Páginas

::::

martes, marzo 06, 2007

Negociación: una alternativa para bien gobernar


Artesanos purépechas llegaron a un acuerdo con el alcalde Alfonso Petersen en la reunión que sostuvieron ayer Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZ

JOSÉ DE JESÚS GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ - Jornada Jalisco

En la convivencia social, cotidiana e inevitablemente, las autoridades federales, estatales y municipales tienen que tomar acuerdos y decisiones sobre los servicios públicos que ofrecen, el costo de los mismos, la obra pública a desarrollar, a quién y cómo se perjudica o beneficia con dichas obras, la aplicación de leyes y reglamentos, entre otros muchos aspectos.

Estos acuerdos y decisiones, independientemente de su legalidad o no, en muchas ocasiones generan conflictos entre los ciudadanos y/o grupos sociales y las autoridades, y en no pocas ocasiones terminan en situaciones violentas, cuando unos y otros intentan imponer su voluntad o su manera de pensar sobre los demás; sin razonamiento alguno de por medio. Y es precisamente dentro de este contexto donde se generan o se hacen presentes diferentes tipos de violencia que son utilizados para ejercer poder y control dentro de las relaciones sociales.

Viene al caso esta reflexión porque precisamente los días viernes y sábado pasados el Ayuntamiento de Guadalajara decidió aplicar reglamentos municipales para desalojar a los artesanos michoacanos establecidos en las afueras del panteón localizado en las calles Esteban Alatorre y Felipe Angeles y decomisar sus mercancías, herramientas de trabajo, dinero, ropa y hasta los útiles escolares de los niños por no contar con la licencia municipal y obstruir la vía pública, y para impedir que se efectuara el concierto semanal en el Tianguis Cultural que se lleva a cabo todos los sábados en la Plaza Juárez por no tener permiso municipal, respectivamente. En ambos casos, dichas acciones fueron instrumentadas sin ningún aviso previo, escrito o verbal, por parte de las autoridades municipales.

En el primero de los casos, no importó que los artesanos hayan estado asentados ahí desde hace poco más de 35 años, que desarrollen un trabajo honesto, que durante muchos años hayan pagado las cuotas que les habían fijado las administraciones municipales, que los beneficios de su trabajo son la base para sobrevivir de cerca de 40 familias y que ellos nunca rechazaron pagar los aranceles municipales correspondientes. Para desalojarlos y para decomisarles sus mercancías, los inspectores municipales, por orden de sus superiores, según dijeron, se hicieron acompañar de la policía municipal y posteriormente solicitaron el apoyo de los antimotines, encañonaron y agredieron física y verbalmente a algunos hombres y mujeres, asustaron a los niños y destruyeron sus albergues de lona o manta, en una clara muestra de insensibilidad humana.

En el segundo de los casos, tampoco importó que el Tianguis Cultural sea uno de los escasos espacios dedicados a la juventud para su expresión, que dichos conciertos se estén realizando ya desde hace varios años, que sus dirigentes estén continuamente en contacto con la administración municipal y que el desarrollo de las actividades del Tianguis Cultural siempre está supervisado por los inspectores municipales y vigilado por la policía municipal. También en esta ocasión la autoridad contó con el apoyo de la policía municipal, lo que generó una gran tensión entre los y las jóvenes asistentes y que pudo generar enfrentamientos con consecuencias muy lamentables por la falta de visión y sensibilidad de las autoridades municipales.

A poco más de dos meses de iniciar sus labores, para la administración municipal de Guadalajara, encabezada por Alfonso Petersen, sería ampliamente recomendable que en lugar de que utilicen la “fuerza de la ley” (que representa el autoritarismo, la violencia institucional, la rigidez y el manejo poco inteligente para resolver conflictos y diferencias) contra la ciudadanía (hoy son los artesanos michoacanos y los jóvenes punk, dark, mañana pueden ser los obreros sindicalizados que realicen alguna marcha por reivindicaciones laborales, los grupos defensores de los derechos humanos o los colonos de La Calma), utilicen como método fundamental la negociación para lograr acuerdos y sumar voluntades en beneficio de Guadalajara.

Negociar es una alternativa no autoritaria para resolver desacuerdos, que incluye un espacio para que las distintas partes puedan defender sus intereses y sus necesidades, y en donde se incluye cuidar la relación con quien se negocia y contribuir, de alguna manera, a la preservación tanto de la persona o grupo como de la relación. Es la posibilidad de ponerse de acuerdo tomando en cuenta las necesidades propias como las de las otras personas y llegar a satisfacerlas dentro de un marco de solidaridad. Entendiendo el concepto de solidaridad como una actitud social basada en la ayuda y el respeto mutuos.

Cuando negocian, los funcionarios no pierden su autoridad, por el contrario, privilegian un manejo inteligente y digno para solucionar desencuentros, característica de los grandes líderes y gobernantes trascendentes.

Como prueba de ello encontramos, en el caso de los artesanos desalojados, quienes siempre guardaron serenidad y la confianza en la autoridad y en los acuerdos, con la orientación, el apoyo y la mediación de organizaciones ciudadanas, del diputado local Carlos Orozco y de la regidora de Guadalajara, Celia Fausto, y con la buena disposición del presidente municipal Alfonso Petersen y del secretario general, Alfonso Rejón, se lograron acuerdos que benefician tanto la situación de los artesanos como la función del Ayuntamiento. Los acuerdos fueron:

1. Que provisionalmente se reubicará a los artesanos a una zona muy cercana al sitio donde estaban asentados.

2. Que durante ese tiempo el Ayuntamiento reparará el muro y el piso, y colocará un techo, en la calle Esteban Alatorre, para que una vez concluidos dichos trabajos se reinstalen para exhibir y vender sus mercancías.

3. Que en ese lugar se les instalarán sanitarios, que antes no tenían.

4. Que inmediatamente se les regresarán todas sus mercancías y objetos decomisados.

5. Que no procederá multa alguna.

6. Que ambas partes, artesanos y autoridades municipales, se comprometen a localizar algún predio municipal o sitio para que puedan fabricar sus muebles y mercancías.

7. Que los artesanos se regularizarán en las cuotas municipales que correspondan.

8. Que se despejarán 50 centímetros de la banqueta para permitir el paso de los peatones y así no tengan que transitar por debajo de la banqueta exponiéndose, dado el continuo tránsito de automotores.

Los artesanos michoacanos vivieron un Día de la Familia aciago, lleno de incertidumbre y ansiedad, pero hoy tienen mejores perspectivas, la esperanza de un mejor mañana para sus familias y para ellos mismos. ¡Felicidades a una comunidad indígena trabajadora y honrada! ¡La solidaridad del movimiento ciudadano para ellos y para sus familias!

No deberán bajar la guardia, habrá que darle seguimiento a los acuerdos. Si las autoridades municipales no cumplen, deberemos demandárselo, y si cumplen, deberemos reconocérselo. ¿O tú qué opinas?

red_ciu@yahoo.com.mx

No hay comentarios.:

radioamloTV