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jueves, octubre 12, 2006

Mientras se hostiga a las víctimas



Lamentable que el sistema de justicia mexicano encubra a abusadores sexuales

- La jerarquía conservadora de la Iglesia Católica es la menos indicada para hablar de moral

La Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (DDESER) hace pública su inconformidad ante el sistema social y jurídico que en México desampara a las víctimas de delitos sexuales y encubre a los delincuentes.

Los casos más recientes y visibles de pederastia, que involucran a empresarios como Kamel Nacif y Jean Sucar Kuri, protegidos con cinismo por gobernantes y legisladores, y el caso en el que se ve involucrado el cardenal Norberto Rivera Carrera, señalado de proteger al sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, dan cuenta de una serie de injusticias e impunidades vergonzosas.

El caso de las niñas abusadas por Jean Sucar Kuri, en Quintana Roo, ha sido denunciado desde hace mucho tiempo. Las víctimas han sido amenazadas, se ha puesto en duda su palabra y no han contado con protección jurídica del mismo nivel que los abusadores.

En el colmo de la ironía, los principales representantes de la Iglesia Católica y los grupos conservadores se oponen a que la niñez reciba información científica y verídica sobre temas sexuales, que les permita un desarrollo saludable y sea herramienta para poder denunciar las agresiones sexuales que suelen sufrir de parte de algunos sacerdotes, políticos y empresarios.

Si se trata de hablar sobre moral, en esta situación la jerarquía de la Iglesia Católica es la menos indicada para erigirse en autoridad en la materia, pues su doble discurso es cada vez más evidente y menos creíble.

El caso de Norberto Rivera resulta muy grave, ya que el cardenal estaba enterado de que el sacerdote Nicolás Aguilar estaba acusado de pederastia, y el niño abusado denunció desde 1995, pero nunca obtuvo justicia en México. Si se hubiera actuado con responsabilidad, se hubiera impedido la violación de 90 niños.

Nos parece muy grave que la jerarquía católica, por un lado se dice preocupada por la educación de la niñez y bajo ese argumento les niega el derecho de conocer la sexualidad con información científicamente probada. Pero en su otra cara, solapa y encubre a sacerdotes plenamente identificados como pederastas. No sólo protege al delincuente sino que actúa en contra de su grey, al no protegerla de la pederastia.

Condenamos de manera enfática el sistema de encubrimiento que se ha puesto otra vez de manifiesto en México, cuando los abogados defensores de la víctima fueron hostigados por agentes de Inmigración dependientes de la Secretaría de Gobernación.

Ante las acusaciones mencionadas, en cualquier país donde se respete el estado de derecho Nacif estaría bajo medidas precautorias; el legislador, suspendido; los gobernadores desaforados, el cardenal, sin poder ejercer el sacerdocio, y todos ellos investigados y procesados si son culpables. Pero aquí en México, el país de la impunidad, sucede lo contrario, pues se hostiga a las y los denunciantes, a las víctimas.

En DDESER consideramos urgente cambiar la cultura del encubrimiento y complicidad por una de denuncia de los delitos sexuales, para que sean castigados con todo el rigor de la ley. La Iglesia Católica no debe contar con ningún fuero ni privilegio especial, pues la ley es igual para todos en este país y los sacerdotes son tan humanos como cualquier otro individuo.

Resulta inaplazable darle visibilidad y evidenciar que México tiene serios problemas de abuso sexual infantil, trata de personas para fines sexuales, violencia sexual contra las mujeres, y las autoridades deben actuar en consecuencia. Por la salud integral de las nuevas generaciones.


Información producida por ddeser: Red por los derechos sexuales y reproductivos en México. Agradecemos citar la fuente

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