Olvidan que el derecho canónico les prohíbe ocupar cargos de elección popular o ser candidatos
El escritor Carlos Monsiváis durante su participación en el cuarto Seminario latinoamericano de laicismo Foto: Víctor Camacho
Gabriel León Zaragoza
El escritor Carlos Monsiváis consideró “necias, torpes y repetitivas” las exigencias del representante del Vaticano y de la jerarquía católica al gobierno de México de otorgarles mayor libertad religiosa, extender su credo a la educación pública básica y modificar la Carta Magna para que se les garanticen sus derechos de expresión.
Apuntó que ante el señalamiento del gobierno federal de que no es momento de modificar la Constitución, como pretenden los jerarcas católicos, en lo sucesivo este culto deberá resignarse a que en México permanecerá el Estado laico.
Al dictar una conferencia en el cuarto Seminario latinoamericano de laicismo, el ensayista mexicano advirtió que la representación católica en el país “debe apostar a que el Estado laico va a seguir y que para ellos la libertad religiosa ya existe”.
Agregó que los jerarcas deben tomar en cuenta que la libertad que demandan, ellos “la han negado a todas las denominaciones protestantes”, además de que “han emprendido una campaña contra el new age”.
“Jamás aluden a la persecución contra otros credos. Para ellos el único existente es el católico. Cuando se les niega la enseñanza religiosa en las escuelas públicas insisten en que no hay libertad. A veces no la hay, sobre todo en el sureste, pero por la persecución (de ellos) a las otras creencias”, reiteró.
Puntualizó que el Estado laico mexicano ha ido modificándose “conforme a las exigencias y la comprensión de la naturaleza social”; como que en las últimas décadas han estado presentes “la exigencia de inclusión”, la ampliación de los derechos de las minorías sexuales, así como los reproductivos de las mujeres. “Mientras no se acepte esta ampliación se tendrá una comprensión bastante menor de lo que significa el Estado laico”, detalló.
Asimismo, el escritor afirmó que el integrismo de la derecha y de la Iglesia católica está fracasando rotundamente en el país, porque nadie los ha tomado en cuenta; sin embargo, alertó que la sociedad debe “tomar en serio” sus deseos de poder a través de un partido político, “pero de ningún modo la posibilidad que tienen de echar atrás libertades”.
Dijo que a pesar de que México es una “plataforma fastuosa para las políticas vaticanas”, en los momentos de la ofensiva del autoritarismo lo anticlerical ha sido más fuerte. Muestra de ello, ejemplificó, es que grupos intelectuales del país “están absolutamente en contra del regreso del clericalismo”.
Con sus pretensiones de participar en política, los jerarcas asumen una posición “amnésica”, porque el derecho canónico les prohíbe expresamente ocupar cargos de elección popular o postularse como candidatos. Al hacer sus peticiones se les olvida la influencia que todavía tienen los sacerdotes en gran parte de sus centros de culto, sobre todo en el sector femenino, y “el poder de movilización con que aún cuentan en sus parroquias, como se demostró en las elecciones (federales) del año pasado”.
Subrayó que el país está profundamente secularizado, y no va a dejar de estarlo, porque “la secularización es la atmósfera propicia de desarrollo del Estado laico”; incluso recomendó el uso de Internet, porque se trata de un instrumento que fortalece el Estado laico por la gran cantidad de información que ahí se maneja.
Y preguntó: “¿qué han podido las misas de 7 contra las telenovelas de la tarde? Nada. ¿Qué puede contra el futbol el llamado al arrepentimiento? Tan no pueden que ahora el clero pretende comprar equipos de futbol”, destacó.
Ante representantes de la comunidad masona del país, Monsiváis consideró que el encargado del Vaticano de la relación con los estados, Dominique Mamberti, puede decir lo que quiera sobre las instituciones, porque “la crítica se vale; pueden decirlo, lo han dicho y seguirán diciéndolo, y no tienen la menor posibilidad de pasar en cosas fundamentales. No van a pasar en educación religiosa en las escuelas públicas. No hay manera, ni el SNTE se atrevería.
“No van a pasar en todo lo que tiene que ver con las prerrogativas políticas del clero. No me imagino a diputados y senadores regalándoles escaños. No van a hacer retroceder a la sociedad”, puntualizó.
Por otra parte, consideró grotesco y un caso perdido que Germán Martínez, candidato a la presidencia del PAN, promueva que de ganar las elecciones internas llevará a su partido a ser de centro. Sí, acepto, “pero al centro de la ultraderecha. Quieren ser de centro con la ideología, el lenguaje y las actitudes de la derecha, y con las acciones represivas de la ultraderecha, es grotesco”, abundó.
Dijo que vivimos un régimen de gobierno que denigra y calumnia a la educación pública, al grado de que Felipe Calderón “llegó a decir que la UNAM es un semillero de delincuentes”, señalamiento que “nunca rectificó”.
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