Páginas

::::

lunes, noviembre 06, 2006

Neogenética fascista de la desigualdad humana

Tesis de Oliver Curry, investigador de la London School of Economics
El conocimiento científico para justificar las injusticias sociales
Por Milenio Diario


Como una consecuencia lógica de la implantación del neoliberalismo,
ahora se pretende justificarlo con teorías seudocientíficas sobre la
evolución humana.

En días pasados, Oliver Curry, investigador del Centro para la
Filosofía de las Ciencias Natural y Social de la London School of
Economics, de Gran Bretaña, refirió que dentro de 100 mil años, los
seres humanos se dividirán en dos subespecies genéticas, la alta y la
baja, aunque en realidad parece hablar de niveles socioeconómicos.

Aunque se podría pensar que se trata de una "puntada" de este teórico
de la evolución, en realidad parece formar parte de una embestida
ideológica para que se acepte como hecho consumado el neoliberalismo y
las repercusiones que tendrá sobre la clase trabajadora, es decir
sobre los más pobres del mundo.

Dos subespecies, una con dinero

El doctor Curry plantea en su exposición de un mundo neoliberal, que
la especie genética alta será de elevada estatura, delgada, sana,
atractiva, inteligente y creativa; los hombres tendrán facciones
faciales simétricas, mandíbulas cuadradas, aspecto atlético, voces
profundas y penes más grandes; las mujeres serán de piel clara, suave
y sin pelo, ojos grandes, claros, cabello brillante, pechos más
pronunciados y facciones simétricas. Es decir, se cumplirá con el
estereotipo de belleza que se pretende imponer en todo el mundo.

Por su parte, la subclase baja será tonta, fea, se parecerá a los
duendes, tendrá seguramente todos los defectos que se le puedan
atribuir al ser humano y, por supuesto, no se relacionará ni social ni
sexualmente con los miembros de la subclase alta.

Los valores éticos de esa nueva sociedad serán diferentes. El
investigador aventura que para ese lejano futuro las dos subclases
habrán perdido la capacidad de comunicarse e interactuar, tampoco
tendrán la capacidad de manifestar sus emociones, no se enamorarán, no
sentirán simpatía y habrán perdido la confianza y el respeto.

En realidad, las predicciones de Curry ya se están cumpliendo, pues el
neoliberalismo ha empezado a reducir a la clase media, no porque
exista la capilaridad social que permita su ascenso, sino porque cada
vez es mayor el número de individuos que descienden a la clase baja.

Asimismo, cada vez es mayor el tono despectivo con que los miembros de
las clases altas se dirigen a los pobres; además, para encontrarse con
ellos lo menos posible, se les ha expulsado de los espacios comunes de
las ciudades, para reubicarlos en la periferia y en las zonas que
carecen de los principales servicios públicos.

Por supuesto que la carencia de valores éticos también es evidente,
pues lo único que se fomenta en las universidades privadas es el
individualismo y la ambición de escalar hasta llegar a los puestos
directivos de empresas y dependencias gubernamentales, sin importar la
manera en que se logre.

El darvinismo social

Claro que este investigador evita explicar las razones por las que
supone que la especie humana se dividirá en subclases alta y baja,
pero es obvio que recurre al darvinismo social, el cual surge
prácticamente desde la publicación en 1859 de El origen de las
especies, obra de Charles Darwin.

El evolucionista reconoció que el planteamiento de "la supervivencia
de los más aptos" lo tomó del filósofo y sociólogo Herbert Spencer,
quien a su vez se convirtió en el principal promotor del darvinismo
social, pues con base en las teorías malthusianas señalaba que la
eliminación de los individuos menos aptos redundaría en beneficio de
los mejores.

Por supuesto que siempre los menos aptos son los pobres, según Spencer
y los seguidores del darvinismo social, como el economista William
Graham Sumner, quien consideraba que las personas con posiciones de
poder han sido seleccionadas en la lucha por la supervivencia, por lo
que esos individuos deberán ser privilegiados. Quienes no alcanzan
poder y riqueza son los menos aptos, por lo tanto el Estado no tiene
por qué protegerlos o proporcionarles servicios.

Cualquier semejanza con la actualidad no es coincidencia, sino la
estricta observancia del neoliberalismo, basado en el darvinismo
social, que en el siglo pasado llevó a encender los ánimos
nacionalistas y racistas, tanto así que desembocaron en las dos
guerras mundiales.

Ahora, además de invocar los principios de dejar hacer, dejar pasar,
los neoliberales pretenden recurrir a argumentaciones científicas para
justificar su proceder. En Estados Unidos ya han comenzado con las
pruebas de inteligencia que —consideran— muestran que los anglosajones
son superiores a los negros, los "hispanos" y los asiáticos.

Asimismo, con las pruebas genéticas que arbitrariamente se realizan
dentro de los exámenes médicos para obtener empleo, se ha empezado a
segregar a quienes tienen alguna enfermedad genética o hereditaria
propia —of course— de personas procedentes de países ajenos a la
cultura estadounidense.

Por lo tanto, las argumentaciones seudocientíficas continuarán
apareciendo, con la firme intención de justificar las políticas
racistas y clasistas propias del neoliberalismo.

No hay comentarios.:

radioamloTV