- La restricción se implementó para proteger a los regidores de agresiones: Alejandro Solorio
- La violación que alega la Comisión de Derechos Humanos no existe, reitera el alcalde de Guadalajara
JORGE COVARRUBIAS - La Jornada Jalisco 30/12/06 (Notas anteriores 28/12/06, 29/12/06)
Para el alcalde de Guadalajara Ernesto Espinosa Guarro se solventó ya la medida cautelar que le giró la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDHJ) por la restricción del acceso al edificio de presidencia municipal. Aunque no explicó los motivos de la demora en responder al organismo recalcó que la vigilancia en el inmueble se justifica por la seguridad de quienes ahí laboran.
Por primera vez aceptó que las constantes manifestaciones que sucedieron en los últimos meses durante las sesiones de cabildo obligaron a restringir el ingreso, por tanto esta medida continuará hasta mañana, último día en que concluye el periodo de la administración.
“Ustedes vieron inclusive que en una ocasión se presentó en las sesiones de cabildo un grupo de personas violentando e interviniendo de alguna forma en la sesión, eso esta muy claro en el reglamento donde el propio presidente puede hasta suspender la sesión y desalojarlos por la fuerza pública, creo que eso no es necesario, no buscamos eso, mejor lo prevemos”, dijo.
Al igual que el secretario de Seguridad Pública, Luis Carlos Najera, a quien también se dirigió la medida cautelar, Espinosa Guarro sostuvo que la violación al libre tránsito que alega la CEDHJ no es tal porque existe una clara distinción entre los “bienes especiales”, y los “bienes comunes de servicio público”, en esta última categoría entra el palacio municipal, la cual permite limitar el acceso.
“Corresponde a los términos de ley y no estamos violando ningún derecho de ninguna persona, sino estamos cumpliendo con la responsabilidad que nos dan los propios reglamentos y las leyes”, subrayó.
El director de la Policía de Guadalajara, Alejandro Solorio Arechiga, mencionó a un medio radiofónico que la restricción del acceso a las personas se ordenó por temor de que algunos regidores fueran agredidos con huevos, frutas y legumbres, sin embargo el primer edil rechazó el comentario de su subalterno. “No voy a comentar nada, no se quién sea, yo no tengo miedo”, ultimó.
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