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miércoles, abril 25, 2007

Abrir debate local sobre el aborto, exigencia en caravana ciudadana

Los activistas criticaron la injerencia de la Iglesia católica en los asuntos políticos del país

La marcha informativa partió desde el parque Agua Azul y llegó sin contratiempos a la Plaza de Armas

El derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, planteamiento dominante en las consignas



Imagen de la caravana que recorrió ayer las principales calles de Guadalajara Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

JUAN CARLOS G. PARTIDA

En el contexto de la legalización del aborto en el Distrito Federal y por segunda semana consecutiva, ayer Guadalajara vivió una manifestación a favor de que Jalisco pueda debatir un tema que ha polarizado a la sociedad local sin que siquiera sea algo que formalmente se haya presentado para su discusión legislativa en el Congreso del Estado.

En realidad se trató de una caravana conformada al menos por unas 70 personas a pie y 15 vehículos, todos con pancartas con consignas para que la despenalización del aborto pueda ser materia de discusión entre los legisladores locales. Estas manifestaciones ocurren después de que el PRD anunció que presentaría una iniciativa en torno al tema mientras el PAN señaló que tal solicitud no tendría futuro para ser aprobada, posición que comparten prácticamente todos los funcionarios panistas, incluyendo al gobernador.

El grupo se concentró por la tarde en la Plaza Juárez, frente al parque Agua Azul, para de ahí partir por avenida 16 de Septiembre al norte. El recorrido abarcó dos de los tres carriles y se desarrolló sin mayores contratiempos, salvo una o dos personas que al paso de sus vehículos repudiaban las consignas.

De nuevo la composición de los manifestantes fue dominada por el grupo Red Insurgente de Mujeres, al que se sumaron la Coordinadora Estatal del Movimiento Urbano Popular y grupos civiles como Patlatonalli y del Partido Alternativa. Muchas de las mantas y consignas utilizados fueron muy semejantes a las utilizadas la semana pasada y el grito de guerra que prevaleció de nuevo, ante lo que consideran una cada vez más notoria injerencia de la Iglesia católica en la vida pública, fue el de “fuera rosarios de los ovarios”.

El grupo también fue encabezado por segunda ocasión por un activista disfrazado de cura, quien pregonaba las bondades de no practicarse un aborto al obtener el beneficio de la vida eterna en el paraíso. “Tengan todos los hijos que puedan, la Iglesia se los mantendrá”, decía a grito en pecho mientras otro activista lo tildaba de mentiroso.

La llegada del grupo a Plaza de Armas en las últimas horas del día fue igual de folclórica, en especial ante la gran presencia ciudadana que observó cómo los manifestantes les entregaron material informativo. No fueron pocos quienes se interesaron por los discursos en que se enfatizaba el derecho que tiene la mujer a decidir sobre su maternidad.

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