William Curtis advierte sobre el "Efecto Bilbao" y los ingenuos Alcaldes que creen que con construir proyectos de arquitectos de prestigio los problemas se solucionan.
Entre lo público y lo privado
Mónica Pérez Taylor
18 Oct. 08
MURAL/GRUPO REFORMA
A principios de octubre se llevó a cabo en Guadalajara el Foro Internacional de Arquitectura organizado por el colectivo COM:PLOT, que tiene como objetivo provocar la reacción de los ciudadanos ante las acciones de las autoridades, y viceversa, y así ampliar la comprensión de que las ciudades sólo se transforman con la participación de los ciudadanos y con políticas públicas diseñadas para satisfacer el interés general.
Las exposiciones de los arquitectos invitados resultaron un extraordinario contraste con la mesa redonda en la que participaron las autoridades. Sencillos y generosos los primeros, nos ilustraron con sus proyectos y sus obras públicas que se antojan una utopía en Guadalajara. Y no porque sean algo imposible, sino porque en las autoridades de la Capital, además de la soberbia, la rigidez y el autoritarismo priva una visión equivocada, al poner en primer lugar el interés económico privado por sobre el interés general.
El foro le sirvió al arquitecto Juan Palomar, encargado del proyecto de la Villa Panamericana, para pontificar sobre la redensificación de la ciudad y del crecimiento vertical como la solución final y definitiva. Palomar llegó al extremo de advertirnos a sus críticos que "ya se acabaron los tiempos en que la gente dice que todo está mal, todo está mal, todo está mal". Así que todos a reverenciar a Palomar, que más actúa como tiranuelo al que Guadalajara y sus habitantes le quedamos chiquitos. Habremos de repetir, como mantra, que todo está bien, todo está bien, todo...
¿Todo está bien? El despacho de Palomar y su socio Alberto Kalach se adjudicó dos de los edificios a construirse en la Villa Panamericana, sin licitación de por medio. Ambos arquitectos son los proyectistas de la fallida Biblioteca Vasconcelos, el símbolo del derroche y del fraude foxista.
Desde que el Alcalde Alfonso Petersen propuso, y todo el Cabildo votó, a favor de entregar en comodato el Mirador Independencia para el museo privado Guggenheim, nada ni nadie los ha podido parar. Regaló, con todo y licencias de construcción, un predio en Independencia y Periférico para el grupo español Mecano, que construirá un complejo vertical habitacional, y además se le ha encargado el proyecto de desarrollo turístico de Mezcala. Luego salió el escándalo del predio del Paseo del Torreón, en el que está inmiscuido el regidor Juan Pablo de la Torre. Y, al no poder hacerse de todo el terreno para construir las Villas, deciden apropiarse de la calle Doctor Baeza Alzaga.
Después, ampliaron de 33 a 66 años el comodato del estacionamiento del Estadio Jalisco para que el clan Padilla construya un complejo comercial. El último escándalo en el que se encuentra involucrado Petersen, junto con Palomar (actual director de Coplaur), el director de Obras Públicas Gilberto Toscano García de Quevedo y el presidente del Patronato del Centro Histórico, Antonio Naranjo es por las cuatro torres de 19 pisos que se pretenden construir en Vidrio y Chapultepec.
Toscano García de Quevedo, quien escrituró el predio de Colomos a los amigos del regidor de la Torre, afirma que ya todos los permisos están en regla, pues el dictamen favorable está firmado por tres de cuatro y eso es "democracia". Sí, y la autonomía municipal la confunden con el derecho a hacer lo que les dé la gana.
Sobre este proyecto, Petersen hizo una advertencia al director de Patrimonio de la Secretaría de Cultura, Modesto Aceves, quien se abstuvo de firmar el dictamen, porque se destruyen fincas de valor patrimonial. Le dijo que se ande con cuidado, ya que "ha mencionado la palabra corruptelas o corrupción y creo que lo ha hecho de manera irresponsable".
¡Ay! Doctor Petersen, creo que tendrá que hacer la advertencia masiva, porque eso y cosas peores pensamos y decimos de usted, de su equipo de trabajo y de sus regidores. Son ustedes quienes deberían de andarse con cuidado.
El INBA también advierte a Petersen que se abstenga de entregar la licencia, pues cometería un delito federal.
Que no hay tales fincas de valor, afirma Toscano. ¡Si desaparecieron los expedientes de mil 800 permisos de construcción que otorgó el síndico Fernando González en la Administración pasada, ¿no serán capaces de destruir los archivos en los que se documentaban estas fincas?!
Pero el Alcalde ya tiene quién lo defienda: el constructor Juan Manuel Gómez Vázquez Aldana, representante del Grupo GVA, encargada de realizar el plan maestro de Horizontes Chapultepec, quien afirma que Petersen y Palomar sí que saben qué conviene a la ciudad. ¿Será?
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