La tercera marcha consecutiva en Guadalajara para apoyar la lucha del pueblo oaxaqueños fue, como las dos anteriores, un éxito, si tomamos en cuanta la apatía, la intolerancia, el miedo y la manipulación informativa que pesa sobre los tapatíos. Fue una marcha en silencio, con antorchas y veladoras: un ambiente de muerte. Y como no, si allá, en Oaxaca, la muerte acecha, esa muerte que siembra el gobierno de Ulises Ruiz y, ahora, el gobierno encabezado por Vicente Fox.
No faltaron los gorilas intolerantes llamados granaderos. Un policía está al mando: tiene la cara con distintos colores, digamos, se parece a un dálmata, pero en feo. En una de las fotos aparece (veas el blog Más de una vez -http://mas-de-un-avez.blogspot.com-); si a alguien se la aparece en la noche, seguro le provoca un infarto. Este individuo se dice policía y es muy intolerante; cuando ve a los manifestantes, hace gestos, se pone como enfuruñado, manotea, pone una actitud de jefe, de líder, de malo. Da órdenes denigrantes a sus subalternos y gruñe, sí, gruñe...; quizá su enojo es mayor hoy que ayer, pues fue el 31 de octubre cuando recibió un líquido no muy claro ni de muy buen olor y guarda su rencor ante la libertad, la manifestación y el alzamiento de voz. Eso se merece por provocador. Digamos, es el alma gemela de Francisco Ramírez Acuña, pero en policía.
El caso es que hubo, en esta marcha, una idea original: se utilizó papel de baño para encerrar a los granaderos en el quiosco, ese quiosco del pueblo y para el pueblo, que han robado las autoridades y lo defienden a punta de macanazos y escudos. No cabe duda, a Guadalajara le hace falta mucho para ser más tolerante; parece que manifestarse es un delito, y quien osa hacerlo, un delincuente. Pero poco a poco se hace historia y se lucha por un Jalisco más libre. La cuestión es que el papel de baño fue una manera de protestar, pacífica y artísticamente, en contra de ese robo, de esa sangría en contra del pueblo de Jalisco.
La lucha de los oaxaqueños nos ha enseñado mucho: se puede protestar y hacer historia. Los ánimos están caldeados, la indignación es mucha y, aunque en las pantallas de televisión los tele-noticiarios (estoy viendo uno) digan y pregonen que Oaxaca está en calma, que la APPO es el diablo hecho organización social, que Ulises, "¡ah, que bonito muchacho es!", a pesar de tanta mentira y tanta hipocresía, el pueblo oaxaqueño está en pie de lucha y la alegría se transmite a estados tan apáticos y faltos de conciencia social como el de Jalisco. Y si a todo ello le agregamos el enojo en contra del fraude electoral el 2 de julio, y el desprecio generalizado al dizque presidente electo Felipe Calderón, las cosas, para los movimientos sociales, aunque pinten difíciles, pintan bien y hay esperanzas. ¡Ni un paso atrás!
Algunas fotos se pueden ver en: http://mas-de-un-avez.blogspot.com
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