Sólo da seguridad a empresas para seguir saqueando nuestros recursos naturales, denuncian
Lamentan que aumenten las agresiones y que la presencia de soldados se vea como algo cotidiano
EMILIANO DIAZ CARNERO
La militarización del país y de los territorios indígenas no ha resuelto el problema del narcotráfico, sólo busca dar seguridad y estabilidad a las empresas para seguir despojando de sus recursos naturales a las comunidades, denunciaron representantes indígenas que participaron en la 19 asamblea del Congreso Nacional Indígena de la región Centro-Pacífico (CNI-CP).
“Tanto los partidos políticos como los militares utilizan el alcoholismo para lograr lo que quieren en nuestras comunidades. También cuando llegan los preventivos y los soldados agreden a las gentes pacíficas de la comunidad que no tienen algún delito, y si alguien reclama ellos lo ven como una agresión y lo golpean por las preguntas que hacen. A nosotros nos dicen los soldados que están para proteger a la nación, pero para nosotros nos agraden porque nos hacen pasar por delincuentes”, denunció Gaudencio Mancilla Roblada, representante legal del Consejo de Mayores de la comunidad nahua de Ayotitlán.
“Se meten en las decisiones que le corresponden a la asamblea, no informan de lo que hacen y de lo que buscan, nada más van y nos agreden sin respetar a la gente, nuestra asamblea y autoridad tradicional, pero eso sí, protegen los intereses de la Minera Peña Colorada, que lleva sacando desde hace años hierro de nuestro territorio, destruyendo poblados, cultivos, los bosques y los manantiales”, agregó Mancilla.
En la costa nahua de Michoacán, los militares lo único que hacen es dañar los cultivos y robarse los animales y las frutas que cultivan las comunidades. “Nada más se llevan los cocos y las frutas de las comunidades como si fueran de ellos, también matan a las iguanas y a los venados. Entran a los potreros y dejan que se salgan los animales y dañan nuestros cultivos. Si hacen esto para destruir plantas que buscan (amapola y marihuana), pues está bien, pero que dañen nuestros cultivos y bosque no está bien; a veces también dañan las mangueras y nos dejan sin agua a los abrevaderos de los animales. Afortunadamente en nuestra comunidad no ha habido violaciones de mujeres como en otras comunidades que sí hay denuncias”, dijo Evaristo Domínguez, de la comunidad de Ostula.
“Aquí la cosa sigue igual, los militares están ahí y la gente lo sabe pero no ha cambiado nada, los grandes narcos siguen igual y las cosas no mejoran nada”, continuó.
Por otro lado, en Guerrero, donde la militarización comenzó desde 1988, el narcotráfico y la inseguridad no han disminuido, por el contrario, sigue en aumento a pesar de los operativos federales en el estado.
“Los militares no respetan a la comunidad, ellos llegan con el capricho de atacar el narco y llegan golpeando sin saber quién es quién; nos culpan de narcos pero somos campesinos que defendemos nuestro bosque de las empresas aserraderos, nos revisan el morral donde llevamos la tortilla para comer en la milpa y nos la tiran y nos amenazan. Además, llegan a la comunidad y a la gente le da miedo, eso es lo que ya no queremos”, explicó Miguel Mendoza Cruz, presidente de Bienes Comunales de La Soledad, comunidad mixteca de Guerrero.
Asimismo, en Guanajuato la presencia militar se incrementa, lo que preocupa a las comunidades chichimeca huachichil, ya que para ellos no sólo aumentarán las agresiones y violaciones de mujeres, sino que la militarización se vea como algo cotidiano.
“En las elecciones pasadas llegó un convoy de militares con la excusa de custodiar las elecciones y el IFE, pero se quedaron ahí, no se fueron. Ahora hay hostigamientos constantes hacia la gente de mi comunidad y lo que nos preocupa es que la gente se acostumbre a estas agresiones. La gente baja al centro de la comunidad y del municipio a vender su artesanía y sus productos del campo y ahí es cuando los militares se acercan a las chavitas, las ubican y luego se presentan los casos de violaciones, hasta con embarazos”, denunció Carmen Alvarez, de la comunidad chichimeca huachichil de San Ignacio, del municipio de San Luis de la Paz.
“Lo que nosotros pensamos es que la presencia militar que está aumentando en nuestro territorio y estado es para darle seguridad a los inversionistas que están detrás de la construcción del llamado “puerto interior”, que es un aeropuerto que quieren construir en el corredor industrial de Silao-León y que distribuiría todas las mercancías de las grandes empresas de nuestra región, de México y de las trasnacionales”, continuó Alvarez.
A la par de estas denuncias, el gobierno federal ha incrementado los operativos militares en todo el territorio nacional con la intención de combatir el narcotráfico, pero no ha tenido los resultados esperados, como lo denuncian todos los medios de comunicación nacional a pesar de haber aumentado los sueldos de todo el Ejército mexicano en un 46 por ciento y de invertir millones en equipos de alta tecnología.
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