LAURA POY SOLANO
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que cada año de los 46 millones de embarazos que terminan en aborto inducido, 60 por ciento se practican en condiciones inseguras, y destaca que cuando se realiza por personal médico debidamente capacitado el aborto es una intervención que "apenas entraña riesgos, con una tasa de mortalidad de una por cada cien mil intervenciones".
Sin embargo, señala que más de 18 millones de abortos provocados cada año son practicados por personas que carecen de la preparación necesaria y/o en un entorno que no reúne las condiciones médicas mínimas, por lo que constituyen "operaciones peligrosas, y prácticamente todas tienen lugar en los países en desarrollo".
El organismo señala en su Informe sobre la Salud en el Mundo 2005, que América del Sur presenta la tasa más elevada con 34 abortos peligrosos por cada mil mujeres, le sigue Africa oriental con 31 de cada mil, y Africa occidental con 25 de cada mil, mientras que Asia meridional y Africa central, se ubican con un tasa de 22 abortos peligrosos por cada mil mujeres.
Destaca que el hecho de que muchas mujeres traten de interrumpir su embarazo recurriendo a cualquier medio disponible "demuestra lo primordial que es para ellas regular su propia fecundidad" y reconoce que las mujeres pagan "altos tributos por someterse a abortos peligrosos, no sólo en lo que respecta a su salud y vida, también en términos económicos".
Los abortos peligrosos, agrega el documento, afectan principalmente a las jóvenes, ya que dos terceras partes de las intervenciones se practican en mujeres con edades que oscilan entre los 15 y 30 años, mientras que 2.5 millones de abortos en condiciones de riesgo, es decir 14 por ciento de las operaciones realizadas en países en desarrollo, se realizan en menores de 20 años. En América Latina y el Caribe, más de la mitad de los abortos peligrosos se practican en mujeres entre los 20 y 29 años.
La OMS advierte que las consecuencias de un aborto peligroso son "dramáticas", pues el riesgo de morir es de 350 por cada cien mil intervenciones y se estima que cada año mueren 68 mil mujeres por esto.
A ello se suman las secuelas no mortales que elevan "notablemente" la carga mundial de morbilidad, "por no mencionar el trauma emocional que provocan muchos abortos peligrosos, los cuales imponen elevados costos a los sistemas de salud, pues en países en desarrollo las hospitalizaciones por complicaciones relacionadas con abortos en condiciones de riesgo representan 50 por ciento de los ingresos obstétricos".
La OMS también destaca que cada año cerca de 87 millones de mujeres se embarazan de forma involuntaria, pues reconoce que aun cuando todos los usuarios de anticonceptivos siguieran las instrucciones a la perfección, "seguiría habiendo cerca de 6 millones de embarazos accidentales".
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