Mónica Perez Taylor nos envia este artículo
Envío "CORRUPTOS, PERO DEMÓCRATAS", publicado hoy en MURAL...
Envío "CORRUPTOS, PERO DEMÓCRATAS", publicado hoy en MURAL...
La corrupción igual, inclusive peor que hace 6 años.
Con los saludos de
Rogelio Campos
Con los saludos de
Rogelio Campos
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Vivimos en un México de instituciones, nos dicen. Será por ello que a la corrupción se le institucionaliza, se le viste de legalidad para que no ande por ahí mostrando sus miserias.
ROGELIO CAMPOS
Hay dos formas de ver la evolución reciente de la corrupción en México. Una apunta a que el País se encuentra estancado, esto es, que la corrupción sigue siendo la misma que hace seis años; la otra indicaría que México hoy es más corrupto que antes. Quien considere que la corrupción ha disminuido en el sexenio que está a punto de terminar, seguramente renegará del estudio que publicó esta semana Transparencia Internacional (TI). El resultado nos ubica en una situación de estancamiento y hasta de retroceso en esta materia.
El Índice de Percepción de Corrupción de que presenta Transparencia, es el resultado de una serie de estudios que se aplican en 163 países. Los mayores puntajes corresponden a los países más transparentes y los menores a los más corruptos. En 2006 los primeros lugares (Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda) obtuvieron 9.6 puntos de calificación.
En 1998 el índice ubicó a México en el lugar 56, con 3.3 puntos. En 2000 bajamos al lugar 59, con la misma calificación (3.3). Cabe mencionar que los resultados de ese año se dieron a conocer en septiembre, y difícilmente podrían haber recogido la impresión postelectoral de la derrota priista.
Con el triunfo del PAN se podría pensar que el IPC disminuiría. Las expectativas generadas por el triunfo foxista, “el arribo a la democracia” y las intensas campañas promocionales de “México ya cambió”, “No más mordidas”, entre otras, podrían explicar nuestro ascenso en 2001 al lugar 51, con 3.7 de calificación. Ésta era la buena noticia: la percepción de la corrupción había disminuido, el país se consideraba más transparente y subíamos ocho lugares con relación al 2000 y cinco con relación a 1998.
Las malas noticias llegaron en el 2002; bajamos seis lugares y nos ubicamos en el lugar 57; peor que en 1998. La calificación bajó, aunque poco (3.6). En ese mismo año se publicaba la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, aunque quizás el estudio no alcanzó a recoger el fruto de las reacciones del nuevo ordenamiento. Cabe mencionar que uno los fi nes que persigue una ley de este tipo es combatir la corrupción.
Los años 2003 y 2004 fueron de estancamiento en la calificación: obtuvimos lo mismo, 3.6 puntos. Sin embargo, bajamos siete lugares, y nos ubicamos en el casillero 64. Al interior del país la califi cación se estancaba, pero al mismo tiempo retrocedíamos con relación a los demás países.
El 2005 era la última llamada para el Gobierno del Cambio, y la esperanza podría estar en que las dependencias del poder federal se encontraran afi nadas en el cumplimiento de la Ley de Transparencia y el surgimiento de más leyes de este tipo en los Estados. Con esto, los ciudadanos tendrían fácil acceso a la información importante y con ello se convencerían del buen manejo de los recursos. Además, el IFAI podría convencernos de la metamorfosis con sus declaraciones, conferencias, foros, entrevistas y boletines. Sin embargo, en el 2005 el resultado fue peor: descendimos al lugar 65, y la califi cación también bajó a 3.5.
El pasado martes, MURAL publicó “Frena a México opacidad”. La nota refiere la más reciente evaluación de TI (2006). México cayó cinco lugares, nos ubicamos en el casillero 70, con una califi cación de 3.3 puntos, la misma de 1998. El Sexenio del Cambio no lo fue en materia de corrupción, por lo menos en lo que respecta a la percepción que se tiene de ésta. En lo que sí cambiaron las cosas es en nuestra posición frente a otros países; en 1998 ocupábamos el lugar 56 y en 2006 ocupamos el 70. La corrupción está derrotando a la democracia y a la transparencia
Todos los datos referidos pueden ser consultados en el sitio web de Transparencia Internacional http://www.transparency.org. Ahí mismo se encuentra la siguiente conclusión: “Los índices de percepción de corrupción refuerzan la relación existente entre pobreza y corrupción”. Habrá que ver cómo el caso de México escapa a esa lógica, en razón de que se ha afi rmado de manera reiterada y contundente que la pobreza ha disminuido.
Seamos justos, sí ha habido cambios en materia de corrupción, aunque éstos sean un gatopardismo. Esta semana la Suprema Corte resolvió que son legales los bonos que se otorgan los magistrados electorales de los 32 tribunales locales. La corrupción se institucionaliza; no por nada vivimos en un “México de instituciones”.
De la misma manera, la corrupción se disfraza de modifi cación de planes parciales, aunque las sesiones de los Ayuntamientos se realicen a las seis de la mañana; lo importante es vestirla de legalidad, que no ande desnuda por ahí… no importa que debajo del falso ropaje asome sus miserias.
DUDAS Y DEUDAS
Hay dos formas de ver la evolución reciente de la corrupción en México. Una apunta a que el País se encuentra estancado, esto es, que la corrupción sigue siendo la misma que hace seis años; la otra indicaría que México hoy es más corrupto que antes. Quien considere que la corrupción ha disminuido en el sexenio que está a punto de terminar, seguramente renegará del estudio que publicó esta semana Transparencia Internacional (TI). El resultado nos ubica en una situación de estancamiento y hasta de retroceso en esta materia.
El Índice de Percepción de Corrupción de que presenta Transparencia, es el resultado de una serie de estudios que se aplican en 163 países. Los mayores puntajes corresponden a los países más transparentes y los menores a los más corruptos. En 2006 los primeros lugares (Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda) obtuvieron 9.6 puntos de calificación.
En 1998 el índice ubicó a México en el lugar 56, con 3.3 puntos. En 2000 bajamos al lugar 59, con la misma calificación (3.3). Cabe mencionar que los resultados de ese año se dieron a conocer en septiembre, y difícilmente podrían haber recogido la impresión postelectoral de la derrota priista.
Con el triunfo del PAN se podría pensar que el IPC disminuiría. Las expectativas generadas por el triunfo foxista, “el arribo a la democracia” y las intensas campañas promocionales de “México ya cambió”, “No más mordidas”, entre otras, podrían explicar nuestro ascenso en 2001 al lugar 51, con 3.7 de calificación. Ésta era la buena noticia: la percepción de la corrupción había disminuido, el país se consideraba más transparente y subíamos ocho lugares con relación al 2000 y cinco con relación a 1998.
Las malas noticias llegaron en el 2002; bajamos seis lugares y nos ubicamos en el lugar 57; peor que en 1998. La calificación bajó, aunque poco (3.6). En ese mismo año se publicaba la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, aunque quizás el estudio no alcanzó a recoger el fruto de las reacciones del nuevo ordenamiento. Cabe mencionar que uno los fi nes que persigue una ley de este tipo es combatir la corrupción.
Los años 2003 y 2004 fueron de estancamiento en la calificación: obtuvimos lo mismo, 3.6 puntos. Sin embargo, bajamos siete lugares, y nos ubicamos en el casillero 64. Al interior del país la califi cación se estancaba, pero al mismo tiempo retrocedíamos con relación a los demás países.
El 2005 era la última llamada para el Gobierno del Cambio, y la esperanza podría estar en que las dependencias del poder federal se encontraran afi nadas en el cumplimiento de la Ley de Transparencia y el surgimiento de más leyes de este tipo en los Estados. Con esto, los ciudadanos tendrían fácil acceso a la información importante y con ello se convencerían del buen manejo de los recursos. Además, el IFAI podría convencernos de la metamorfosis con sus declaraciones, conferencias, foros, entrevistas y boletines. Sin embargo, en el 2005 el resultado fue peor: descendimos al lugar 65, y la califi cación también bajó a 3.5.
El pasado martes, MURAL publicó “Frena a México opacidad”. La nota refiere la más reciente evaluación de TI (2006). México cayó cinco lugares, nos ubicamos en el casillero 70, con una califi cación de 3.3 puntos, la misma de 1998. El Sexenio del Cambio no lo fue en materia de corrupción, por lo menos en lo que respecta a la percepción que se tiene de ésta. En lo que sí cambiaron las cosas es en nuestra posición frente a otros países; en 1998 ocupábamos el lugar 56 y en 2006 ocupamos el 70. La corrupción está derrotando a la democracia y a la transparencia
Todos los datos referidos pueden ser consultados en el sitio web de Transparencia Internacional http://www.transparency.org. Ahí mismo se encuentra la siguiente conclusión: “Los índices de percepción de corrupción refuerzan la relación existente entre pobreza y corrupción”. Habrá que ver cómo el caso de México escapa a esa lógica, en razón de que se ha afi rmado de manera reiterada y contundente que la pobreza ha disminuido.
Seamos justos, sí ha habido cambios en materia de corrupción, aunque éstos sean un gatopardismo. Esta semana la Suprema Corte resolvió que son legales los bonos que se otorgan los magistrados electorales de los 32 tribunales locales. La corrupción se institucionaliza; no por nada vivimos en un “México de instituciones”.
De la misma manera, la corrupción se disfraza de modifi cación de planes parciales, aunque las sesiones de los Ayuntamientos se realicen a las seis de la mañana; lo importante es vestirla de legalidad, que no ande desnuda por ahí… no importa que debajo del falso ropaje asome sus miserias.
DUDAS Y DEUDAS
Esta semana Fox y Lino Korrodi fueron demandados por sus abogados defensores en el caso “Amigos de Fox”. Les exigen el pago de 3 millones de dólares por la defensa, la cual, dicen, fue todo un éxito. Korrodi ha declarado que el único deudor es Fox, esto es, acepta que el cobro es procedente. Si la deuda le parece enorme, las dudas que genera la información son, por lo menos, del mismo calibre.
Para el PAN y el PVEM su defensa no fue tan exitosa en el mismo caso, o al menos eso parecería, ya que el IFE los sancionó con casi 500 millones de pesos. Los partidos fueron condenados y ya pagaron, Fox fue absuelto…¿pagará a los abogados cobrones?
rogelio_campos@yahoo.com
Para ver el texto en original DAR CLICK AQUI
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son los mismos de siempre..son los mismos que nos mataron ayer..quien sobra aqui..? los pobres somos muchos mas..!! van a pagar..
son los mismos de siempre..son los mismos que nos mataron ayer..quien sobra aqui..? los pobres somos muchos mas..!! van a pagar..
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