Reseña Estratégica, 12 de octubre de 2007 (http://www.msia.org.br/).-Sin lugar a dudas uno de los factores, si no es que el principal, que han contribuido para acelerar la carrera de la integración sudamericana con iniciativas concretas prometedoras como la creación oficial del Banco del Sur, es la crisis hipotecaria por la que atraviesa los Estados Unidos que ya se percibe entre los grupos dirigentes, como una drástica recesión. El camino que condujo al banco del Sur estaba lleno de obstáculos y de divergencias, ya que el iniciador del proyecto el presidente de Venezuela Hugo Chávez lo había concebido como una especie de substituto regional del FMI, y para financiar proyectos sociales asistencialistas, mientras que la tecnocracia brasileña le daba vueltas al asunto con la ilusión de retardar el momento que los obligara a tomar alguna actitud que desafiara el buen comportamiento frente los mercados.
El 8 de octubre, después de meses de negociaciones, los ministros de Hacienda de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela firmaron el acta de fundación del banco en una ceremonia realizada en Río de Janeiro. La prioridad de la institución, que deberá contar con un capital inicial del orden de 5 a 7 mil millones de dólares, será el financiamiento de proyectos de infraestructura. Con esto, el banco podrá en un futuro funcionar como un poderoso agente inductor de la integración física regional, financiando proyectos claves.
En una entrevista con el Clarín publicada el 9 de octubre, el ministro de Economía de Argentina, Miguel Peirano, dijo del proyecto:
"La nueva institución seguirá a pie juntillas todas las normas financieras internacionales. Pero tiene una diferencia esencial con otros organismos multilaterales conocidos como el BID y el Banco Mundial: primero solo atenderá las necesidades de América del Sur. Segundo, seremos nosotros que dirigiremos la entidad. Y, tercero, los proyectos serán aprobados de acuerdo a criterios eminentemente técnicos, sin contaminarse de condicionamientos políticos"
Así mismo explicó que una gran parte del capital del banco vendrá de los Estados fundadores, como bonos de los tesoros nacionales, además de recursos de otros cinco países sudamericanos que en un futuro se unirán al banco. Otra parte podrá ser de recursos de organismos multilaterales, como el propio BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF), y bancos nacionales, como el brasileño BNDES y el Banco de la Nación Argentina.
Al mismo tiempo otros procesos integracionistas cobran cuerpo: Poco antes de la creación del banco, visitó Brasil, la candidata presidencial mas fuerte de Argentina, la senadora Cristina Kirchner. Ella fue recibida por la cúpula del gobierno, incluyendo al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y del empresariado nacional, Y llegó hablando de una "asociación estratégica" entre ambos países que deberá servir de base para desatar un "circulo virtuoso" de desarrollo en toda la región: "El mundo actual tiende a la formación de bloques, y creo que la ampliación y fortalecimiento de este que formamos en el MERCOSUR es el desafío de todos".
Otras áreas de colaboración serían la energética y la agrícola. En la primera se mencionó la posibilidad de una asociación entre la estatal de petróleo PETROBRAS con la estatal argentina ENARSA, además de la colaboración en la rama nuclear.
La candidata Kirchner se refirió al papel que pueden jugar ambos países frente a la fuerte demanda por alimentos. Cabe recordar que de acuerdo al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Argentina y Brasil detentan juntos nada menos que 40% de las tierras cultivables inexploradas del planeta.
En cuanto a las negociaciones de la deuda con el Club de Paris del orden de 7 mil millones de dólares, resalta el apoyo que Brasil está ofreciendo a Argentina en cuanto a la exigencia del Club de un acuerdo previo con el FMI; actitud que contrasta con la mala voluntad brasileña en ocasión de la renegociación de la deuda argentina, en 2004. De acuerdo a una noticia publicada en el diario Valor Económico el 8 de octubre, el actual representante brasileño frente al FMI, Paulo Nogueira Batista Jr. ha enfatizado que el propio Brasil tiene un precedente de renegociación con el Club de Paris sin un acuerdo formal con el Fondo, en 1992.
Una editorial del 5 de octubre en el periódico argentino La Nación es reveladora del gran interés que despierta una alianza estratégica Brasil-Argentina, pero que al mismo tiempo advierte sobre el papel altisonante de Hugo Chávez de Venezuela.
"Quizás haya llegado el tiempo de establecer una profundización en los protocolos fundacionales del MERCOSUR, y avanzar hacia una economía complementaria que permita un mejor manejo de los recursos energéticos regionales y la elaboración de una alianza estratégica en materia política, que garantice la estabilidad de la región. Por cierto, no son pocos los escollos que afrontan los gobiernos de ambos países para poner en marcha esta nueva etapa, pero urge acordar programas de cooperación y respetar los acuerdos sectoriales, para crear un sólido bloque que permita equilibrar las imposiciones de los países que han evidenciado un claro alineamiento con políticas confrontativas que en nada benefician a la región".
"La nueva institución seguirá a pie juntillas todas las normas financieras internacionales. Pero tiene una diferencia esencial con otros organismos multilaterales conocidos como el BID y el Banco Mundial: primero solo atenderá las necesidades de América del Sur. Segundo, seremos nosotros que dirigiremos la entidad. Y, tercero, los proyectos serán aprobados de acuerdo a criterios eminentemente técnicos, sin contaminarse de condicionamientos políticos"
Así mismo explicó que una gran parte del capital del banco vendrá de los Estados fundadores, como bonos de los tesoros nacionales, además de recursos de otros cinco países sudamericanos que en un futuro se unirán al banco. Otra parte podrá ser de recursos de organismos multilaterales, como el propio BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF), y bancos nacionales, como el brasileño BNDES y el Banco de la Nación Argentina.
Al mismo tiempo otros procesos integracionistas cobran cuerpo: Poco antes de la creación del banco, visitó Brasil, la candidata presidencial mas fuerte de Argentina, la senadora Cristina Kirchner. Ella fue recibida por la cúpula del gobierno, incluyendo al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y del empresariado nacional, Y llegó hablando de una "asociación estratégica" entre ambos países que deberá servir de base para desatar un "circulo virtuoso" de desarrollo en toda la región: "El mundo actual tiende a la formación de bloques, y creo que la ampliación y fortalecimiento de este que formamos en el MERCOSUR es el desafío de todos".
Otras áreas de colaboración serían la energética y la agrícola. En la primera se mencionó la posibilidad de una asociación entre la estatal de petróleo PETROBRAS con la estatal argentina ENARSA, además de la colaboración en la rama nuclear.
La candidata Kirchner se refirió al papel que pueden jugar ambos países frente a la fuerte demanda por alimentos. Cabe recordar que de acuerdo al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Argentina y Brasil detentan juntos nada menos que 40% de las tierras cultivables inexploradas del planeta.
En cuanto a las negociaciones de la deuda con el Club de Paris del orden de 7 mil millones de dólares, resalta el apoyo que Brasil está ofreciendo a Argentina en cuanto a la exigencia del Club de un acuerdo previo con el FMI; actitud que contrasta con la mala voluntad brasileña en ocasión de la renegociación de la deuda argentina, en 2004. De acuerdo a una noticia publicada en el diario Valor Económico el 8 de octubre, el actual representante brasileño frente al FMI, Paulo Nogueira Batista Jr. ha enfatizado que el propio Brasil tiene un precedente de renegociación con el Club de Paris sin un acuerdo formal con el Fondo, en 1992.
Una editorial del 5 de octubre en el periódico argentino La Nación es reveladora del gran interés que despierta una alianza estratégica Brasil-Argentina, pero que al mismo tiempo advierte sobre el papel altisonante de Hugo Chávez de Venezuela.
"Quizás haya llegado el tiempo de establecer una profundización en los protocolos fundacionales del MERCOSUR, y avanzar hacia una economía complementaria que permita un mejor manejo de los recursos energéticos regionales y la elaboración de una alianza estratégica en materia política, que garantice la estabilidad de la región. Por cierto, no son pocos los escollos que afrontan los gobiernos de ambos países para poner en marcha esta nueva etapa, pero urge acordar programas de cooperación y respetar los acuerdos sectoriales, para crear un sólido bloque que permita equilibrar las imposiciones de los países que han evidenciado un claro alineamiento con políticas confrontativas que en nada benefician a la región".
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