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sábado, noviembre 18, 2006

PARA RESTAURAR LA DEMOCRACIA Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL - José Zamarripa de la Peña

En días pasados recibí una invitación del Mural para escribr acerca de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, como presidente legítimo de México.

Tengo duda de que lo publiquen, máxime porque me extendí y es un texto de mayor dimensión al solicitado, igual lo usan de pretexto.

En todo caso, se los envío, para que sea tomado en cuenta como una reflexión más en torno a estos días históricos que vivimos.

Saludos y nos vemos el 20 de noviembre en el Zócalo. Por cierto, la cita es a las cuatro de la tarde en la esquina de 16 se septiembre y la Plaza de la Constitución, donde nos reunimos cuando la Convención.

Gracias

José G. Zamarripa de la Peña

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PARA RESTAURAR LA DEMOCRACIA Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL


Con la bandera de la Constitución, el interés superior de restaurar la democracia por el camino de la concordia, transformar las instituciones y lograr un cambio verdadero que a todos beneficie y a todos incluya, millones de mexicanos hemos resuelto nombrar a Andrés Manuel López Obrador como presidente legítimo de nuestro país.

Esta fue una decisión fundada en el artículo 39 de la Constitución y en la propia historia nacional. Lo acordamos el pasado 16 de septiembre, en el corazón político, social y cultural del país. Ese día, resolvimos todos efectuar una ceremonia republicana para que el presidente legítimo de México tome protesta de su cargo, que se llevará acabo el próximo 20 de noviembre de 2006.

Desde la Constitución de 1824, y particularmente por la fuerza del movimiento independentista y la lucidez de José María Morelos, es que en México ha sentado raíces la soberanía popular. Así, en todas las constituciones políticas ha quedado plasmado este precepto.

Lamentablemente, no es la primera vez que se rompe el orden constitucional y se violenta la voluntad ciudadana expresada en las urnas. En la historia contemporánea quedó registrado el fraude electoral de 1988, que aún lastima a la nación.

Peor aún, lo que se creía era una derecha democrática organizada en el Partido Acción Nacional, avaló la imposición, por medio de vergonzosos acuerdos, mal denominados concertacesiones, y actos inmorales como la destrucción de las pruebas irrefutables del fraude de aquel entonces.

De allí que no sorprenda la manera tan rápida en que el PAN se subordinó a la mafia de la política y a las prácticas corruptas del poder tradicional que decía enfrentar.

Inclusive, el ascenso al poder por medio del voto, de un mediocre y desbocado ignorante de la historia y de la lucha ciudadana por el cambio democrático, ha tenido un descenlace que si no fuera por la estela de corrupción, sangre e impunidad que lo acompaña, sería grotesco y divertido.

Con el señor Vicente Fox se rompió la ilusión del pueblo entero. Mantuvo las viejas instituciones caducas y corrompidas, se alió a lo peor de la mafia de la política, sosteniendo a sus representantes en los puestos de decisión económica, y dejó atrás, como auténtico anécdota, la demagogia del priísmo populista.

Además, sin importarle la Constitución, estableció en el poder ejecutivo a la "pareja presidencial", con el único propósito, ahora se sabe, de alentar el robo y el saqueo por medio del tráfico de influencias, favoreciendo a familiares y amigos.

Las instituciones inservibles que mantuvo el PRIAN son las que ahora se utilizaron para realizar el fraude electoral y se usan sin recato alguno para agredir a la sociedad, como sucede en Oaxaca.

Aquí es importante mencionar que la alianza de los asaltantes del poder es tan indigna y reprobable, como lo son los asesinatos, secuestros y desapariciones de gente que ha promovido uno de los mejores representantes del priísmo, el señor Ulises Ruiz.

Dicho personaje es protegido por el mal llamado gobierno del cambio y por las falsas manos limpias. Esas manos han demostrado ya que son traidoras: sólo basta ver el aumento al precio de la leche liconsa y a la gasolina, para conocer las verdaderas intenciones de otro personaje mediocre y sin talento, que será un auténtico títere de un puñado de empresarios que se han beneficiado del uso faccioso del poder público.

A esta situación de descomposición, simulación, corrupción e impunidad va a enfrentar el gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador.

Lo hará inspirado en lo mejor de nuestra historia: en aquella presidencia itinerante de don Benito Juárez García, que sostuvo la bandera de la patria por todo el tiempo que fue necesario para enfrentar los absurdos conservadores de instaurar una monarquía.

También será un gobierno que reivindique aquel precepto de otro ilustre hombre del siglo XIX, José María Iglesias, quien sostuvo que "al margen de la Constitución nada, por encima de la Constitución nadie ".

Apegado a los principios, que no son cosa de principiantes, es que este gobierno legítimo va a construir una presidencia colectiva y a recorrer todos los municipios del país. Sus propósitos son dos: defender la soberanía nacional, evitando la privatizaciones de la industria eléctrica y el petróleo, así como construir un camino diferente, de verdadera justicia y equidad, que de fin al mar de desigualdades que ahoga al pueblo de México.

Que nadie olvide que el tiempo histórico es diferente al tiempo electoral. La historia, que es la maestra de la vida, nos enseña que los proyectos conservadores nunca han enraizado en la patria.

Hoy, millones de mexicanos, unidos como un sólo hombre, enarbolamos un proyecto alternativo de nación, impulsamos la defensa de la democracia y la Constitución, y sostenemos que la soberanía popular es la base de la República.

Por ello elegimos a Andrés Manuel como presidente, y ante el burdo asalto al poder por medio de elecciones fraudulentas, nombramos a López Obrador, como el presidente legítimo de México.

Está ya en la memoria colectiva dicha convicción. Quedará, más pronto que tarde, en la historia nacional como una página célebre, el triunfo del pueblo mexicano que supo frenar la simulación y la traición a la democracia.

Al tiempo.

José Gpe. Zamarripa de la Peña

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Dia con dia queda claro: quienes alaban esta democracia simulada son como los tontos que nunca han visto a Dios y ante cualquiera se hincan. Rayuela, Jornada Jalisco 13Nov06

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