Jorge Gómez Naredo
¡Qué cosas tan extrañas pasan en el mundo! ¿O será que nosotros somos los extraños?, ¿que vivimos en un país donde las cosas no son como deberían ser, donde los muchos pierden casi todo y los pocos ganan casi todo? Esto viene al caso porque en otras partes del mundo suceden cosas extrañas, inexplicables.
En Europa, por ejemplo, el gobernador del banco de Italia (es decir, el Guillermo Ortiz de la bota itálica) dijo que los salarios en dicha nación “son los más bajos entre los principales países de la Unión Europea”. Pero lo más extraño de todo esto es la visión que tiene el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, de lo que se debe hacer para la estabilidad y el “beneficio general” (un tecnócrata mexicano graduado en Chicago o en Harvard gritaría de terror ante estas declaraciones). Dijo, este extraño señor de esa extraña nación que “un arranque en el crecimiento del consumo es fundamental para el bienestar general, para el crecimiento del producto, para la continua estabilidad financiera. Destinatarios y protagonistas de este proceso son los jóvenes en particular”.
Oh, terror en el banco de México, terror en la mesa donde (con media vaca encima) como opíparamente Agustín Cartstens. Terror en la habitación donde borracho (¿de amor?) Felipe Calderón quiero parecerse a López Obrador, aunque sea un poquito, un poquito pequeño. Terror en Los Pinos, por todas partes alarma y por todos partes rechazo a esta declaración demoníaca que se da en una país extraño. Porque, si se sigue dicha declaración, para que exista bienestar general es necesario el crecimiento del consumo y ello no se puede lograr con bajos salarios, entonces, ¿qué se hace? ¡Subir los salarios! (¡Noooo! –se escucha en una sala fría del Banco de México–) y subirlos entre los jóvenes, por lo tanto (es lógico) se deben de crear fuentes de trabajo para dichos jóvenes. Sí, subir los salarios es fundamental para el arranque del consumo, para el crecimiento de la productividad (y del PIB) y para el bienestar de todos.
Esto pasa en Italia, en México, por supuesto que no. Lo salarios son bajos porque la amenaza de una inflación es siempre constante, porque si suben diez pesos los salarios mínimo podríamos entrar en una crisis y, ¿qué diría el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las buenas conciencias neoliberales?
Cosas extrañas pasan en el mundo, de verdad, muy extrañas. ¿O será que los extraños son los que dicen “gobernar” a nuestro país?.
Las notas sobre las declaraciones de Mario Draghi aparecieron en casi todos los diarios italianos. Nosotros consultamos La Repubblica y L’Unità, ejemplos del periodismo de izquierda. Abajo aparece la foto del extraño individuo que hizo tan inexplicables declaraciones: ¿no se ve muy globalifóbico que digamos, verdad?
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