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domingo, enero 28, 2007

Opinión - Monica Pérez Taylor

Tapatíos, tenemos un problema. El Nodo Colón hace agua

Breve historia de un túnel (medio) inútil

MURAL - 27 Enero 2007

El 12 de junio de 2003 el Secretario de Desarrollo Urbano, Claudio Sáinz David, presentó el proyecto de construcción del Nodo Colón. Dijo que el costo sería de 160 millones de pesos y quedaría concluido en noviembre de 2004. No hubo oposición de vecinos ni comerciantes, de protectores de árboles, urbanistas o ingenieros. No hubo conflictos por derechos de vía ni objeción para liberar los recursos económicos. Aún los escépticos creíamos que esta magna infraestructura vial sería útil por mucho tiempo.

Se anunció como la obra más importante del sexenio: porque nunca se había destinado tal monto para un solo proyecto urbano; por el reto de construir 2 kilómetros de túneles hasta a 12 metros de profundidad y la necesidad de desviar el colector. Se utilizaría "la más alta ingeniería jaliscience", presumía el entonces Gobernador Francisco Ramírez Acuña, y tendría alcance metropolitano al permitir mayor fluidez en uno de los cruceros más importantes de la ciudad.

La obra completa quedó abierta al tránsito en julio de 2006. Un año y medio después de lo prometido. Tres años en total, y triplicado su costo a 425 millones de pesos.

Ciertamente, era una obra ambiciosa que el ex Gobernador podría haber presumido, pero a seis meses de inaugurado el Nodo Colón vemos que el conflicto vial no quedó resuelto y brotan los defectos de la obra.

Las horas pico son de miedo cuando uno queda inmovilizado a tal profundidad, y no es metáfora de nada. Los escurrimientos se escuchan en más de 10 puntos en uno de los muros. No se debe utilizar si llueve mucho. Tres de las cinco salidas de túneles son cuellos de botella tres veces al día, y en el túnel Américas Norte-Sur, entre 8 y 9 de la mañana el tráfico se detiene apenas a 100 metros de ingresarlo.

Y es que la obra más importante nunca contó con un proyecto ejecutivo definitivo y así se explica el por qué de sus presupuestos alejados de la realidad. Y, cuando surgieron los imprevistos, se supo que no se había realizado el estudio de mecánica de suelos.

En el desvío del colector se utilizó un tubo de menor capacidad y para subsanar el error Sedeur construiría un colector de 4 kilómetros en Rubén Darío a un costo de 130 millones de pesos que, dijeron, era "indispensable", tanto para evitar inundaciones en la nueva obra vial como en Plaza del Sol.

Pero el Siapa opinó que el proyecto "no tenía ni pies ni cabeza" y dio argumentos técnicos contundentes. Tan mal se vio el Gobierno del Estado que mejor se lavó las manos y le dejó el paquete al Siapa. Y la obra "indispensable" dejó de tener la menor importancia.

Cuando a finales de 2005 se toparon con el manto freático y se formó un lago infecto en el segundo nivel, los expertos dijeron que, aunque era costoso, tenía solución. Pero a Sáinz David le ganó la soberbia y optó por hacer pasar los imprevistos como "previstos planeados" antes que aceptar los errores y resolverlos. Era mejor bombear y tirar el agua al drenaje. Ya se ha advertido del riesgo del colector colgado precariamente de una trabe. En junio de 2006, a tres meses de inaugurado, se inundó el túnel de Prolongación Américas-López Mateos y tuvo que cerrarse por tres horas.

La zona se convirtió en un cementerio comercial y pocos negocios sobrevivieron. La gente tiene esperanza en que la zona se recupere rápido, sobre todo los que no pueden vender ni rentar sus inmuebles. Además es zona cero para el peatón.

Apenas a seis meses de estar en uso el Nodo Colón, a partir del próximo miércoles 24 el túnel de salida a Plan de San Luis permanecerá cerrado dos semanas para "instalar un dispositivo recolector de agua para evitar que se mojen los pavimentos del nivel menos seis". Todo indica que el manto freático seguirá dando mucha lata.

Como veo las cosas, el Nodo Colón debería ser considerado de alto riesgo y más valdría prevenir, asignando personal de planta como se hace en obras de esta envergadura, para advertir de pavimento mojado, encharcamientos y atender de inmediato en caso de accidente, inundación, falla de energía eléctrica, etcétera.

Cuántos millones de pesos gastó en publicidad el Gobierno del Estado para anunciar el Nodo Colón para efectos electorales. Cuánto gastó tan sólo en reportajes en las mejores revistas del País. El proyecto ejecutivo y el estudio de suelos para el Nodo Colón hubieran costado una ínfima parte y se habría hecho todo bien desde el principio. Nadie, mucho menos el ahora Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, puede presumir por esta obra.

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