Camilo Ná
Comienza, con la aprehensión de Flavio Sosa, el estado de “mano dura”. Los “cargos” al dirigente de la APPO son absurdos y recuerdan los peores días de la guerra sucia. No habrá diálogo en este gobierno: no lo quieren. Felipe Calderón, impuesto por los poderes fácticos, busca quedar bien con los empresarios (sus amos que lo impusieron) a través de un impresionante sistema de “mano dura”, intimidación, represión y encarcelamiento de todo opositor al régimen. Lo que se debe buscar, desde ahora, es la caída de Felipe Calderón a como dé lugar. Si se cede y no se protesta, tendremos en un futuro no muy lejano un país maniatado y dócil, lleno de miedo, sin perspectivas de mejoramiento, explotado siempre y siempre humillado.
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