Hoy, Tribunal Latinoamericano del Agua resuelve éste y otros 7 casos
En audiencia pública, demandantes se quejaron de enfermedades y muertes por cáncer y solicitaron acciones para que el gobierno federal actúe.
Los pronunciamientos contra la falta de acciones oficiales para frenar la polución fueron muchos. Foto: Luz Vázquez
Publico
La imagen parecía celestial. Grumos que, como copos de nieve, se desprendían del río Santiago —completamente blanquecino por la espuma— y volaban libres con la corriente del aire. Tras el testimonio videográfico de este paisaje idílico, los jueces del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) recibieron ayer más pruebas documentales y oyeron de viva voz testimonios de habitantes de los municipios de El Salto y Juanacatlán, quienes están sufriendo en carne propia los efectos de la contaminación en ese cuerpo de agua lleno de espuma envenenada.
Los jueces escucharon la voz de madres y padres quebrarse mientras narraban la pérdida de sus hijos a causa del cáncer. Niños de dos, cinco, trece años, con tumores en el cerebro o cáncer en la sangre. También oyeron peticiones enérgicas de los ambientalistas y defensores de derecho humanos a favor de esta población. No iban a ciegas. El pasado domingo asistieron personalmente al espectáculo de la caída de agua de Juanacatlán, a los olores fétidos, y al malestar que provocan los gases invisibles que emanan del Santiago.
Así, a las 12:15 horas comenzó la audiencia pública sobre el séptimo caso que analiza el TLA en el paraninfo Enrique Díaz de León. Los demandantes solicitaron a este tribunal, instancia compuesta por autoridades prestigiadas a escala mundial, emitir un pronunciamiento precautorio y una “recomendación severa” a las autoridades mexicanas y a las de Jalisco, para que éstas frenen ya las descargas de aguas que se vierten en este cuerpo sin ningún tratamiento, junto a las descargas municipales de toda la zona metropolitana que, igualmente sin tratar, se estancan en el sitio y generan varios venenos. Entre otros, el ácido sulfhídrico que respiran los habitantes de El Salto y Juanacatlán, y que propios y extraños describen como olor “a huevo podrido”.
En su turno de comparecer, Raquel Gutiérrez Nájera, directora del Instituto de Derecho Ambiental (Idea) e integrante del movimiento civil que pretende rescatar al río Santiago, solicitó al TLA que requiera al gobierno federal, con base en un principio precautorio, hacer una declaratoria de emergencia sanitaria para las poblaciones de El Salto y Juanacatlán.
Una declaratoria de esta naturaleza implicaría tomar medidas inmediatas, sin esperar mayor evidencia científica, para cesar toda descarga de aguas no tratadas al río Santiago, y a la par atender los problemas de salud en los habitantes de esta “zona extraordinaria”. De aplicarse el principio precautorio, sería algo inédito en la historia de este país.
Asimismo se exigiría que la Secretaría de Salud Jalisco arranque un estudio científico y objetivo sobre la incidencia de cáncer y otras afecciones en la zona, pues hasta el momento la dependencia se ha concretado a afirmar que el problema no existe, sin sustentarlo.
Sobre lo anterior, tanto Gutiérrez Nájera, como de Juan Gallardo, Rodrigo Saldaña López, del Instituto Vida en Juanacatlán —quien también compareció— y Francisco Javier Parra Cervantes, médico investigador de Juanacatlán, coincidieron que por lo pronto ya hay suficientes evidencias epidemiológicas.
Con firmeza y respeto, los demandantes solicitaron a los siete integrantes del TLA que también hicieran otras recomendaciones al presidente del país, Felipe Calderón, como conformar un fondo de compensación ambiental, a partir de las cuotas que en la zona metropolitana se cobran por concepto de saneamiento de aguas y el cual “no se da”.
Los jueces recibieron el estudio de Parra Cervantes sobre daños en la salud de niños de la primaria que, en una paradoja cruel, lleva el nombre de Mártires del Río Blanco, y donde se advierte la afectación de vías respiratorias, conjuntivitis y alteraciones neurológicas.
“Ahorita [que] ya hay un daño respecto de los niños, podemos establecer una relación causa-efecto”, dijo Gutiérrez Nájera y añadió que respecto a la población general hay documentada una situación de riesgo por la cual procede aplicar el principio precautorio. “Y ya no es excusa la falta de certeza o estudios epidemiológicos”.
La abogada ambientalista aprovechó para fustigar el hecho de que la Comisión Nacional del Agua (CNA) en un “acto inaudito”, pretenda ampliar el plazo para que los municipios de esta zona metropolitana —Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan y Tonalá— comiencen a tratar sus descargas de agua municipales. Dicho plazo se venció el 30 de agosto pasado y pretende ampliarse hasta el año 2011. Lo anterior, citó, toda vez que según declaración del director del organismo Cuenca Lerma Chapala Santiago, los municipios no cuentan con recursos para sufragar el tratamiento del agua.
Hoy, el TLA emitirá su fallo sobre los siete casos vistos en audiencias públicas y entre los demandantes hay esperanzas de contar con un pronunciamiento serio.
- Claves
Las peticiones al Tribunal
Los demandantes del caso de contaminación en El Salto y Juanacatlán solicitaron al Tribunal Latinoamericano del Agua haga un pronunciamiento y “recomendaciones severas” al gobierno mexicano y autoridades estatales de Jalisco, con los siguientes objetivos:
• Que cesen las descargas de aguas no tratadas al río Santiago, y las aguas tratadas por las industrias sean utilizadas en sus propios procesos productivos
• Que se haga una solicitud directa al titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que instaure de manera inmediata un programa de inspección permanente y continua de todas las descargas al río Santiago, desde su nacimiento en el lago de Chapala hasta su confluencia con el estado de Nayarit. Y que se den informes regulares a los habitantes de El Salto y Juanacatlán sobre la calidad del agua del río Santiago
• Que el TLA se pronuncie porque el gobierno federal, el estatal y los gobiernos municipales de la zona metropolitana (principales aportadores de descargas de agua al río Santiago) formen el Fondo de Compensación Ambiental a las poblaciones de El Salto y Juanacatlán, y cuyo principal capital sea la cuota que se cobra en los recibos de agua a los habitantes de esta metrópoli “por el concepto de saneamiento de aguas que aún no se hace” y estos recursos se apliquen para sanear efectivamente
• Que emita una recomendación muy severa a la Comisión Nacional del Agua (CNA) con el fin de que ésta no amplíe el plazo a los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara para comenzar a limpiar las descargas municipales que arrojan a este río (el plazo venció el 30 de agosto pasado y según declaración del director del organismo Cuenca Lerma-Santiago, la CNA dio una prórroga hasta 2011)
• Que se emita un exhorto al presidente Felipe Calderón para que a partir de este año no se pongan pretextos económicos, ni falta de proyectos ejecutivos ni de ninguna otra naturaleza para empezar a limpiar las descargas
• Que de manera inmediata las poblaciones de Juanacatlán y El Salto sean declaradas por el presidente Felipe Calderón como zonas extraordinarias en materia de salubridad y de restauración ambiental, de aguas y recursos naturales, a fin de parar las enfermedades, mutaciones y muertes por cáncer
- A viva Voz
Hablaron las víctimas
Su voz la sostuvo firme mientras declaraba ante los siete jueces del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA). Narró que dos de sus hijas fallecieron de cáncer, tumores que aparecieron de forma inexplicable, y que ella misma padece ahora fibrosis quística. “No quisiera que otras personas pasaran lo que pasamos nosotros”, dijo. “La contaminación ha matado mucha gente de cáncer y otras enfermedades… en la escuela hay cinco niños con bolitas en la pierna, entre ellas, también mi hija”. Su voz, entonces, se quebró.
• Leticia Curiel Ballesteros
Vecina de Juanacatlán
Hace 30 años “comimos de lo que daba el río”, había diversidad de peces, nos bañamos en él, nos divertíamos. “El río nos dio vida”, ahora nos da tanto dolor por la pérdida de seres queridos y rabia por la contaminación que nos echaron. El 3 de enero de 2006 falleció mi hija de cáncer en la sangre y le prometí que en cualquier foro sobre el tema estaría yo para dar mi testimonio.
• José Mendoza Luévanos
Vecino de Juanacatlán
Perdió ya a tres familiares por cáncer. Ahora asiste al sufrimiento de sus compañeras de trabajo, también con tumores cancerígenos. En mi familia “fue difícil aceptar lo que nos sucedía”. Cada día es uno que viven con miedo de que alguien más sea afectado por los venenos del río Santiago, mientras soportan el hedor y la proliferación de mosquitos. “No tenemos futuro asegurado”, lamentó pidiendo al Tribunal su intercesión y agradeciendo que los escuchen.
• María Del Carmen Velázquez
Vecina de Juanacatlán
Guadalajara•Maricarmen Rello
No hay comentarios.:
Publicar un comentario