Los libros de texto gratuitos y sus censores
Carlos Monsiváis - El Universal 31 de diciembre de 2006
La contienda por el laicismo y la laicidad se enconará en 2007. Esta no es una vaga profecía, sino la certidumbre desprendida de las reuniones y declaraciones del episcopado, de las promesas que el presidente Felipe Calderón hizo a los obispos católicos ("Se modificará la Constitución de la República para que vuelva la libertad religiosa en México"), y de la identificación explícita de libertad religiosa con educación católica en la enseñanza pública.
Esto desemboca en una hilera de preguntas: ¿qué posibilidades tendrían de recibir la enseñanza de su fe los niños protestantes, islámicos y budistas, entre otros? ¿Se duplicaría la hora del recreo para los niños de padres ateos? ¿Cómo se evitaría la hostilización a los niños no católicos, y, lo más importante: al entrar en conflicto la enseñanza científica y sexológica con la doctrina, ¿a quién favorecerían las autoridades educativas?
Por fortuna, los integristas carecen de sentido porque la secularización es un hecho irreversible, la libertad religiosa existe desde hace tiempo no obstante los brotes continuos de intolerancia contra las minorías, y Dios no nos hará ni viudos ni mochos, por favor.
Sin embargo, vale la pena revisar la historia de los ataques contra la educación pública y los libros de texto gratuitos, el primer objetivo del integrismo. Al entrar a este tema recurro a una muy buena investigación, "Los libros de texto gratuitos". La disputa por la educación en México, de Lorenza Villa Lever (Universidad de Guadalajara, 1988), una crónica del debate. En 1962, la primera andanada eclesiástica y empresarial contra los libros..., termina con la derrota de la derecha, humillada por el control sindical y político del presidente Adolfo López Mateos; la siguiente embestida se produce en 1975, como parte de los ataques contra el presidente Luis Echeverría, detestado por su "tercermundismo" y su discurso ocasionalmente radical. Las críticas de la derecha, del Centro Patronal de Nuevo León, por ejemplo, ubican al primer espanto: el "internacionalismo", que "enaltece a héroes de otros países" (EL UNIVERSAL, 6 de enero de 1975). Acto seguido, el obispo de Tlaxcala, Luis Munique Escobar, califica de "socializante y comunizante" al libro de sexto año en "los asuntos referentes a la educación sexual y a la enseñanza de Ciencias Sociales" (El Día, 23 de enero de 1975), y el un tanto desvaído "progresismo" de los textos es visto como la víspera del asalto al cuartel Fundidora (o algo así). Luis Guzmán de Alba, presidente de la Asociación de Industriales de Vallejo, no se anda por las ramas:
"Como padre de familia, como mexicano, y tomando en cuenta que el monopolio de la nacionalidad no existe en nuestro país (...), considero que el libro de texto gratuito de sexto año, el de Ciencias Sociales, es tendencioso marcadamente, de tipo socialista-comunista y muchos de sus conceptos no se adaptan a nuestra idiosincrasia y nuestra situación nacional" (Novedades, 24 de febrero de 1975).
* * *
La Unión Nacional de Padres de Familia, un organismo a pedido, también se arrebata. En un desplegado algo confuso, ataca los libros de Ciencias Naturales, porque en ellos "se pretende impartir educación sexual. (Defendemos) el "derecho natural" de la familia a impartir tal educación y le conferimos a la escuela el carácter de complementaria para dar dicha formación; exigimos que se obre con el consenso de los padres, y no unilateralmente como si se tratara de niños de países totalitarios comunistas" (Excélsior, 2 de febrero de 1975).
La Unión Nacional de Padres de Familia refuta y critica algunos puntos de los libros de Ciencias Naturales y su correspondiente libro del maestro, sobre todo en el del sexto de primaria. Se opone al pronunciamiento sobre "la paternidad responsable" y el uso de anticonceptivos; desconfía de la preparación del maestro que le debe explicar dichas cuestiones a sus hijos, y se llama a ofensa porque el gobierno juega con la "dignidad de la persona", dado que, además de improvisar consejos, pretende "arrebatar el derecho primario de los padres de familia en la educación de sus hijos" (Excélsior, 3 de febrero de 1975).
Además esta Asociación de Padres de Familia se indigna porque se aborda la educación sexual solamente desde el punto de vista biológico:
"Si el sexo se viera a través del prisma biológico, en México no se superará el ´machismo´, que hace que el hombre vea en la mujer un mero objeto de diversión y que da hasta 40% de hijos naturales en varios estados de la República" (Excélsior, 3 de febrero de 1975).
La contradicción es notable: si el machismo ha llegado a provocar este alud de "hijos naturales", ¿por qué no se declara un fracaso la ausencia de educación sexual? La asociación expresa su desacuerdo ante el modo en que los libros de Ciencias Naturales abordan algunas "prácticas sexuales" como la masturbación:
"...La masturbación no es normal ni natural en la adolescencia. ¿Acaso quienes están bien educados por sus padres, son anormales o antinaturales? (...) Afirmaciones tales tienden a exonerar de responsabilidad moral a los jóvenes que se masturban (...). Además, es inmoral justificar que la masturbación es normal y natural, afirmando que no pueden sustraerse a ella, porque tienen una necesidad biológica; tal necesidad, de existir, será creada patológicamente, como el fumar, las drogas, el adulterio, etcétera. (En otro párrafo agrega) Al afirmar que la masturbación está condenada por nuestra "cultura" se está juzgando a las religiones desde el punto de vista del materialismo histórico (es la teoría filosófica del consumismo, de las ciencias, las artes y las mismas religiones son modalidades de la estructura económica que tiene la sociedad") (Excélsior, 3 de febrero de 1975).
El onanismo, fundamento del comunismo y enemigo mortal de la explosión demográfica. Más adelante, en su desplegado, la UNPF reprueba, como si fuera la derecha estadounidense de la década de 1920 (el ataque al darwinismo) o George W. Bush en 2006, las tesis evolucionistas:
"La evolución no es un proceso ordenado, planificado o dirigido por algún ser superior o por la naturaleza. No nos oponemos a que se expongan teorías, sino al dogmatismo absurdo de un gobierno que se empeña en introducir el evolucionismo, para negar la existencia y la intervención de Dios, tal como lo dice el libro del maestro del sexto año. El anterior manifiesto es una expresión de nuestra inconformidad por la violación de nuestros derechos y el mal uso de los fondos públicos; además retamos a los señores de la SEP a que demuestren públicamente que tienen la razón en lo que exponen y que dicen que son verdades absolutas. (El manifiesto termina diciendo) Padre de familia: consulta lo que no entiendas con personas de quienes estés absolutamente seguro de su sano juicio, y aléjate de los saboteadores o "paleros" que te dirán que todo lo que afirma la SEP está correcto" (Excélsior, 3 de febrero de 1975).
Por desgracia para los antievolucionistas, esta vez, aliados a Echeverría, triunfan Darwin y sus herederos en los laboratorios, algo que no volverá a suceder si se aprueba la educación religiosa en las escuelas públicas, donde también, es de suponer, se le aplicará el artículo 33 constitucional al "placer solitario".
Escritor
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