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lunes, abril 16, 2007

Opinión - Enrique Mendez

Plaza Liberación

El hermano de Marta

Historias del Hospital San José


Jornada Jalisco


El 8 de diciembre de 2005, el ex director de Petróleos Mexicanos, Luis Ramírez Corzo, buscó sacudirse la responsabilidad por la adjudicación de contratos millonarios a la Clínica Hospital San José, propiedad del cuñado del ex presidente Vicente Fox, Antonio Sahagún Jiménez, y ante la presión ejercida por los diputados de la comisión especial que investigó el tráfico de influencias a favor de los hijos de Marta Sahagún, respondió:

“No he tenido contacto directo con nadie de la familia Sahagún y en el caso específico del señor Manuel Bribiesca, no tengo ni he tenido ningún contacto con él”.

Sin embargo, no hacía falta que el ex funcionario público tuviera contactos directos con el hermano de Marta Sahagún para que la paraestatal asignara, de manera directa, tres contratos que ese año permitieron al hospital familiar, ubicado en Zamora, Michoacán, mantener su bonanza económica, gracias al poder de Los Pinos.

En su reciente reporte sobre la revisión de la Cuenta Pública del quinto año de gobierno de Fox, la Auditoría Superior de la Federación incluyó un apartado para informar los resultados de la revisión a los contratos CMZG-AD-054-2005 y CMZG-AD-118-2005, que la petrolera llevó a cabo con la clínica por un monto conjunto de 2 millones y medio de pesos por servicios de hospitalización y diversos servicios médicos prestados por el cuñado de Fox.

Sin embargo, la propia auditoría no entró a revisar el contrato CMZG-AD-055-2005, que por otros 604 mil pesos se firmó entre el corporativo y la clínica, por lo que los ingresos de la clínica por sus relaciones con Pemex fueron de 3.1 millones de pesos en sólo un año, monto nada desdeñable si se toma en cuenta que se trata de un hospital local.

Todavía, al cierre del ejercicio, recibió otros 300 mil pesos por finiquito de los servicios médicos de hospitalización, lo que abultó las cuentas bancarias de Alberto Sahagún Jiménez.

La existencia de los contratos fue reconocida desde diciembre de ese año por funcionarios de la empresa que acompañaron a Ramírez Corzo en su comparecencia ante la comisión especial, pero ahora se sabe, por el contenido del informe de resultados de la ASF, que los tres contratos se otorgaron de manera directa, luego de que Pemex declaró “desiertas’’ diversas partidas de la licitación pública internacional 18570240-003-04, porque los concursantes previos “no cumplieron con los requisitos de las bases’’.

A partir de esa declaratoria, la empresa argumentó que “por la naturaleza de los servicios y la imposibilidad de suspenderlos, se adjudicó de manera directa’’ la prestación de servicios al hermano de Marta Sahagún.

Según la propia auditoría, las necesidades y demandas de atención médica para Zamora, en 2004 –el año previo a la adjudicación de los tres contratos– fue de 524 pacientes, de los cuales 99 eran trabajadores activos de Pemex, el resto, sus familiares, así como jubilados; esto, a su vez, requirió que entonces se necesitaran 13 mil 700 consultas de medicina general, mil 26 de pediatría, 461 de odontología, 60 hospitalizaciones, cuatro partos, cuatro cesáreas y 33 cirugías, así como atenciones de especialidad, estudios de laboratorio y de gabinete, que originó un gasto de 2 millones 478 mil 300 pesos.

Para el siguiente año, la demanda de atención médica bajó y aún así el costo de los contratos se incrementó.

En marzo de 2006, cuando el movimiento de deudores El Barzón entregó a la Cámara de Diputados pruebas sobre los negocios de los hermanos Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, el ex coordinador general de esa organización, Gerardo Yamamoto, refirió que antes de iniciar el sexenio de Vicente Fox, dos de los principales activistas en Zamora, Michoacán, que participaron en movilizaciones para evitar el remate de propiedades fueron el fallecido doctor Alberto Sahagún de la Parra, padre de Marta Sahagún, y Alejandro García Tortorielo, suegro de Jorge Alberto.

“El doctor Sahagún tenía una deuda de 15 millones y su Hospital San José estaba en riesgo; García Tortorielo estaba a punto de perder dos empresas, una de ellas el Molino Aurora. Por eso se metieron a El Barzón, e inexplicablemente, después del año 2000, el Hospital San José no sólo liquidó sus deudas, sino que es una de las empresas proveedoras de Petróleos Mexicanos”, dijo entonces.

Hasta ahora, la investigación de los diputados se ha centrado en los hijos de la “pareja presidencial’’, pero con las aportaciones que realiza la ASF sobre la adjudicación directa de los contratos a la Clínica Hospital San José tiene materia para ahondar en el tráfico de influencias que creció, sin rubor, en el “gobierno del cambio’’.

Del archivero

En el PRD jalisciense ya se dieron cuenta que la Gran Alianza por Jalisco podría convertirse en un remedo de la consulta virtual hacia el Plan Nacional de Desarrollo del calderonismo. Ahora falta que el gobernador, Emilio González Márquez, tenga un chispazo de lucidez. Pero con eso de que anda más preocupado por la competencia con su antecesor…

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