La presa de Arcediano ¿agua limpia? ¿para quién?
En lo profundo de la Barranca de Huentitán corren los ríos Santiago y Verde. El primero está contaminado por las aguas negras que se recogen de la zona metropolitana de Guadalajara y donde se juntan los cauces de ambos, se contaminan las aguas, que se convierten en venas de agua verde.
El proyecto de la Presa de Arcediano data de 2003, cuando el entonces gobernador interesado por dotar de agua “suficiente” a Guadalajara inició el estudio de dos presas: Loma Larga y Arcediano, viendo a esta última como la opción más viable, ya que según la Comisión Estatal del Agua, saldría más barato abastecer de agua con Arcediano que con Loma Larga.
En 2003 decían que el costo de la misma sería de siete mil millones de pesos, cantidad distribuida en 3 mil 200 millones de pesos para las obras de abastecimiento y 3 mil 500 millones para el saneamiento, el cual incluiría colectores, redes de agua y alcantarillado, además de las plantas de tratamiento que requiere la ZMG y que las obras estarían concluidas en el año 2006 o principios de 2007.
Si esa es la mejor opción surge la pregunta ¿por qué han tardado tanto las obras?
En primer lugar, hay que decir que la construcción de la presa en Arcediano, implica la reubicación de 70 familias que han vivido toda su vida en esa zona y que sufrirán el desarraigo de su lugar de origen y su forma de vida y que se han resistido a cambiarla. Quizá la mayoría ya haya vendido sus terrenos a pesar de que el gobierno dijo que sólo pagarían indemnizaciones a aquellos que demostraran la posesión legal de los mismos, cosa tramposa, porque una gran parte de ellos viven o vivían en terrenos ejidales.
En segundo lugar, persiste el debate sobre la construcción de la presa como un problema de salud pública, especialmente el derecho a la salud y a disponer de agua limpia. Han pasado más de treinta años en los que por esos ríos transitan las aguas negras y ahora les preocupa la limpieza de la mismas, sin que antes hayan hecho nada, nada, nada, lo que nos habla del mal manejo de uno de los afluentes más importantes como es el sistema Lerma-Chapala-Santiago.
Al respecto, los estudios sobre la calidad del agua siguen poniendo en duda la viabilidad de esta obra. Y es que el río Santiago recibe las descargas de aguas residuales tanto industriales como municipales.
En los estudios que se han realizado sobre las aguas que corren por los ríos Santiago y Verde, se reconoce la presencia de altas concentraciones de manganeso, que puede causar reacciones de oxidación y reducción sobre otros metales como arsénico y plomo, además de compuestos de alta toxicidad, tales como hidrocarburos policíclicos aromáticos, benceno, tolueno, fenol y tetracloroetano. Varias de estas sustancias son reconocidas como carcinogénicas, mientras que otras tienen efectos adversos para el sistema nervioso, quizá la mayoría de la gente no entienda el significado de ello, pero lo cierto es que se pueden desarrollar distintos tipos de cáncer por estar en contacto con aguas contaminadas.
El Tribunal Latinoamericano del Agua para el caso de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago-Pacífico resolvió en marzo de 2006 "exhortar a las autoridades competentes para que ordenen la suspensión de las obras de construcción de la presa del Arcediano, hasta en tanto se realice un estudio integral sobre las implicaciones a la salud humana.
Por su parte la Universidad de Guadalajara con base en los análisis y estudios efectuados por científicos, mantienen la posición de que no se tiene la plena certeza de que sea viable en términos sustentables y económicos, ya que resulta más cara la alternativa Arcediano a partir de un cierto número de años y es mucho menor su vida útil debido a los altos costos de operación, principalmente los de electricidad (el consumo requerido para el bombeo de la presa equivale al 11% de la electricidad que utiliza la ZMG)
Por otro lado, la Barranca de Huentitán es área de protección de recursos naturales desde 1997, y se requiere un estudio de impacto ambiental que permita conocer los aspectos negativos y positivos, no sólo para la ZMG, sino para toda la cuenca que conforma el largo del Río Santiago, que va de Jalisco hasta Nayarit, Estado que también hace uso de esta agua.
Finalmente, también hay que defender el puente colgante de Arcediano que fue construido en 1884 y fue el primero en su tipo en el país y si usted es de los que van a la barranca a su paseo dominical, creo que si el gobierno se empeña en construir la presa, ya no podrá hacerlo, porque si ahora el tufo de aguas negras es fuerte, imagínese cómo será cuando como dijo uno de los vendedores de agua, aquello se convierta en “una bacinilla gigante”
¿Llegará el día en que los habitantes de Guadalajara recibamos esta agua y cuáles serán las consecuencias para quien la tome, se bañe, lave sus trastes o cocine sus alimentos? ¿A quiénes les llegará esta agua? ¿Quién saldrá beneficiado?
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