Más de mil personas muestran en las calles de esa ciudad su apoyo a la resistencia
Barcelona, 12 de noviembre. "Oaxaca, escucha, Barcelona está en tu lucha." Este grito, que corearon unas mil personas durante dos horas, se escuchó en las calles más céntricas de la capital catalana, donde se reclamó a las autoridades mexicanas el respeto a los derechos humanos, que no prevalezca la impunidad en el conflicto y que no se oculte por más tiempo la situación de los detenidos y de los desaparecidos.
Las organizaciones convocantes, entre ellas de mexicanos residentes en la ciudad, de maestros catalanes y de apoyo a la causa zapatista, exigieron también al gobierno español que se implique en el conflicto y exija transparencia y respeto a la ley en la actuación de la Policía Federal Preventiva (PFP) en Oaxaca.
Barcelona se solidarizó en una multitudinaria manifestación con el pueblo de Oaxaca en general, pero también con todos los "compañeros" de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), con los familiares de las personas asesinadas desde que comenzó el conflicto y con las comunidades indígenas y organizaciones campesinas que sufren a diario de los males endémicos del país: la pobreza, el hambre, la falta de educación y de servicios básicos, como la salud.
La protesta convocó a mil personas, entre catalanes y mexicanos, que se unieron para exigir una salida dialogada al conflicto y el fin inmediato de la violación de los derechos humanos. La manifestación partió de la Plaza de la Universidad, para posteriormente bajar por la calle más conocida y turística de Barcelona, Las Ramblas, donde la gente miraba entre perpleja e interesada los mensajes que portaban: "Ulises Ruiz, dimisión" y "Fox, asesino de maestros y campesinos".
Así, el conflicto de Oaxaca y los abusos cometidos por el gobierno federal fueron expuestos con toda su crudeza en el centro histórico de Barcelona, en cuyas calles retumbaban consignas como "Oaxaca no es cuartel, fuera Ejército", "Ulises ya cayó" o, la más coreada, "Oaxaca, escucha, Barcelona está en tu lucha".
Arturo Landeros, de la organización Mexicanos en Resistencia, explicó a La Jornada: "Nosotros nos hemos organizado para hacer frente a la ignominia y a los abusos de poder que se están cometiendo en México en los tiempos recientes; desde el intento de desafuero a Andrés Manuel López Obrador, el fraude electoral, lo ocurrido en Atenco y ahora en Oaxaca, donde se ha acreditado que el gobierno de Fox no tiene ninguna voluntad de diálogo y que el próximo gobierno está en la misma dirección. Pero no hay que olvidar que en México hay muchos Oaxacas y que la pobreza, la falta de educación y el cacicazgo son los principales y más graves problemas del país".
Ana María González, ciudadana mexicana que estudia en Barcelona, añadió: "Aunque estamos fuera de nuestro país, queremos expresar nuestra más profunda indignación y preocupación por la senda que lleva el país. El diálogo está roto y no parece que en esta ocasión haya la menor voluntad de resolver el conflicto por la vía pacífica y del diálogo. Es la historia de nuestro país, en la que siempre ha prevalecido la fuerza de las armas y de la represión a la del diálogo y la paz. Oaxaca está resistiendo y nosotros queremos que ellos sientan que estamos, desde acá, con ellos."
La manifestación iba flanqueada por sendas pancartas en las que se denunciaban los "crímenes de Estado" en México y se exigía la salida de los "presos políticas" de las cárceles, además de que durante todo el trayecto se repartieron octavillas con abundante información sobre lo ocurrido en Oaxaca en los meses pasados. A la protesta también acudió una delegación de la asociación Acción de Cristianos contra la Tortura, y una de sus integrantes, Montse Bonseni, explicó las razones de su presencia: "Nosotros trabajamos en 15 países del mundo y llevamos muchos años denunciando la violación de los derechos humanos y la práctica de la tortura, y puedo decir con total indignación que México se encuentra entre los focos rojos de violación de estos derechos y de los malos tratos y torturas en el mundo. Por eso nos preocupa mucho la situación de los pueblos de Oaxaca, sobre todo teniendo en cuenta que en México y en otros países siempre son los mismos, los pobres, los que sufren este tipo de actos. Y para ellos nunca hay justicia".
A la protesta también asistieron profesores originarios de Oaxaca; uno de ellos, Pedro Hernández, señaló: "Llevo 18 años en el magisterio y le quiero decir que desde siempre he sufrido las malas condiciones laborales y la falta de interés de las autoridades por resolver el problema de la educación en la entidad. Por eso los maestros hemos estado luchando todos estos años, y ahora tenemos la convicción de que tenemos que seguir exigiendo respeto a nuestro trabajo y luchar por el futuro de nuestro pueblo y nuestras familias. Como oaxaqueño, estando tan lejos, me preocupa mucho todo, pero sobre todo no saber si a mi familia, amigos o compañeros les va a pasar algo, sobre todo ahora que está allá la Policía Federal Preventiva y actúan con total impunidad los grupos paramilitares del PRI y del gobernador".
Tras recorrer Las Ramblas de Barcelona coreando consignas contra el gobierno de Vicente Fox y contra el gobernador de Oaxaca, la manifestación culminó su recorrido en la Plaza Sant Jaume, donde está la sede de la Generalitat de Cataluña y del ayuntamiento de la ciudad. Ahí se desplegaron las pancartas, se depositó en el suelo con un simbólico ataúd y se gritó enérgicamente la consigna y leit motiv de la protesta: "Oaxaca, escucha, Barcelona está en tu lucha".
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