México: un volcán en erupción en las puertas del imperio
Nov 24,2006 por Silvia Palacios
El 20 de noviembre, día en que los mexicanos conmemoran el aniversario de la Revolución de 1910, la primera revolución social del siglo veinte, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumió la Presidencia legítima del país, que tendrá un carácter itinerante, dirigida como dijo, a refundar a la República. A pesar del ultrajante fraude electoral en su contra en las elecciones presidenciales del pasado 2 de julio, se ve a AMLO con entereza como quien mantiene un mando tanto moral como políticamente elevado.
La plaza del zócalo de la ciudad de México donde tomo protesta acompañado de su gabinete, estuvo perfectamente colmada de sus partidarios, al igual que las calles que ahí desembocan, no obstante persistente propaganda negra en contra de su figura y de su movimiento popular, como se ve en la más reciente encuesta tendenciosa publicada en los periódicos nacionales según la cual supuestamente alrededor del 70% de los encuestados ahora rechaza a AMLO. Se puede constatar que la gente los sigue con firmeza y serenidad, y sigue muy indignada por el fraude. Se trata de un verdadero fenómeno de esperanza popular. En su discurso de toma de posesión AMLO dijo que el movimiento ha resistido el embate permanente de sus adversarios, "que han intentado una y otra vez destruirnos políticamente. De poco les ha servido someter y envilecer a casi todos los medios de comunicación para atacarnos con saña y vulgaridad".
En una entrevista divulgada por el periódico La Jornada el 20 de noviembre, habló de la fuerza vital del movimiento: "Es increíble lo que sucede. Si hablamos en términos prácticos, ya concluyó la campaña, finalizó el proceso electoral del 2 de julio; supuestamente perdimos las elecciones, pero siguen la difamación, los ataques. Aparentemente no hay nada tangible que se le pueda entregar a la gente, y sin embargo hay millones de mexicanos dispuestos a continuar con el movimiento."
Tras un discurso que reafirma en 20 puntos su compromiso de forzar una transformación de raíz de las estructuras que mantienen atado al país al atraso y al colonialismo del sistema TLC-neoconservador, convocó a una concentración el próximo 1 de diciembre a las 7 horas de la mañana, para instalar una asamblea de apoyo a las acciones que tomarán las fracciones legislativas del Frente Amplio Progresista (FAP), el día designado constitucionalmente para que el presidente impuesto, Felipe Calderón, cumpla con la protesta al cargo ante el Congreso de la Unión.
La existencia de un movimiento que se consolida combinando cerebro, sentimiento y músculo causa entre los miembros de la oligarquía anglo-americana un temor previsible que casi linda con la desesperación; para estos poderosos el alba de un nuevo día solo acontecerá en el momento en que se terminen de entregar los sectores productivos del país que aun se encuentran en pie: la electricidad y el petróleo. La revista inglesa The Economist lo expresó alarmante en un descarado reportaje que subraya que Felipe Calderón tiene la oportunidad de llevar al país a la democracia y el desarrollo pero sólo si ataca con más audacia los vestigios del "viejo orden".
En una sección especial sobre México, bajo el título "Es tiempo de despertar", el semanario advierte de entrada que "México da toda la impresión de estar dormido mientras el mundo cambia a su alrededor".
Y de acuerdo con la publicación, los principales obstáculos para Calderón y el desarrollo del país son poderes monopólicos "públicos y privados, políticos y económicos" que van del sindicato de maestros a PEMEX y Teléfonos de México.
"Son esos bastiones de poder sin responsabilidad (transparencia), más que las bufonadas de (Andrés Manuel) López Obrador los que son la verdadera amenaza para el gobierno de Calderón y para México como un todo", precisó la revista.
En contraste, es precisamente a ese poder financiero trasnacional al que hizo referencia López Obrador en la entrevista arriba mencionada a La Jornada.
Interrogado sobre si Felipe Calderón terminará su presidencia, AMLO respondió: "No voy a hacer pronósticos. Lo que sí puedo decir es que Calderón es un achichincle de los delincuentes de cuello blanco. Cuando le digo pelele, no me propongo insultarlo, simplemente lo describo. Es un gerentillo de los poderosos, por eso no va a representar al pueblo de México. A él lo imponen para representar a un grupo, a una minoría. El sabe cuál es su triste papel.
López Obrador aseguró luego que, contrariamente a lo que se piensa, no se ocupará mucho tiempo de Calderón Hinojosa, ''sino de sus jefes''. Como presidente legítimo estará muy pendiente de la oligarquía neofascista, ''es decir, de Carlos Salinas de Gortari, de Roberto Hernández, de Claudio X. González, de las mafias de cuello blanco que querrán hacer y deshacer, y es ahí donde nos vamos a ver las caras de nuevo''.
¿Ahí entra la estructura social que ya comenzó a crear?, le preguntan: "Sí, para eso estamos trabajando; vamos a organizar al pueblo de México, como nunca antes se había visto en la historia del país. Voy a dedicar la mitad de mi tiempo a ello. Mi gobierno será itinerante: lunes, martes y miércoles estaré en la ciudad de México, pero de jueves a domingo recorreré los 2 mil 500 municipios del país para convocar a todos a ser representantes del gobierno legítimo, para que juntos defendamos al pueblo y el patrimonio de la nación."
¿Cómo lo hará?: "Habrá un directorio de representantes y si, por ejemplo, Calderón pretende ir a la privatización de PEMEX, de Luz y Fuerza o busca socavar las conquistas laborales o agraviar a los pobres en el sentido de cobrar IVA a medicinas y alimentos o reprimir al pueblo, de inmediato convocaré a esos representantes para movilizarnos."
Es claro que el establishment internacional, tanto externo como interno, se empeña en negar la realidad del volcán de inestabilidad socioeconómica y de descontento político, que se han acumulado en las décadas de la era del TLC, que en cualquier momento puede hacer erupción en el país. La convocatoria para la concentración el primero de diciembre y las acciones en el Congreso de la Unión de parte del Frente Amplio Progresista contra la toma de posesión de Felipe Calderón bien pueden ser los otros diez días que estremecieron al mundo.
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Dia con dia queda claro: quienes alaban esta democracia simulada son como los tontos que nunca han visto a Dios y ante cualquiera se hincan. Rayuela, Jornada Jalisco 13Nov06
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