Ante polémica, María del Rayo Macías modificará el vestido alusivo a la cristiada
Nuestra Belleza México anuncia la decisión, "atenta a las inquietudes surgidas" por el tema
TANIA MOLINA RAMIREZ
Miss Cristera ya no representará a nuestro país en el certamen Miss Universo 2007, que se realizará diferentes partes de la República, en mayo próximo.
Mediante un comunicado de prensa, la Organización Nacional de Nuestra Belleza México dio a conocer que ésta, "atenta a las inquietudes que han surgido en torno al diseño del traje típico que portará la representante" del país, decidió "modificar el atuendo".
La encargada del "rediseño" será la jaliscience María del Rayo Macías, creadora del "traje típico" original.
El pasado primero de abril, La Jornada publicó la fotografía del vestido que portaría la represenante nacional y una entrevista con su diseñadora.
A partir de entonces se desató una polémica respecto de la pertinencia de que Nuestra Belleza México 2006, la sinaloense Rosa María Ojeda, luciera un traje con imágenes de cristeros colgados de postes telegráficos; fusilados, como el padre Pablo García; mujeres en misas clandestinas; un templo con cristeros fusilados, y, por supuesto, la estampa de la Virgen de Guadalupe. Todas las imágenes en el atuendo muestran sólo un lado de la historia. No hay, por ejemplo, maestros asesinados.
Numerosos historiadores, analistas políticos, artistas e incluso religiosos, como el sacerdote Miguel Concha, expresaron su repudio al atuendo: "No tiene ningún sentido desenterrar conflictos políticos o religiosos que enfrentaron a los mexicanos. Felizmente, eso ya está superado. Hubo violencia y volverla a exhibir es un contrasentido, es aberrante, desentona y es inoportuno", afirmó el religioso (14 de abril, La Jornada).
Por su parte, Felipe Arizmendi Esquivel, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Indígena de la Conferencia del Episcopado Mexicano, también dijo a este diario: "No es conveniente para México que en un concurso internacional de la envergadura de Miss Universo se recuerden hechos tristes y lamentables de nuestra historia, pues el traje típico alude a situaciones que nos abrieron graves heridas como pueblo" (15 de abril, La Jornada).
En tanto, otros más aseguraban que el hecho reflejaba el revanchismo de la derecha en el país. El historiador Lorenzo Meyer opinó: "Utilizar estas imágenes es como si Israel pusiera en su traje típico las fotografías de Auschwitz. Este es un pálido reflejo de algo mucho más preocupante: el revanchismo de la derecha. Como ya tiene la Presidencia, los medios de comunicación y el poder, están envalentonados. Se ve que están ardidos y buscan poner su punto de vista hasta en las faldas".
Línea en el diseño
Si bien puede ser reflejo de los tiempos, el vestido ganó el derecho a ser portado por Nuestra Belleza México desde el año pasado, durante el concurso Trajes Típicos 2006, que se llevó a cabo el 30 de agosto de 2006, en Tampico, Tamaulipas.
Hubo, incluso, quienes llegaron a decir que seguramente la diseñadora había tenido "línea".
Otros opinaban que esta aseveración simplemente desviaba la discusión de otro punto: lo que refleja sobre el sentir de cierto sector de la sociedad el hecho de que hubiera ganado ese atuendo en el concurso del año pasado.
Pero, más allá de lo que el traje pudiera provocar, al parecer había un detalle técnico que daba al traste con él. Según dio a conocer Alejandra Barrales, secretaria de Turismo del Distrito Federal (13 de abril, La Jornada): la propia normatividad del concurso prohibía que loss trajes tuviesen alusiones políticas o religiosas. Esta reportera buscó ayer a los organizadores para solicitarles una copia de la reglamentación, sin obtener respuesta hasta el cierre de esta edición.
La diseñadora María del Rayo Macías, quien es arquitecta de profesión y vive en Encarnación de Díaz, Jalisco, es una mujer más bien tímida, desacostumbrada a tratar con los medios. Jamás imaginó lo que provocaría su atuendo; es más, ni siquiera imaginaba ganar el concurso de vestuario típico (La Jornada la buscó ayer, sin suerte). En una entrevista anterior, Macías explicaba que quiso hacer el diseño de ese modo, sobre todo porque "tenemos que aceptarnos. Somos descendientes de cristeros. Nos guste o no, es parte de lo que somos".
Algunos no creyeron en su ingenuidad.
Ella, sin embargo, efectivamente proviene de una familia de cristeros. La abuela de Del Rayo era integrante de una organización de mujeres católicas. Es más, el atuendo incluía un distintivo de su antecesora.
Si en vez de rediseñarse el vestido se escogiera el que ganó el segundo lugar en aquel certamen de trajes típicos, el remplazo sería uno denominado "tesoro mexicano", que, según la descripción oficial, está hecho a mano, con hojas y granos de maíz y oro y plata, y es "un tributo a la tierra y el agua que respaldan el cultivo del maíz".
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