Hasta la fecha, los culpables de la represión, la tortura y los tratos crueles que violaron los derechos humanos de 200 jóvenes que protestaban contra la nefasta política neoliberal, continúan en impunidad.
FRANCISCO RAMIREZ ACUÑA ha extendido a todo el país la herida que inició el 28 de mayo en Guadalajara, siguió en Atenco y luego en Oaxaca. Con el pretexto de combatir al narcotráfico, militariza el país y asesina, tortura y encarcela a líderes sociales, que hoy sentencia a 67 años de prisión, por el “delito” de luchar al lado del pueblo.
FRANCISCO RAMIREZ ACUÑA ha extendido a todo el país la herida que inició el 28 de mayo en Guadalajara, siguió en Atenco y luego en Oaxaca. Con el pretexto de combatir al narcotráfico, militariza el país y asesina, tortura y encarcela a líderes sociales, que hoy sentencia a 67 años de prisión, por el “delito” de luchar al lado del pueblo.
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