Detrás de la Ley Televisa
• El acuerdo de Fox y Calderón
• ¿Resultados verde olivo?
Publico
Las únicas buenas historias, mi estimado, son las contadas por quienes jugaron un rol fundamental en los acontecimientos. Mientras en la arena de la seguridad pública se libra una original batalla por espacios entre narcotraficantes y nuestras fuerzas armadas, todo en medio de la inmisericorde guerra entre dos cárteles, donde se está fortaleciendo, unilateralmente, a uno de ellos, en la otra pista mediática aflora el atractivo iceberg de medias verdades legislativas en torno a lo ocurrido tras bambalinas con la aprobación de la célebre Ley Televisa.
Y ya sabe, my friend, que la simpática moneda tiene dos caras y en un muy ocurrente timing, Santiago Creel arrancó uno de los siete velos obligando a muchos a tratar de salir airosos del conocido cochinero.
Hay demasiadas cosillas por puntualizar acerca de la presión existente detrás de la aprobación legislativa en San Lázaro primero, donde el billete televisivo alcanzó a los legisladores que tripularon el fast track en minutos, y en el Senado donde el jaloneo y la desconfianza entre el PRI y el PAN estuvo cerca de darle flit al sueño corporativo.
Lo primordial, my friend, es que Vicente Fox no se aventó ese tiro solo.
¿Listo? Corra por su drink porque ahí le va.
Felipe Calderón, recién ungido candidato fue llamado a una junta en Los Pinos donde, ante la presencia de varios testigos —suyos, del partido y del gobierno federal– el Presidente le solicitó su postura para juntos tomar una decisión sobre el apoyo o rechazo de la polémica ley... que ya calentaba los ánimos electorales. Y como ya sabe que la decisión no es precisamente un atributo del hoy inquilino de Los Pinos, Felipe daba, ante la mirada atónita foxista, una tibia respuesta entre ambigua y temerosa.
O sea, el entonces candidato rechazaba la mentada ley, pero a su vez temía –y lo decía en voz alta– las repercusiones mediáticas (en ambas pantallas) y el peligroso costo para su campaña de cara a los comicios de julio. Finalmente se acordó por unanimidad la urgencia de la aprobación y se designaron grupitos para la amena operación tanto con los priistas, dentro del PAN, en Los Pinos y del círculo calderonista donde por cierto... Josefina Vázquez Mota fungió como enlace y, a través de ella sobre todo días antes de la discusión en Xicoténcatl, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa enviaban sus cordiales saludos. Va de más mencionar los constantes viajecitos a Los Pinos de Bernardo Gómez & friends para sacar el paquetón y una muy entretenida encerrona en casa de Roberto González Barrera, previa a la votación, donde se dieron cita muchos de los que hoy juegan al Tío Lolo escupiendo desconocer sobre seductoras “presiones”.
Todo iba viento en popa cuando a las lacritas tricolores las apretaron desde Televisa the usual suspects, y, con el argumento de evitar que se les vieran los calzones en la Cámara, decidieron solicitarle pruebas duras de lealtad al gobierno, al candidato Calderón que estuvo al tanto... minuto a minuto del tema... y al PAN. Do I still have your attention? Bien. Sigamos.
El requerimiento era sencillo: Las firmas (en un papel) con el nombre y apellido de los senadores que aprobarían el frankenstein, para saber el número exacto de votos (para las zanahorias) y por si las moscas... tener el nombre de los traidores. Y mientras el PAN hacía la talacha, en el PRI Madrazo presionaba con categóricos mensajeros y el duopolio... también. Sobre estas linduras, una vez más, my friend, la pistolita educativa de Josefina podría dar su versión de las llamadas y de los tonos amenazantes que utilizaron los operadores de Televisa y Gamboa & connections.
El final del culebrón (we´ll save it for another day) no tiene desperdicio. Ni los millonarios premios, los jaloneos, la histeria colectiva azul, el nivel de coacción y los tonos utilizados previos a una junta nocturna en Los Pinos, con Vicente Fox, un día antes de la aprobación en el Senado, con los operadores de Calderón y del PAN para después, más tarde, acudir a una emocionante cita con miembros del PRI donde se terminó de consolidar el temible despojo a la nación que hoy pende de un fallo de los ministros de la SCJN. Ni más, my friend, pero ni menos.
Por la Mirilla
El rol emprendido por el Ejército en la lucha contra el narcotráfico, donde Carácuaro y Apatzingán son controvertidos botones verde olivo sobre la estrategia y sus resultados, comienza a provocar más preocupación que certeza. Cuidado. Ahí viene el balconeo con todo y boomerang...
gomezalce@aol.com
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