Alejandra Hidalgo
Fotos: CarmenRobledo,
Luis "El AbuELO" Cesar Huerta
Extensión Medios
Desde la FIL
Fotos: CarmenRobledo,
Luis "El AbuELO" Cesar Huerta
Extensión Medios
Desde la FIL
Las mujeres estuvieron presentes en la FIL de todas las formas posibles, como público, como trabajadoras que iban desde guapas edecanes hasta afanadas encargadas de la limpieza, empresarias, expositoras, periodistas, académicas, agentes literarias, novelistas, ensayistas, poetas, bibliotecarias, madres, abuelas, hijas, etc.
Así que no podemos obviar la participación de algunas mujeres que este año pasaron por la FIL dejando sus huellas.
Comienzo con las académicas que se reunieron en el X Encuentro de Estudios de Género organizado por la doctora Candelaria Ochoa, un encuentro muy rico por la variedad de sus temas y la perspectiva de equidad con que se abordaron. Así, tuvimos conferencias que oscilaron entre las técnicas de reproducción asistida, los cuerpos enjaulados en el siglo XIX, el cáncer mamario y el imperativo o la obligación de la belleza, la prostitución masculina, el rol de género y la masculinidad entre expolicías que ahora están en prisión, el síndrome del artificio y los performance y un estudio cualitativo sobre el útero de las mujeres. Sin olvidar una muy buena conferencia magistral de la escritora italiana Dacia Maraini que habló de la falta de adecuación del lenguaje con las mujeres porque el masculino es el género que sirve para hablar del hombre pero también para hablar de la humanidad en general. No existe un lenguaje neutro que cancele las diferencias o los estereotipos afirmó la escritora.
Deambulando en otra de las conferencias de la FIL, me topé con otra mujer que vale la pena recordar o conocer, Nahui Ollin o Carmen Mondragón, ella llegó a los pasillos de la FIL con la remembranza que Pino Cacucci hizo de ella en su libro titulado Nahui. Nahui Ollin fue una bellísima mujer que a principios de siglo XX se atrevió a salir de los cánones en que se encuadraba al sexo femenino, fue pintora, escritora, modelo nudista de pintores y fotógrafos famosos, una mujer singular para su época.
Otra de las mujeres recomendables para seguir conociendo o reconociendo después de esta FIL, es Gioconda Belli, escritora nicaragüense ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2008. Se la puede conocer por medio de la novela por la que obtuvo el premio, que fue El infinito en la palma de la mano en la que retoma y reivindica la curiosidad femenina de Eva y de todas las mujeres como necesidad de conocer. Pero también vale la pena tomarse tiempo para su poesía, poesía amorosa, que debe disfrutarse por la delicia que provoca escucharla o leerla, por el placer auditivo, el sentido del humor y la inmejorable manera que tiene de transmitir su pasión por ser mujer. Poemas como: Y dios me hizo mujer, La mente se resiste a olvidar, Placer del chocolate, De los placeres accesibles, No me arrepiento de nada, entre muchos más. De verdad vale la pena tomarse unos minutos y leerla.
Otra conferencia que tuve el gusto de disfrutar fue la titulada: El amor y el erotismo entre la luz y la sombra. En la que compartieron un maravilloso diálogo Lydia Cacho, Sanjuana Martínez y Alberto Ruy Sánchez. Diálogo en que las periodistas dejaron a un lado lo oscuro del sexo (pederastia, abuso infantil) con lo cual tienen que sobrevivir en sus trabajos periodísticos, para hablar de la luminosidad que el sexo puede proporcionar. Hablaron sobre sus experiencias. Sanjuana afirmó que llegó tarde al sexo porque provenía de una familia conservadora de Monterrey con una educación cerrada, al contrario de Lydia que gracias a su madre afirma haber nacido en el sexo y haber sido consciente de la sexualidad desde niña. Incluso Ruy Sánchez habló de la protección que el cariño y cercanía con su familia le proporcionaron ante el intento de abuso de un dentista cuando niño. Lydia habló de la luminosidad del sexo, del miedo que los hombres suelen tener a la sexualidad y a dejar la genitalidad para descubrir sus zonas erógenas y decía: si hombres y mujeres tenemos la misma capacidad para sentir ¿por qué los hombres no sienten placer con todo su cuerpo? Habló de la apropiación que debemos tener de nuestro cuerpo tanto hombres como mujeres y de la solución erótica que debe tener la melancolía o la depresión, necesitamos sentirnos tocados, incluso por los rayos del sol, es la sensación erótica del roce de calor del sol con nuestra piel, afirmó la periodista.
Y para el cierre de la feria, no podían faltar las mujeres, es así que las tres periodistas más valientes y comprometidas de este país (Carmen Aristegui, Lydia Cacho y Sanjuana Martínez) se sentaron en la misma mesa para compartir una charla con un público muy pero muy nutrido que abarrotó la sala quince minutos antes de su llegada. Público entre quienes se pudo descubrir a los braceros, a Guadalupe Loaeza, Vicente Leñero y Rius. En que se abordaron muchos temas: los códigos de ética que deberían tener los periodistas, la vulneración que la televisión hace al derecho a estar informados, periodistas que se convierten en propagandistas como Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín, etc., la censura o autocensura y sus tipos: por evitar confrontación con los jefes o por salvar la vida, el narco y el periodismo, el tabú de hablar de los medios en los medios, de la necesidad que tiene el periodista de prepararse, de saber de todo: historia, geografía, política, arte.
Sanjuana afirmó que el periodismo se entiende en su crítica, en su incomodidad, en decir lo que el público quiere saber, el periodismo tiene una responsabilidad con la gente. Pero la gente también tiene responsabilidad de tener ojo crítico y de buscar estar informado. Sanjuana hizo alusión a su despido por parte de la revista Proceso y Aristegui la secundó en el tema al decir que al hablar de ese tema ella se encontraba como entre dos amores, por un lado la revista y por otro su admiración al trabajo de Sanjuana. Afirmó: “mentarle la madre a Televisa es fácil pero mentársela a Proceso no es fácil por su historia, sus nombres, su contribución al periodismo libre y crítico” Carmen hizo un llamado a que Proceso le responda a Sanjuana, porqué la corrieron y porqué no le dieron lo que le correspondía.
Lydia Cacho comenzó su intervención hablando de Carmen, pareciera que cada una iba hablando de la anterior, exaltando su trabajo y su contribución al periodismo libre y plural. Lydia rememoró una frase que Luis Mandoki dijo a Carmen: “cada vez que me levanto, me siento triste porque no encuentro la voz que me guíe”, mucha gente asintió sentir lo mismo que Mandoki desde principios de este año, cuando W Radio decidió no renovar el contrato a Aristegui. Lydia afirmó: “no somos víctimas profesionales, estamos aquí para hacer nuestro trabajo” y señaló sarcásticamente: “no sé si se hayan dado cuenta: pero las tres somos mujeres” y señaló lo difícil de esa condición en un medio que se caracteriza por la misoginia. Habló de los medios como patriarcados intocables y la lucha que debe darse para reivindicar en los medios el valor de la verdad, debemos atrevernos a conocer la verdad.
Sanjuana habló de la censura o autocensura en los medios. Habló del poder de la Iglesia católica para mantener el control de los cuerpos de las mujeres. Habló de dos Procesos: la de Julio Scherer y Vicente Leñero y la del nuevo director con quien hubo un cambio de mentalidad. Mientras Sanjuana fue enviada en el Vaticano, sus críticas a Juan Pablo II por la persecución a los teólogos de la liberación fue aceptada en la revista, pero al llegar a México y comenzar a tratar los problemas de la Iglesia local comenzaron los problemas. El jefe de información le informó que su trabajo no se podía publicar porque era una campaña contra la Iglesia.
Tanto Aristegui como Sanjuana hablaron del grave problema de los braceros y de la injusticia de que a estas fechas no les hayan devuelto su dinero, no es limosna lo que piden sino el producto de su trabajo, afirmó Aristegui.
Aristegui aseguró que el periodista debe apostar por transformar la realidad después de conocerla. El periodista elige los temas, las palabras, las imágenes, su tarea de informar es también un ejercicio de imaginación, de suponer lo trascendente e importante para las personas. Debe existir la fascinación para difundir y divulgar, para levantar ámpulas. Pero el periodismo en México no es fácil, tenemos un México atrofiado que no ofrece garantías, se preguntaba ¿de qué tamaño son nuestras libertades al comunicar, al informar lo que tenemos que informar? Habló de la concentración y acaparamiento de espacios y concesiones en los medios electrónicos. Las víctimas de ello son: la pluralidad, la diversidad, la competencia y la sociedad. Y habló de tres casos recientes: el borrón de Santiago Creel durante los debates de la reforma energética por su rechazo a la ley televisa y habló del agravio que con esto se hizo no a Creel, sino a la audiencia al borrarle una parte de la realidad. El segundo caso fue el choque entre el senado y la televisión por la reforma electoral que prohibió la compra de espacios en tv. El castigo de las televisoras fue omitir en sus noticieros cualquier alusión al Congreso durante los cuarenta días siguientes. Se bloqueó la información sobre el Congreso y las víctimas fueron millones de personas que dejaron de ser informadas, aunque la mayoría ni se enteró. En ese mismo periodo de bloqueo al congreso hubo 700 menciones sobre el gobierno de Enrique Peña Nieto. Aristegui habló del problema que representa la construcción de una candidatura desde la tele, se cuestionó Aristegui: ¿si el novio de la Gaviota es el candidato de la tele y gana, a quién va a responderle? Aristegui siempre pensó que no había nada peor que el dedazo, pero ya descubrió este nuevo fenómeno.
Y precisó que no es fácil hablar de los medios en los medios.
Lydia Cacho apuntó: para conocer la mentira no basta sólo señalarla, hay que conocer las motivaciones de quienes mienten, analizar la ganancia de quienes mienten. La televisión nos presenta una realidad distorsionada porque le conviene, porque le reditúa en ganancias. Pero castigar este tipo de periodismo sí está en nuestras manos afirmó, el raiting baja si apagamos nuestra tele, apaguemos nuestra tele o cambiemos de canal, sí está en nuestra manos, afirmó Cacho.
La reunión terminó con una intervención de Rius en que afirmó estar apantallado porque las mujeres se están apoderando del periodismo y dijo: “hay más tanates entre las mujeres” y así, entre risas, se dio por terminada la mesa.
Lo anterior fue sólo una pequeña muestra de las mujeres presentes en la FIL, muchas más no fueron vistas ni oídas por estos ojos, pero en una feria que alberga tal cantidad de eventos, es necesaria la elección de unos eventos sobre otros, así pues, tenemos una mirada a algunas de las miles de mujeres presentes este año en el marco de la feria.
::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2008::
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