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miércoles, diciembre 20, 2006

Jalisco en el Gabinete

Luis Ignacio Román Morales - Proceso 1572 - Suplemento Jalisco 110

Como pocas veces en la historia, los políticos jaliscienses tiene n diversos lugares de privilegio en la toma de decisiones de la política nacional. Francisco Ramírez Acuña se convierte en uno de los tres políticos con más poder (junto con Calderón y Carstens) y se hace acompañar de diversos subsecretarios provenientes de Jalisco; Alberto Cárdenas reedita una posición de autoridad muy significativa, en tanto que en el Congreso de la Unión los políticos de la entidad asumen posiciones clave, como las comisiones de Presupuesto y de Educación en la Cámara de Diputados.

Una reacción inmediata puede ser la de identificar tal situación con la de un posible beneficio especial para el estado: si los políticos jaliscienses toman decisiones nacionales críticas, cabe suponer que en tales decisiones saldrá beneficiada su patria chica.

Sin embargo, tal afirmación implicaría varios supuestos: entre otros, que los intereses de los jaliscienses son homogéneos (si no, el beneficio de unos no será el de los otros); que a los políticos les interesa apoyar a su lugar de origen más que su propia carrera política federal, que cuentan con el margen de maniobra para hacerlo, y que son ellos los que mejorarán la imagen y presencia de Jalisco en el entorno nacional.

Suponiendo que tales afirmaciones fuesen ciertas, sería cuestionable la pertinencia de la mayor parte: ¿Conviene que los gobernantes federales beneficien a su lugar de origen y no operen con criterios de imparcialidad? Esas actitudes generarían mayor polarización social y la profundización de lógicas de privilegio en vez de los criterios de eficiencia o de justicia que teóricamente deberían prevalecer en las decisiones públicas.

En cuanto a los intereses de los jaliscienses, éstos distan de ser homogéneos: El estado cuenta con una distribución del ingreso similar a la media nacional, que es una de las más concentradas del mundo; en el plano territorial, es uno de los estados más centralistas, y en cuestión de derechos humanos, es un campeón en las denuncias por violaciones a los mismos. Ello implica que efectivamente hay beneficiarios de la forma en la que funciona el estado, pero están lejos de ser mayoría.

En cuanto a los intereses particulares de estos funcionarios, resulta difícil anticipar su futuro, aunque Alberto Cárdenas ha mantenido un perfil más popular y cercano a sus
coterráneos que Ramírez Acuña.

Ambos tendrán que enfrentar problemas extremadamente complejos. Ramírez Acuña se encarga de una secretaría que teóricamente debería fortalecer la gobernabilidad del país. Para ello resultaría crucial entender que la solución a las tensiones sociales y económicas es, valga la redundancia, de carácter social y económico, no sólo de orden policial. Si las tensiones se tratan de resolver como si fuese sólo una cuestión de delincuencia y no de profundos problemas en la estructura social del país, el riesgo de polarización se seguirá acentuando y, con éste, la propia inseguridad y obstáculos a la gobernabilidad.

Podrá haber aplausos por la "mano firme", pero ello sólo contribuirá a la generación de una imagen personal y no a la solución de los conflictos. Maquiavelo consideraba que era preferible que el Príncipe fuese temido a que fuese amado. Faltaría ver si el desarrollo y la cohesión social se pueden construir con base en el temor.

Por otra parte, la defensa de la "mano dura" y el desdén por la defensa de los derechos humanos implican un flagrante contrasentido con la campaña presidencial del PAN. ¿No señalaban que no había que votar por López Obrador porque podría formar un gobierno autoritario? El doble discurso recuerda el dicho de que lo que el pobre es borrachera en el rico es sociabilidad, lo que en uno es un defecto en el otro se considera virtud.

En cuanto a Alberto Cárdenas, entra en una posición debilitada, desde el momento mismo en que la secretaría a su cargo se incluye en el gabinete social y no en el económico. Ante la apertura total del mercado del maíz y del frijol en el TLC para 2008, parece fundamental que se diseñe una política económica agropecuaria: tal sector sigue siendo fundamental en términos de la estructura de empleo, de territorio ocupado, de problemáticas sociales y de seguridad nacional, de abasto de alimentos, de materia prima para la industria y de productos de exportación. Si a la Secretaría de Agricultura se le concibe fuera de la estructura de decisiones económicas, el fracaso será inevitable. Tal parece que Cárdenas no tendrá margen de maniobra.

¿Cuentan estos políticos con la capacidad para responder al reto que tienen enfrente o su nombramiento es el resultado de nexos personales b de los compromisos políticos que estableció Calderón durante .su campaña?

En el caso de Ramírez Acuña, su imagen como gobernador estuvo marcada por la manifestación y la represión del 28 de mayo de 2004, durante la cumbre América Latina-Unión Europea, aunque desde su entrada al puesto fue altamente cuestionada la exclusión de Guadalupe Morfín al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. También se destacaron sus conflictos con el Instituto Estatal de Transparencia de Jalisco, los retrasos e incrementos de costos en la obra pública y la afectación ecológica, así como la calidad de la obra de la carretera Mascota-Las Palmas, posiblemente la mayor obra de infraestructura de su gobierno.

Durante su gubernatura también se recuerdan sus innumerables viajes alrededor del mundo y la caída de Jalisco en los indicadores de competitividad y de captación de inversión extranjera. De hecho, también se registraron diferencias significativas con la Comisión Nacional Forestal y con la Secretaría del Medio Ambiente cuando Alberto
Cárdenas fue titular en esas dependencias.

Más allá de los secretarios, la nota la ha dado el diputado jalisciense Raúl Alejandro Padilla, presidente dela Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Un aspecto básico para evaluar el trabajo legislativo podrá estar referido a la capacidad de que dispongan los políticos y sus equipos para tomar decisiones. Las primeras muestras de ignorancia llevadas al extremo han sidolasdec.laraciones del legislador para apoyar la reducción del presupuesto a la UNAM, descalificándola porque "la norma mínima de calificación. es de cinco y si usted saca cero la mínima calificación es cinco".

Además de que lo anterior es totalmente falso, refleja la pobreza de argumentos y el desconocimiento sobre lo que implica la UNAM y en general las universidades públicas en cuanto a su desarrollo académico y a que son las instituciones que acogen la inmensa mayoría de la escasa investigación que se realiza en nuestro país.

La declaración del panista fue, además, una defensa barata de la propuesta gubernamental de reducir el presupuesto para la UNAM. Es evidente que estas posturas están lejos de mejorar la presencia de Jalisco a nivel nacional.

Sea como sea, la nueva influencia de Jalisco en el gabinete y en el Congreso apenas está iniciando. En términos generales, los antecedentes y las primeras señales en la torna de decisiones no son halagüeñas. Sin embargo, queda el beneficio de la duda; apenas van dos semanas del nuevo gobierno y la historia está por construirse. Valentín Gómez Farías, Ignacio Vallarta o Manuel Gómez Morín contribuyeron a generar una imagen para Jalisco; Victoriano Huerta generó otra diametralmente opuesta.

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