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jueves, abril 10, 2008

Opinión.- Germán Robles

Código Político
Germán Robles

10 de abril de 2008
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Debate sobre Pemex: La ingenuidad y la trampa


Si el FAP y diversos legisladores piden debatir la iniciativa antes de ser presentada en el pleno de la Cámara de Senadores, a eso, PRI y AN y el señor “legal” le llaman dilación.

Pero si en la otra pista del circo los ciudadanos discuten la reforma petrolera entonces ese si es debate.

No, no se confunda, el pretendido debate “bizantino” al que convocó el panismo y el señor “legal” durante su patética perorata -- de oquedad patriotera en cadena nacional-- no es más que una simulación, una estrategia de dilación, pero no sólo de tiempo, sino mental y política, es decir para menguar la reacción social ante lo que será una segura aprobación de la mini reforma petrolera que pretenden imponer Washington y sus petroindustriales vía sus empleados domésticos que hibernan en los Pinos.
Sí, ese debate a nivel social, que va desde el ciudadano de a pie, clases medias y líderes de todos los sectores es convocado para eso, para legitimar de facto lo que de antemano ya está acordado por una vil cúpula partidista de derecha; para caer en su juego y así enfrascarnos en las cientos de aristas que tiene el complejo tema del sector petrolero, donde, en lo concreto, no llegaremos a ningún lado. Amén de que se nos terminará ignorando.

Mientras tanto allá arriba ya están decididos y listos a demoler la rectoría del estado en el sector petrolero y abrir el mismo por medio de leyes secundarias que crean, entre otros, los contratos de servicios múltiples para así disfrazar la privatización, sí, lo mismo que ocurre con CFE, pero ahora aplicado a Pemex. Y a eso aquí y en China se le llama simulación jurídica, ergo, es una medida anticonstitucional y lo anterior cuestiona al menos los falsos argumentos con los que el “legal” perjura al decir que Pemex “no se privatiza”, “que no habrá contratos de riesgo", ¡hombre!, lo bueno es que no habrá reforma constitucional.

No ignoremos lo más importante, lo que siempre ha sucedido con el petróleo mexicano, ¿y qué es? Pues eso, lo que vendrá con la reforma petrolera y el futuro de Pemex no dependerá ni será en última instancia determinado por la lógica de la tecnología, ni la técnica legislativa, ni tampoco del consenso ciudadano, ni mucho menos del debate; sino por lo que resulta de los intereses económicos por la ruta de la ignominia política.

Ese es el terreno que hay que pisar y para eso tenemos que comprender la manera en como “el legal” y el PRI cocinaron la reforma y como la empujarán en el Senado. Es decir, más que debatir, lo que se exige es movilización social, presión política y meterse ahí, al "huevo de la serpiente" de donde saldrá la reforma, directo a los cuarteles de las cúpulas que son los que decidirán la apertura y con ello el comienzo de la privatización.

Y no es que se esté en contra debate nacional, por el contrario, en México, donde la cultura del debate se encuentra en pañales, siempre será bienvenida la discusión de las ideas, y claro…

¿Qué ciudadano responsable se opondría en principio a dicha cualidad de una democracia?

Pero para eso hay modos, tiempos, y se necesita una estructura formal no sólo por quién convoca a cualquier debate sino por quién quiera expresar sus ideas en una mesa, en un documento, todos son faltantes, que, por cierto atinadamente un grupo de prestigiados intelectuales le reclamaron al señor “legal” por medio de un desplegado publicado el miércoles 9 de abril y que fue sellado por sus rúbricas. Atinado el reclamo. Sí, pero nada más.

Pues sin embargo, ante la postura de este grupo de firmantes persisten las dudas sobre la eficacia de su llamado, pues es claro que el debate no será tomado en cuenta por la cúpula de PRI y AN en ambas cámaras –los cuales se botan de la risa al considerar tal posibilidad--. De las buenas intenciones de los académicos, de eso, está empedrado el camino de la represión estatal, la impunidad y la inmovilidad social.
Me explico. ¿No fue ingenuo el llamado que hicieron varios intelectuales de izquierda en mesas de análisis y desplegados para “respetar los tiempos del TRIFE” cuando este tenía que resolver la elección y la impugnación electoral promovida por la CPBT en 2006? Es decir, esperaban que la gente del plantón --de la resistencia hecho sobre Reforma y que clamaba “voto por voto"--se largara de inmediato de ahí a esperar en la televisión la “imparcial” y bien llevada calificación presidencial a su tiempo.

La ingenuidad en aquel momento radicó en ignorar justamente que bajo el desaseo y presión a la que estaba sujeto TRIFE era fundamental la movilización, si el TRIFE no hubiese tenido la presión del plantón de Reforma – a pesar del denominado cerco informativo- hubiera resuelto como ganador de la contienda al señor “legal” en cosa de días, meses antes de la resolución definitiva, sin llegar incluso a la apertura parcial del 10 por ciento de los paquetes electorales. Y claro que el asunto electoral y de los desplegados viene a cuento.

Y que esto sirva a título de ejemplo para sostener que en el desplegado de ayer firmado por este grupo de intelectuales si bien es comprensible y hasta deseable -- en un país de primer mundo claro está--, lo que hay es cierta ingenuidad de su parte, nos están diciendo a los mortales de a pie que corramos directo a la ratonera del “debate” y que ahí nos quedemos.

Y lo más grave, en el desplegado se asegura que: “Esto alejará la tentación de la violencia oficial, históricamente siempre precedida por sus redes de provocación” (sic)… ¿están desestimando entonces las acciones de resistencia y de movilización?...según su línea argumental, ¿pretenden entonces que se cambie la urgente y necesaria respuesta social en las calles por el estéril debate de salón para no hacer enojar a papá gobierno?

No se equivoquen, es la fuerza de la acción social, la legítima presencia de hombres y mujeres en las calles la que debe poner a raya las “tentaciones de violencia oficial” y no la abnegación social, que se cuida de no provocar al régimen. Si estos ilustres no aclaran su punto entonces confirmarán que cayeron en la trampa del gobierno “legal” sin saberlo y no parecen estar a la altura de la circunstancia política.

Y si de desplegados se trata está en puertas otro, el de los intelectuales orgánicos del sistema, los mismos que se cortaron las venas por el desprestigiado IFE y que, por supuesto suscribirán hasta la última coma la iniciativa presentada por el señor “legal”. La misma que fue elaborada por Shell, Texaco, Repsol y que entregaron en calidad de urgente resolución en la oficialía de partes de la gerencia americana, perdón…Los Pinos.

Como ya decíamos, justamente por eso, porque existen factores políticos, de vulneración al orden constitucional, y con ello del pacto social, es que hay que atender a las formas y tiempos de la política, y resulta que ahora la vía político social está en su estado puro de guerra; y claro que el texto constitucional está sujeto a discusión y reformas, pero nunca a reformas opuestas al espíritu original de cada artículo y a los principios sociales de unidad y soberanía. Ahí es “donde la puerca torció el rabo”

Y es que en toda esta discusión sobre Pemex, al final, todos lo sabemos, se saca ya sea raja político electoral o estrictamente raja económica, y en el fondo los verdaderos fines para los cuales se supone y se pretende a Pemex como palanca de “desarrollo” nunca llegan a sus destinatarios legítimos en su cuantía requerida, es decir a las mayorías.

Por ello es que unos, los del “prianato”, y en el sindicato petrolero actúan bajo la lógica de sacar el máximo de ventaja económica por la apertura del sector y sí, presionaron al máximo al señor “legal” para que este asumiera la paternidad del engendro enmendador que pretende abrir a tramos la puerta –así sea la trasera-- de Pemex al sector privado, en particular a las trasnacionales norteamericanas.

Son muchos los actores de inconfesables maletas llenas de dólares --no video grabables--, y de confesable negociación política dentro de las instituciones –- de la cuál a saber de los detractores de AMLO, el PRD se marginó-- usada como barniz para recubrir las cuotas económicas y políticas secretas, el botín, derivados del atraco petrolero que está en ciernes.

Por el otro lado actores como López Obrador que a la luz de muchos parece no poder quitarse de encima el estigma partidista y de cepa priísta que hacen desestimar sus intenciones de resistencia y defensa del petróleo y parezcan más bien un vehículo de intención político electoral.

¿Pero qué esperaban?, ¿hay algo mejor en estos momentos para emprender una defensa del petróleo? Es mejor eso a nada, la resistencia civil les guste o no a muchos es, en estos momentos lo más elaborado y cercano a un movimiento cívico nacional organizado, que más allá de la cercanía a siglas y colores poco confiables, es un movimiento amplio que debe hacer frente en esa arena política de la que le hablamos líneas arriba.


Al igual que en la aprobación de la extinta “ley televisa” la aplanadora, PRI y AN avasallará en el Senado, al igual que lo hicieron con la Reforma electoral –que obtuvo un amplio reconocimiento social sólo porque pusieron a las televisoras en su lugar—pero igual les importó un cacahuate la opinión pública, la consulta a los actores afectados. Y lo harán otra vez.

Y así, seguramente para septiembre, cuando inicie el nuevo periodo de sesiones, PRI y AN en el Senado se impondrán por medio de un “albazo” llevando la iniciativa directo a tribuna sin antes discutirla y aprobarla en las comisiones respectivas. Por eso el doble discurso, la estrategia del “debate” porque el señor “legal” es quién lleva todo el control de todo el proceso de reforma y sabe que no le alcanzará el tiempo a fin de que ambas cámaras aprueben la reforma para a más tardar el día 22 de abril. Y si no se pretendió una reforma constitucional, uno: fue para no catapultar a AMLO directo a los Pinos y dos: evitar el paso de la reforma por los congresos locales.

Y efectivamente, el supuesto “debate” --ignorado de antemano--, junto con la “bondad de su iniciativa” como fórmula para aliviar un desastroso “diagnóstico”, y como panacea para el desarrollo nacional serán sólo una parte de la perversa ofensiva mediática hecha por su secretaria de propaganda hasta el día de la aprobación de la reforma. El petróleo más que de todos los mexicanos, seguirá perteneciendo a los grupúsculos de poder de siempre, sólo que quieren salvar su negocio hacia futuro y maximizar por medio de inversión privada sus rentas.

Obús el del “debate” que nada tiene que ver con ideas técnicas ni de modernidad legislativa sino que en el fondo va dirigido para desgastar y desestimar en medios a la resistencia civil encabezada por AMLO, para eso es el falso debate.

PRI y AN van decididos con todo en aprobar en lo fundamental su reforma, en una puerca jugada política bien planeada; y la reacción, por tanto, debe ser de contundencia política también.

Por ello ante la defensa del petróleo, nos adentramos apenas al comienzo de la guerra, ergo, lo que marcará la diferencia no será ni la mejor propuesta técnica, ni política, ni oradores, ni panelistas. La clave está en la movilización y en el duelo de geoestrategas de la política dura; esa que se hace en los cuarteles.







roblesgerman@prodigy.net.mx



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