Los activistas colocaron mantas de protesta junto a la propiedad de Guadalupe Lara
Los obligaron a replegarse a la zona amparada legalmente, último vestigio de esa área rural
JUAN CARLOS G. PARTIDA - La Jornada Jalisco 12/01/07
En Arcediano los roces entre policías estatales y activistas del Colectivo Ecologista de Jalisco continúan. Mientras el proceso de desmantelamiento del puente sigue piedra a piedra, la colocación de mantas por quienes mantienen un campamento junto a la casa de Guadalupe Lara Lara, motivó que policías estatales destacamentazos las 24 horas al fondo de la barranca de Huentitán los hostigaran y obligaran a replegarse al polígono amparado legalmente, único vestigio de lo que hasta hace unos meses fue la última población rural de Guadalajara.
La denuncia de los opositores a la presa de Arcediano, que incluyó un aviso vía telefónica a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) para levantar una queja, señala que en el proceso de colocar mantas los policías se acercaron y los obligaron a retirarlas, a pesar de que la colocación se daba dentro de la propiedad de Guadalupe Lara.
Durante el día y después de que activistas que también permanecen de guardia en el campamento instalado dentro de la propiedad de Lara Lara denunciaron la agresión, más activistas bajaron a la barranca para atestiguar y tener datos precisos del incidente, en búsqueda de integrar un expediente respecto a lo sucedido y presentarlo a la CEDHJ.
La presión de los activistas en Arcediano se intensificó luego que el gobierno estatal a través de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) inició la remoción y reubicación del histórico puente colocado en ese lugar y que data de finales del siglo 19. La CEAS no ha podido evitar que este grupo permanezca en ese lugar debido a los amparos vigentes a favor de Guadalupe Lara, en los cuales la autoridad señala que la integridad física de la mujer deberá ser respetada mientras se realice la obra.
En septiembre pasado el Colectivo Ecologista comenzó su escalada contra la presa de Arcediano, cuando en visita al Congreso del Estado entregaron una petición avalada por miles de firmas –con la rúbrica de muchas personalidades- para evitar que comenzara la obra hasta el término de un estudio sobre los efectos a la salud que podría tener consumir agua de una presa alimentada por el río Santiago, uno de los más contaminados del país. En ese entonces, Oscar Vargas López, director del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec), se apersonó en el Legislativo y solicitó a los diputados que no liberaran el crédito para la construcción de la presa, lo cual cinco meses después aún no sucede.
La crítica principal fue que la Organización Panamericana de la Salud realizaba un estudio de impacto sanitario, el cual ni entonces ni hoy está todavía concluido, por lo que no se ha determinado si efectivamente será sano abastecer a la zona conurbada de Guadalajara con agua del Santiago.
En ese entonces, entre los firmantes aparecieron los nombres de los escritores Carlos Monsiváis y Eduardo Galeano; del obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García; del actor Héctor Bonilla, el director del Centro de Ecología y Desarrollo, Iván Restrepo, y profesores investigadores de universidades como ITESO y UdeG, además de ecologistas de países como Canadá, Filipinas, Francia, Panamá, Estados Unidos, Italia, Brasil, Uruguay, Holanda, Argentina y Colombia
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