y defensa. El entrevistado se convirtió en agente secreto del área de homicidios, con un ingreso mensual que era superior al de los ministerios públicos y estima en alrededor de 20 mil pesos, a valores actuales.
Narra que la mitad de los estudiantes desertó. Los demás se integraron a brigadas con las policías federal (militar), la del Distrito Federal y la Secreta, que hacían equipo bajo el mando del general Luis Cueto Ramírez.
“Lo único que puedo decir es que los que entraban a la Policía Secreta tenían preparación en la academia de policía, un expediente limpio, por lo menos tres años de servicio y méritos. [...] Esto es importante, porque no tan fácil echar por la borda una carrera: éramos los policías académicos. En el mundo del hampa, a los [policías] de la Judicial les decían ‘los judas’, pero a nosotros, del servicio secreto, ‘Don Javier’”.
Recuerda que hubo tiempos difíciles. “En cuatro meses nos mataron a ocho compañeros. Pero también hubo momentos de gloria. Esclarecíamos los asuntos y agarrábamos a los responsables. Cuando la policía local llegaba, ya los traíamos detenidos”.
No titubea en señalar que parte del éxito era trabajar en forma secreta: “Lo que le ven de anticonstitucional es lo que le da el éxito. Fuimos tan efectivos que la Judicial de Durango nos llamó para que interviniéramos en la muerte de un obispo. Pero nos llamaban de Panamá y Costa Rica. Eso no era por tontos, sino por algo: porque resolvíamos los casos y había colaboración”.
Indica que tiene la expectativa de que en Jalisco se apruebe la ley que dé vida a la policía encubierta, que de alguna forma sería como el mal menor o el antídoto para combatir al hampa.
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