Desde el correo de Redes Ciudadanas
Publicado en El Occidental
Solamente faltaban cuatro calles para llegar a casa. Conducía su auto Volkswagen, a eso de las dos de la mañana, cuando se produjo el encontronazo. Néstor Alan Rodríguez Licea murió dentro del coche que poco antes había comprado y que apenas unas semanas antes había propuesto vender, para costear la intervención quirúrgica a que fue sometido. Sin embargo Mónica, la madre de él, se opuso a que su hijo, de 18 años, pagara su propia operación. Ella gastó sus ahorros y pagó la operación. El muchacho prometía “trabajar duro para corresponderle, comprándole su coche a ella”. Sus ilusiones se acabaron dentro de un auto destrozado, cuando volvía a casa luego de haber llevado a varios de sus amigos a casa la
madrugada del domingo.
Fue en el cruce de Díaz de León y la avenida Vallarta donde se estrellaron contra su auto una camioneta Ram 2006 y un Jetta. El tenía 18 años, quienes chocaron contra él tienen 19. Ellos
viven, él no.
Néstor Alan solamente recibió ayuda de los paramédicos que destrozaron la carrocería de su auto para rescatar el cadáver, aunque él nunca lo sabrá. Los dos muchachos que chocaron contra su compacto, Christian Arias de la Torre y Francisco Javier Alvarez del Castillo Iñiguez, recibieron de inmediato el apoyo de sus padres.
Independientemente de quién hubiera sido responsable, las autoridades no esperaron más y les dieron el apoyo. Los dos muchachos fueron enviados a hospitales particulares, uno de ellos al Terranova y el otro al San Javier. Al hospital, porque solamente de esa forma no tendrían que pisar las celdas, a hospital particular porque de lo contrario tendrían que mandarlos a la Sala chica del Hospital Civil, en calidad de detenidos y enviándolos al nosocomio privado se tendría que mandar a un agente de la Judicial como custodio. Se cumplía con la ley y además se tenía la oportunidad de “servir” a los dos muchachos.
Uno de ellos, Francisco Javier, nieto de Enrique Alvarez del Castillo, QEPD, exgobernador de Jalisco y exprocurador de la República. El otro, hijo de Fernando Arias, director de comunicación social del Estado en Jalisco durante el sexenio de Alvarez del Castillo, y vocero de la PGR durante la gestión de Alvarez del Castillo, vocero de Ramírez Acuña gran parte de su sexenio en Jalisco, como gobernador y ahora evidentemtente será vocero de la Secretaría de Gobernación de México, puesto que acaba de ser llamado por Francisco Ramírez Acuña para integrarse a su equipo en la federación.La presencia del padre de Christian y del padre de Francisco Javier, fue suficiente para que todo “se arreglara”. Mónica y Néstor supieron que su hijo estaba muerto, en el Semefo, doce
horas después del accidente, a pesar de que ellos lo buscaban afanosamente desde que no llegó a casa a las dos de la mañana.
Padres, familiares y amigos de Néstor Alan, preparan una serie de manifestaciones y de plantones por diferentes partes de la ciudad e incluso del país. No quieren venganza, solamente piden justicia, que se diga la verdad, que no haya impunidad y que los seres humanos sean medidos con la misma vara, que los jóvenes sepan que hay castigo para quienes toman las calles como carreteras y que a pesar de la parcialidad de autoridades comprometidas con todo, menos con el derecho, como la Procuraduría de Justicia y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, se puede hacer justicia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario