Integrantes del Tianguis Cultural y de la comunidad purépecha exigieron respeto a la libertad
Varios grupos sociales manifestaron su inconformidad por el proceder de las autoridades estatales y muncipales Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
JORGE COVARRUBIAS - Jornada Jalisco
Los desalojos que a diestra y siniestra ha hecho el Ayuntamiento de Guadalajara en plazas públicas, mercados y vialidades de la ciudad, le mereció ayer una caravana de manifestaciones durante toda la mañana y parte de la tarde en la presidencia municipal.
Los primeros en llegar fueron los representantes del Tianguis Cultural, donde el pasado sábado personal de inspección intentó suspender un concierto de rock por falta de permiso. Minutos después arribó un contingente de la Red Insurgente Cultura con Justicia, en apoyo de la comunidad purépecha, a la que desalojaron en forma violenta de la calle Esteban Alatorre el jueves por la noche.
Horas más tarde se plantó en el lugar el grupo de predicadores cristianos que solía instalarse en la Plaza Guadalajara, a quienes se recogió su equipo de sonido, con el cual difundían la palabra de Dios.
“Fuimos agredidos, nos confiscaron aparatos, cada semana nosotros nos manifestamos en la Plaza Guadalajara para enseñar a la gente a ser mejores, eso es lo que hacemos; sin embargo, el sábado pasado, como en veces anteriores, nos han agredido, nos han perseguido, diciendo que estamos haciendo una actividad económica, lo cual es mentira, no es comercio, no es negocio, es una simple manifestación de ideas”, dijo Hilario Blas Pineda.
Y sí, la de ayer fue una manifestación por la libertad de expresión y respeto a las garantías individuales. Las voces de las distintas organizaciones confluyeron en una misma demanda; “alto a la represión del gobierno”, decía uno de los tantos carteles que exhibieron los integrantes del Tianguis Cultural durante las vueltas que dieron al edificio de presidencia municipal y Plaza Guadalajara en son de protesta.
Agentes de vialidad cerraron uno de los tres carriles de avenida Hidalgo para evitar un congestionamiento mayor de vehículos, mientras en el frente de la presidencia los inconformes rivalizaban con la nutrida valla de policías.
Los del Tianguis Cultural se retiraron satisfechos con la promesa de que el próximo sábado sí podrán hacer sus toquines, pero a condición de que vayan tramitando un permiso, en el mismo tenor se marchó la comunidad purépecha, mientras que el grupo religioso continuó exigiendo la devolución de su equipo de sonido.
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David de Anda en entrevista con los medios
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