¡Que renuncie Calderón!
Jorge Gómez Naredo
Felipe Calderón, sin duda, prontamente ha pasado a los anales de la historia mexicana como uno de los presidentes (recordemos siempre, ile-gí-ti-mo) peor capacitado y más inepto de todos los que ha habido en la historia de México (y eso ya es decir mucho). El país arde, se cae en pedacitos. Por un lado el gobierno federal, en contubernio con el estatal de Morelos, reprimen a maestros y a gente que apoya a los maestros. Y los reprime porque jamás ha ofrecido diálogo. Un conflicto pequeño, pues, crece a pasos agigantados por la incapacidad de las autoridades federales.
Por otro lado, la violencia continúa: muertes, muertes y más muertes en esta “lucha” (que dizque se va ganando, aunque no lo parezca) que estuvo mal planeada, más llevada a cabo y mal pensada (qué podemos esperar de Felipe Calderón).
Para terminar este paisaje aterrador, la crisis económica está ya aquí, y las autoridades, que decían que no, que a nosotros nada nos iba a pasar, ahora no saben cómo detener los embates económicos. Los bancos mexicanos, todos en manos extranjeros, están mandado dinero a sus casas matrices y, por lo tanto, las fugas de capitales son claras.
¿Qué puede hacer Felipe Calderón ante este caos que se llama México? Lo más sano, lo más ético, lo más oportuno sería que renunciara. Sí, se debe de plantear que Felipe Calderón, por ineficaz e inepto, renuncie. Eso sería lo mejor para el país, antes que todo empeore (y con él, seguro que así será). Por eso: ¡fuera Calderón!
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