César Huerta
Extensión Medios
Al gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, le importa poco el río Santiago y sus aguas sucias. Para Emilio, lo importante es salir en la foto, montar una bicicleta, demostrar gallardía y espíritu deportivo.
En su recorrido por los recién construidos tramos dos y tres del Periférico Oriente, Emilio no se paró en el puente que atraviesa la cuenca del ahogado. En ese tramo el panorama es triste y repugnante, las descargas toxicas hacia la cuenca son perceptibles desde lejos y sus olores marean a más de uno. Esta foto fue tomada 10 días antes de la visita del gobernador y del lugar no se mencionó nada, el silencio del tema hizo presencia en el discurso del mandatario. Para González Márquez todo fue movilidad para el automóvil: 220 millones de pesos para la construcción del puente. En realidad, habrá más contaminación, más monóxido de carbono, más muerte y menos vida.
Y la gente cada vez más afectada, pues por un lado están el río Santiago, la cuenca del ahogado y demás afluentes contaminados, y por el otro las industrias, más allá la papelera y el tiradero de basura de los laureles. Pero como si no bastará, más contaminación de los automóviles. Y la gente olvidada, muriendo poco a poco, con enfermedades en la piel, con cáncer, con la muerte rondando tras de sí.
En su recorrido por los recién construidos tramos dos y tres del Periférico Oriente, Emilio no se paró en el puente que atraviesa la cuenca del ahogado. En ese tramo el panorama es triste y repugnante, las descargas toxicas hacia la cuenca son perceptibles desde lejos y sus olores marean a más de uno. Esta foto fue tomada 10 días antes de la visita del gobernador y del lugar no se mencionó nada, el silencio del tema hizo presencia en el discurso del mandatario. Para González Márquez todo fue movilidad para el automóvil: 220 millones de pesos para la construcción del puente. En realidad, habrá más contaminación, más monóxido de carbono, más muerte y menos vida.
Y la gente cada vez más afectada, pues por un lado están el río Santiago, la cuenca del ahogado y demás afluentes contaminados, y por el otro las industrias, más allá la papelera y el tiradero de basura de los laureles. Pero como si no bastará, más contaminación de los automóviles. Y la gente olvidada, muriendo poco a poco, con enfermedades en la piel, con cáncer, con la muerte rondando tras de sí.
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2009::
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