El Planeta tiene arteriosclerosis
Las presas significan la muerte de los ríos, que son para el planeta como la circulación de la sangre en nuestro cuerpo.
Es precisamente ahí, en donde se produce la mayor cantidad de energía eléctrica y agua del país, que las comunidades carecen de esos básicos servicios.
En torno a la Presa de Arcediano, más allá de la farsa de la reubicación del puente colgante, se hará pastiche con el nuevo puente vehicular sobre el Río Santiago, necesario para la obra, a un kilómetro aguas abajo de lo que será la cortina. La megapresa requiere de kilómetros de nuevos y buenos caminos para el transporte de material y se podrá circular desde Tonalá, bajando hacia el sitio Arcediano y hasta Los Tempisques (supuestamente ahí está el banco de material), para subir a la carretera a Saltillo, abriendo la selva virgen a los invasores de tierras, a la siembra de enervantes y a la tala clandestina. Y la cortina de la presa será el puente para unir la barranca de Huentitán en su otro extremo y desarrollar la Nueva Guadalajara: un proyecto urbanístico-inmobiliario "amarrado" en el sexenio de Ramírez Acuña, cuyos promotores e inversionistas aguardan a que doña especulación haga lo suyo. ¡Claro!, Todo en área natural protegida.
Las presas
La Comisión Mundial de Represas (en adelante La Comisión) calcula que el promedio de exceso en los costos en grandes represas construidas las últimas décadas fue de un 56 por ciento más del calculado inicialmente, ampliándose así los márgenes y montos en la corrupción: un desfalco que en buena parte las hizo financieramente inviables. Las grandes presas, dice La Comisión, están condenadas a muerte.
Cuarenta y cinco mil presas se han construido en todo el mundo y han destruido más del 60 por ciento de los ríos del planeta, lo que ha contribuido a que el 50 por ciento de los humedales y manglares se hayan extinguido.
En México, la mayoría de las presas se encuentran al término de su vida útil. Era justa la coyuntura para repensar nuestro presente y futuro en materia de infraestructura hidráulica. Para, con voluntad política y rigor científico, estudiar las alternativas y apostar por las nuevas tecnologías. Para observar cómo en otras naciones se diseñan y construyen micropresas económica y ambientalmente sostenibles; adaptan viejas instalaciones a las nuevas leyes y normatividades o desmantelan elefantes blancos para recuperar ecosistemas, entre otras muchas acciones preventivas ante el cambio climático.
La energía eléctrica ha sido, y seguirá siendo, motor de desarrollo de los pueblos; y el agua su combustible, siempre y cuando, y ahora lo sabemos, conservemos sanos los ecosistemas para que nos sigan brindando servicios. Sin embargo, durante el sexenio de Fox se dio auge a la construcción de presas, consideradas hoy caducas o en vías de.
Revisando la historia de las presas de México, no encuentro experiencia exitosa alguna de una reubicación justa y digna para las personas afectadas directamente (www.agua.org). Para la construcción de la presa Miguel Alemán, en los años 60, se incendiaron, como estrategia de desalojo, las viviendas de 21 mil indígenas mazatecos. De construirse la presa La Parota, en Guerrero, se inundarán 14 mil hectáreas, incluyendo represas, tierras de cultivo, carreteras y puentes. La biodiversidad y la cohesión social y económica de la que dependen 40 mil campesinos indígenas -desplazados y dispersos en los cinturones de miseria urbanos- desaparecerá. Y qué Gobierno asume una responsabilidad ante estas poblaciones a las que siempre perjudica el "progreso".
Hace dos días se expropió a la familia Lara una franja de su rancho en Arcediano. Cómo hablar de "expropiar" si debía ser por causa de utilidad pública, cuando la ganancia de todo el proceso la capitaliza el sector privado, sin convencernos aún de la "utilidad pública" que sería mínima: la supuesta calidad potable del agua; ni vemos que inviertan en lo relativo al saneamiento, que es lo prioritario.
Pero la resistencia de muchos pueblos -y por cuestión de sobrevivencia- ha logrado detener, modificar o cancelar proyectos hidráulicos, y hasta revertido privatizaciones, pues es precisamente ahí, en donde se produce la mayor cantidad de energía eléctrica y agua del país, que las comunidades carecen de esos básicos servicios ¿entonces dónde está la mejora significativa para ellos?
Está anunciado, con eufemismos, que este Gobierno ampliará las bases de la privatización de la energía eléctrica y del agua.
La Parota, Arcediano, El Cajón, La Yesca, El Zapotillo y otras presas son modélicas para tales fines: antiecológicas y sin sentido social, para poner al servicio de las transnacionales el motor y el combustible del País. ¡Ah!, y la mano de obra. Así veo las cosas.
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