Opinión - Ricardo Monreal

2007: lo que viene

Publico 02/01/07

Si el año pasado fue de elecciones federales, 2007 lo será de comicios municipales. 1,219 ayuntamientos de los 2,445 del país (49 por ciento) se renovarán a lo largo del año. Son elecciones que no se ven, pero se sienten. Y terminan costando tanto como las federales. Será una buena oportunidad para sondear el ánimo político del país. ¿Qué tanto recaló a escala local la polarización nacional?

Los alcaldes no irán solos. 481 diputados locales los acompañarán, junto con tres gobernadores (Yucatán, Baja California y Michoacán). Oaxaca podría volver a llamar la atención. El 5 de agosto habrá elecciones para diputados locales y sólo dos meses después, el 7 de octubre, para renovar sus 570 municipios, aunque sólo en 152 de estos habrá elecciones tipo “occidentales”, ya que el resto se renovará por el sistema “prehispánico” (pero muy vigente) de usos y costumbres. La APPO podría debutar como fuerza política electoral local.

Será una buena oportunidad para debatir la conveniencia o inconveniencia de las elecciones concurrentes (Oaxaca y Chiapas son casos prototípicos de elecciones escalonadas, donde llegan a registrar cinco elecciones en seis años), así como el tema del gasto y costo de nuestra democracia electoral. Tema espinoso, con sus disonancias y consonancias, pero que debe ventilarse.

2007 será para los partidos políticos un año de ajustes. El PRI renovará su dirigencia nacional, donde el tema central será el tipo de relación que mantendrá con el gobierno de Felipe Calderón, ¿oposición leal o complicidad gubernamental? El PAN decidirá entre el liderazgo de Manuel Espino, dispuesto a amputar el dedo, la mano y el brazo al presidente que quiera intervenir en los asuntos del PAN, o entre el inquilino de Los Pinos decidido a concentrar para su beneficio el mando partidario, algo que no logró su antecesor y que fue precisamente la puerta por la que accedió Calderón a la contienda presidencial. Una puerta que quieren tener bajo tres candados, para que la historia no se repita.

La izquierda tiene retos de otra magnitud. Conservar lo ganado en 2006, construir un “segundo piso” a nivel organizativo y mostrar capacidad de gobierno desde el Congreso y los poderes locales. En marzo habrá un corte de caja para evaluar avances. La meta son siete millones de afiliados en el Frente Amplio Progresista; el refrendo de una alianza electoral de tres años entre PRD, PT y Convergencia; un proyecto alternativo de gobierno y un poder dual: demostrar que no es necesario poseer la Presidencia de la República para luchar por causas sociales y que la lucha política no empieza ni acaba en las urnas.

No todo será política en 2007. La economía tendrá un lugar relevante. El crecimiento volverá a ser mediocre. Ligeramente arriba de 3 por ciento en el optimismo oficial. Máximo 2 por ciento en el mundo real. A lo sumo 200 mil nuevos empleos formales. Un déficit de 800 mil fuentes de trabajo, que será cubierto por la migración indocumentada, el ambulantaje y el empleo temporal.

Estos son algunos de los trazos previsibles del “año nuevo” que desde ayer, paradójicamente, empezó a dejar de serlo.

* Vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx