Jorge Gómez Naredo
Reportando desde la Feria Internacional del Libro
Fotos: César Huerta
A las cinco de la tarde, este lunes, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara las actividades no eran muchas, pero eran bastante interesantes: una charla de jóvenes con António Lobo Antunes; un festejo más (de los cientos que ha habido) por los ochenta años de Carlos Fuentes; una presentación de un libro de Cristina Rivera Garza, y otros eventos más. No eran muchas y la gente, en Expo Guadalajara, abundaba. Por eso resulta extraño que la presentación de Señal de Alerta, libro del polémico político Manuel Espino, haya sido tan desairada. A lo más veinte personas. Y dos o tres panistas. Nada más.
La presentación estuvo a cargo de Gerardo Priego Tapia, diputado federal por el PAN y fundador de la COPAREMEX en Tabasco, su estado natal. Y la presentación no pudo ser de otra manera: el libro de Espino, muy bien y novedad; Espino, excelente y polémico; Espino, inteligente; Espino… También habló del PAN. Y dejó ver la división que existe en ese organismo político: "¿dejaremos que el PRI se apodere del PAN?" Criticó también que el actual presidente del PAN, Germán Martínez, haya llegado a dicho puesto como candidato único. Y abundó: "Tener como aliados del PAN a Beltrones, a Elba Esther, a Romero Deschamps es inconcebible para muchos de nosotros, panistas de siempre". ¿Será?
Y entonces habla Manuel Espino: "Las presentaciones del libro, de este libro, no han estado exentas de una campaña de no vayas". Pero estas instigaciones para "boicotear" las presentaciones de Señal de Alerta no vinieron de gente del PRI o del PRD, sino del mismo PAN. Se asustaron, dice Espino, sin antes haber leído el libro.
El libro, dice su autor, es una "advertencia", porque la democracia mexicana se observa en regresión. Como sucede en Venezuela (un tema recurrente en Espino, pues siempre ha sido un crítico de Hugo Chávez, de la izquierda en América Latina y de todo lo que huela a "populismo").
Después Espino explica que "hay un proceso de desencanto" hacia los gobiernos panistas, porque hay inseguridad y por la crisis económica es evidente. Y abunda en la descomposición de este organismo político: "los panistas han aprendido las malas mañas del los del PRI". Se han dejado de lado los principios y, hasta cierto punto, la razón de ser del PAN: se parece mucho el PAN a lo que era y es el PRI. Las similitudes son muchas, comenta Espino.
El argumento de Espino se cierra: "frente al proceso de desencanto ciudadano [tengo miedo] de que venga alguien y diga: '¿buscan a un autoritario? Aquí estoy.' Y que la gente lo acepte y lo aclama". Y ese personaje autoritario, represivo y corrupto puede ser nada más y nada menos que Manlio Fabio Beltrones. ¿Será?
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