Opinión.- Germán Robles

Código Político
Germán Robles
28 de abril de 2008
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PRI Jalisco… ¿de vuelta para el 2012?

Tanto se critique y ataque políticamente a Emilio González y al PAN, tanto así se estaría haciendo el trabajo sucio del PRI en Jalisco para que este regrese al poder.

La bizarra mezcla PRI-PRD cuyo uno de los titiriteros es Raúl Padilla podría sustituir al PAN en la gubernatura.

Tan sólo un año ha pasado desde que el señor González Márquez asumió el poder en el estado de Jalisco, y ya ha sido tiempo suficiente para dinamitar no sólo al estado laico, las finanzas públicas sino al estado de derecho... y por el efecto de la autodestrucción terminará demoliendo al propio partido acción nacional también; y aún más, empujando al PRI de vuelta a casa Jalisco.

Y claro que los jaliscienses tenemos el gobierno y la oposición que merecemos, y nuestra inmovilidad social sólo abonará a la de por sí ya segura impunidad de la cuál tanto el señor González como su comparsa purpurado gozan. Pues como ya lo mencionamos en otra ocasión, estos actores no devolverán nunca el dinero público que fue literalmente robado; pero ahí no acaba la cosa, ¿por qué cree usted que en días pasados la iglesia católica reto a que se demostrará la ilegalidad del donativo a cambio de que la misma devolviera íntegros los 90 millones de pesos que recibieron del go-bernador?

Exacto, porque sabían que la ilegalidad si existía, pero probarla, y aún más procesarla a nivel jurídico y político sería un galimatías que terminaría dándoles impunidad; sabían bien que por historia y vacíos legales al gobernador González Márquez difícilmente se le iba a sujetar a la procedencia de un juicio político y mucho menos que este vinculara su destitución en el cargo de gobernador, ergo, no habría motivo ni autoridad que obligase ni a la iglesia ni a González Márquez a devolver ese dinero.

Y esto viene a cuento por varios motivos, uno: porque no sólo no existe la voluntad, ni la ética para que el gobernador e iglesia regresen el dinero, sino que además, no habrá autoridad política, administrativa ni judicial que sea capaz de apercibir, ni mucho menos sancionar a dichos actores en particular a González Márquez. Dos: Sí, adiós al dinero, a sanción administrativa o penal alguna. Que si por que el pre-sidente y el partido dominante en el congreso y la secretaria de gobernación son azules, que si por las limitantes en la ley, total que todos los caminos llevan a la impunidad. Ese es un terreno minado.

De ahí que lo único que queda es el juicio, la denuncia social y la movilidad política como formas de hacer frente a los largos y muy costosos cinco años que nos quedan por lidiar con un señor que no tienen ni los tamaños, ni el respeto, ni la palabra para ostentarse como gobernador; y que más allá de fobias y filias políticas y de la afección que ha provocado al estado laico, al erario y la flagrante violación a diversas normas y leyes, ante todo, se ha denigrado así mismo, al pueblo que gobierna y su investidura.

Y justamente porque todo queda en la pista política, es que los ciudadanos de Jalisco deben tener “pies de plomo” para leer todas las expresiones políticas de quienes hacen y harán de aquí en adelante la labor de denuncia y oposición social y política a Emilio González y de paso al PAN.

¿Por qué?, porque vendrán tiempos de sacar raja política, en particular por partidos, y en este caso el PRI lleva la mano gananciosa, pero antes el siguiente antecedente para explicar un poco porque la falta de optimismo en cuanto a la oposición social.

Sabemos que la sociedad jalisciense sufre de una orfandad revolucionaria, de movilidad y demanda social; con las puntadas de un gobernador como Emilio González en otra latitud, ya sea en países como Chile, Argentina, etc.; seguramente ya hubiera llevado a sus ciudadanos a una revuelta social inmediata llegando a grandes manifestaciones en las calles al punto de “tumbar” al responsable de sus descontentos.

Pero esto en Jalisco aún es ciencia ficción, y no en vano cuando Emilio González habla –despectivamente- de las “minorías”, le asiste algo de razón. Y no porque esas “minorías” estén equivocadas, ni porque sean del todo tales, sino porque falta, por mucho, una mayor presencia y accionar de la ciudadanía para hacer frente a un gobierno tan nefasto y contrario al interés colectivo.

Es por ello que a la falta de justicia, ejercicio de autoridad, de rectificación del propio gobernador y a la sinvergüenza de la iglesia se suman la apatía social y su respuesta tibia. Y esto no significa neutralidad.

Y es que en este embudo los únicos ganadores –tenga la seguridad que los habrá- del descontento terminarán siendo los personajes y caras de siempre de la política partidista en Jalisco. Y claro que el actuar de este gobernador ya está teniendo consecuencias, y desde luego vale recordar que el señor González gano la gubernatura de “último minuto” por medio de una guerra sucia; que apenas alcanzo un nivel del 40% de los votos, y que muchos de esos electores no son incondicionales. De ahí que en AN se están prendiendo los focos rojos, a pesar de que los aduladores de Emilio sigan aplaudiendo el “estado de piedad”.

Por ello, para nosotros los mandantes, son las urnas las únicas opciones prácticas y reales para decantar el descontento, --hasta que no se instrumente la figura jurídica del referéndum revocatorio del mandato--pero existe un detalle.

Y ese es que la segunda línea de poder en turno del aparato de gobierno –-nos guste o no-- está en manos de una bizarra mezcla PRI-PRD en Jalisco –ojo, que no significa una alianza institucional, ni formal, sino la posibilidad de que el PRI subrente sus siglas a grupos de interés—que está encabezada por oscuros personajes y vividores de la política como Arturo Zamora, Carlos Briseño, Carlos Rivera Aceves, quién fuera gobernador del último gobierno del PRI en Jalisco entre otros priístas... y del lado del PRD el grupo (NI) Universidad, encabezado por Raúl Padilla con todos sus títeres y claque. Que, si hubiese una forma llana de presentarlo, bastaría decir que se trata de un viejo cacique de la política que explota los recursos de la UdeG para así alimentar su industria ferial parauniversitaria producto de su proyecto personalísimo.

Grupo, al que le aseguro usted no le confiaría ni la sonrisa; como opción parecen peores que quienes hoy gobiernan y claro encarnan la más asquerosa escuela antidemocrática de lo más podrido de ese viejo PRI que amenaza con regresar.

Dicha alianza de carácter pragmático y transexualismo político, podría bien engancharse del efecto cascada que muy probablemente tendrá el PRI a nivel nacional hacia el 2012, pues no sólo tiene una posición cómoda y de control de la política del país ya que por un lado mecen la cuna del poder perentorio del señor “legal”, sino que sirven como “fiel de la balanza” ante expresiones políticas radicalizadas y un PRD que en su elección interna se encargo por sí mismo de hacerse añicos, y ahora no saben cómo recoger el pedacero.

Y si bien el PRI Jalisco, también es una vergüenza, un partido sin rumbo y que se recuerde desde el escándalo de las explosiones del 22 de abril de 1992 no han hecho méritos para regresar a la confianza y poder perdidos desde 1995; empero, este partido sigue poseyendo la maquinaria y presencia electoral más alta en la entidad, son la segunda fuerza en el congreso y tienen tiempo y motivos de sobra para catapultarse a la gubernatura, --pues los están aventando-- ante un gobierno como el de Emilio González empeñado por destruirse así mismo como al panismo con sus absurdas políticas públicas.

Empero, si acaso, se trata del PRI, no hablamos de que sean sectores tradicionales los que controlarían la candidatura, sino de la subordinación que asuma el partido ante la pragmática mutación entre el grupo Universidad, --quiénes controlan el PRD Jalisco--y sectores del PRI asociados al mismo grupo, y uno de sus miembros es el rector de la UdeG, Carlos Briseño Torres. Mismo grupo que apoyo en 2006 a Arturo Zamora mientras que al mismo tiempo reventaba la elección en contra de Andrés Manuel López Obrador en Jalisco.

Grupo que comparte helicópteros y simpatías con empresarios de dudosa reputación y que mete la misma “cola entre las patas” ante los periodicazos donde la DEA muestra informes sobre presuntos vínculos delincuenciales; gozan de millonarios recursos que pueden ser suficientes para financiar campañas políticas, nos referimos a la caja chica del grupo Universidad: “las ferias de Raúl Padilla”. Sus negocios privados que sirven como maquillaje para una aceptable imagen pública, que aún así sigue siendo cuestionable pero ese es otro tema.

Y es que a pesar de tan malas cartas credenciales, y de lo descabellado que pueda parecer la opción que de esta alianza político empresarial pueda surgir un candidato bajo las siglas formales del PRI y que le alcance para capitalizar el descontento social creciente en contra de Emilio González; no podemos negar el hecho de que este grupo estuvo a punto de alcanzar la gubernatura en 2006, y que hoy son el segundo grupo de poder más fuerte después de la burocracia panista. La clave está en que este grupo se apodere del control político del PRI Jalisco. ¿Pues no son ellos los del dinero?; ¿no les vino a decir Beatriz Paredes que no esperaran del centro mayores recursos, que le hicieran como pudieran?; ¿Y acaso este grupo no tiene la bendición también del Cardenal Juan Sandoval quién asiste a los eventos de su amigo Carlos Briseño, tal como en la farsa de su primer informe de actividades dentro de "la caja de cristal"?

En el tintero.

Ahora sí el señor González Márquez perdió toda compostura pública, primero se aguantó los insultos cuando reculó ante la propuesta del “placazo”, pero no conforme, después, al desquitarse a palo y cuarta con la entrega ilegal de dinero hacia la iglesia ahora de paso nos mentó la madre...

...la suya una lengua viperina que hace de la política un espectáculo detestable ...y, en ese "banquete del hambre", eran otros los muertos de hambre.

roblesgerman@prodigy.net.mx





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