Entrevista a Alfonso Petersen

Sólo escuché sugerencias

Alberto Osorio Méndez - Proceso Jalisco 122

Médico de profesión y extitular de la Secretaría de Salud del estado, Alfonso Petersen, presidente municipal entrante de Guadalajara, jura que nunca ha consumido ningún tipo de droga, rechaza el aborto y se pronuncia a favor de la ley de sociedades de convivencia.

Es hijo del ingeniero Carlos Petersen Biester, panista de la vieja guardia que fue secretario de Desarrollo Urbano y primer candidato del PAN en ganar la presidencia municipal de Guadalajara en los años setenta, aunque su triunfo no fue reconocido entonces por el PRI.

Poncho, como le dicen sus familiares y amigos, niega que destacados miembros de su partido hayan secuestrado su administración municipal desde antes de que ésta iniciara.

En entrevista con Proceso Jalisco, asegura también que nunca ha pasado por su mente buscar la gubernatura del estado.

–¿Cuántas cuñas le metieron, doctor? –se le pregunta.

–Honestamente le digo: ninguna; creo que es importante reconocerlo y sería absurdo no hacerlo. En ocasiones escuché sugerencias de integrantes de mi partido acerca de cómo se deberían realizar las funciones de gobierno, pero sólo se trata de opiniones, y para la integración de mi equipo de trabajo únicamente fueron consideradas aquellas personas con el perfil requerido para cumplir con nuestro objetivo.

Admite que en varios puestos colocó a funcionarios que no necesariamente pertenecen al PAN, con el fin de respetar las alianzas que a su juicio se deben preservar.

Defiende el nombramiento de Alfonso Rejón Cervantes, quien estará al frente de la Secretaría General a pesar de las críticas en su contra por supuesta falta de transparencia cuando se desempeñó como titular de la Secretaría de Vialidad durante la administración de Francisco Ramírez Acuña y parte de la del actual gobernador interino, Gerardo Octavio Solís Gómez.

–¿A cuántas personas le recomendó Ramírez Acuña?

–Con el licenciado Francisco Ramírez Acuña no he tenido el gusto de platicar desde que en agosto pasado hizo el favor de invitarnos a una comida a los presidentes municipales electos.

En cuanto a la Ley de Sociedades de Convivencia, aprobada en la capital del país hace varios meses, Petersen asegura que es un instrumento al que de manera injusta se le ha denominado “ley gay”,porque la convivencia –precisa– “no necesariamente va de la mano de las convicciones sexuales o de los intereses que en un momento determinado las personas puedan llegar a tener”.

Considera que las críticas que se le han hecho a esa ley “carecen de sustento y son irresponsables”. Aunque dice respetar la opinión del arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien ha manifestado su rechazo a la Ley de Sociedades de Convivencia, dice que no está de acuerdo con esta postura.