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viernes, enero 19, 2007

Opinión - Jorge Souza Jauffred

La Feria

Jornada Jalisco - 19/01/07

Mañana, el candidato único a la Rectoría de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño Torres, presentará su programa de trabajo ante el Consejo General Universitario, integrado por casi 300 representantes de los diez centros universitarios y la Universidad Virtual. Se trata sólo de un trámite obligado que conducirá a que el próximo lunes 22 el mismo Consejo designé a Briseño como próximo rector de esa casa de estudios, cargo que asumirá a partir del primero de abril y durante los próximos seis años.

Carlos Briseño, actual secretario general de la UdeG, tuvo una fuerte presencia en los medios de comunicación durante el reciente proceso electoral estatal. Su amistad y cercanía con el candidato del PRI al gobierno del estado, Arturo Zamora, fue motivo del interés de los periodistas, quienes sometieron al universitario a un intenso bombardeo del que salió bien librado. Briseño defendió siempre su añeja pertenencia al PRI, nunca negó su amistad con Zamora, a quien consideraba como el próximo gobernador de Jalisco, y criticó acremente la campaña de desprestigio que realizó el PAN tanto a escala nacional como local. Todo ello en forma abierta.

En su carácter de secretario general, Briseño tiene a su cargo el manejo de los medios de comunicación de la UdeG –la red Radio Universidad, los programas televisivos y la Gaceta informativa–. La decisión de no transmitir ni difundir la campaña negativa del PAN a través de los espacios informativos de Radio UdeG le valió a Briseño algunos cuestionamientos de parte de otros medios, los que encaró diciendo que no se prestaría a difundir los mensajes electorales negativos y denigrantes (en este caso, los del PAN).

Pero el encontronazo más fuerte lo tuvo con el candidato panista, Emilio González Márquez, quien manifestó públicamente, entre otras cosas, que la Universidad estaba dirigida por una “burguesía dorada” y que el dinero gastado en cada estudiante era demasiado; Briseño le respondió de inmediato que esos recursos no eran sólo para aulas, sino también para otras instalaciones e instrumentos complementarios que requiere la verdadera preparación universitaria.

En ese contexto, el próximo rector quedó caracterizado como el hombre duro de la UdeG, un político priísta capaz de enfrentar al entonces candidato y hoy gobernador electo Emilio González Márquez, a quien muchos universitarios ven como un posible agresor de esa casa de estudios. No hay que olvidar que el gobierno del estado y la Universidad de Guadalajara vivieron ya una lucha frontal durante el mandato del gobernador panista Alberto Cárdenas, quien manifestó entonces a sus allegados su deseo de terminar con la UdeG.

Cuando, en el sexenio siguiente, asumió el poder el también panista Francisco Ramírez Acuña, hoy secretario de Gobernación, la situación cambió radicalmente... al menos por unos años. La Universidad recibió quizá los mayores apoyos económicos que ha obtenido del estado; y el propio Ramírez Acuña se dijo amigo de la UdeG, a riesgo de recibir críticas de sus propios compañeros. Sin embargo, al paso del tiempo, pequeños roces con la UdeG, entre los que se cuenta la salida del Ballet Folklórico de la UdeG del Deatro Degollado, enfriaron la relación y marcaron nuevas distancias. Pese a ello, la UdeG no lo vio nunca como un agresor ni como un peligro. Ramírez Acuña sostuvo siempre que la UdeG es una gran institución.

Muy diferente es la situación de la UdeG ante Emilio González. Hay una mutua sensación de que no se habla el mismo lenguaje. Pese a ello, en días recientes, tanto Briseño como el gobernador electo han limado las aristas del problema y han manifestado en distintos medios su buena voluntad para apoyarse mutuamente en las acciones benéficas a la Universidad. Pero eso es lo menos que tendrían que hacer como políticos. Cuidar las formas; construir sobre lo ya fincado; avanzar hacia la construcción de posibles espacios de diálogo. La duda es si será posible abrirlos finalmente.

En ese escenario, la Universidad de Guadalajara decidió enviar algunos mensajes al próximo gobierno estatal.

1) Entre los perfiles pragmático y político de Raúl Vargas, cultural y práctico de Jeffrey Fernández, y académico de Juan Manuel Durán, el Consejo General Universitario se definió a favor del perfil opositor, político y frontal de Carlos Briseño.

2) La renuncia de los tres candidatos a inscribirse a la contienda por la Rectoría nos dice que la Universidad prefirió mostrar un sólo rostro.

3) La UdeG se está diciéndose dispuesta a afrontar cualquier lucha que el gobierno del estado intentara a lanzar.

4) La experiencia en el manejo de los medios de comunicación que tiene Briseño le otorga un elemento más a favor de cualquier posible contienda política.

El próximo gobernador tendrá en las manos, para resolverlos, los numerosos problemas que padece Jalisco y, en particular, la ciudad de Guadalajara, cuyo crecimiento desordenado requiere medidas de emergencia. Por eso, no sería conveniente una relación ríspida con la UdeG; más bien, lo ideal, como lo han expresado recientemente Emilio y Briseño, sería que gobierno y Universidad marcharan hacia los mismos objetivos. ¿Será sólo un sueño?

El ingeniero Germán Petersen Biester, uno de los forjadores del partido blanquiazul en la entidad, falleció el día de ayer de un paro cardiaco. El también funcionario panista, al que animaba el viejo espíritu de los fundadores de ese partido, fungió como diputado en la LV Legislatura y, más tarde, fue designado director del Instituto Jalisciense de Asistencia Social, IJAS. El ingeniero Petersen, tío del actual alcalde de Guadalajara Alfonso Petersen Farah, tenía 80 años de edad y algunos padecimientos ya añejos. Nuestras sinceras condolencias a su familia. Y eso es todo por ahora, nos leemos en este espacio el próximo lunes.

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