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viernes, marzo 27, 2009

Menos en la procesión

Foto:César Huerta/Extensión Medios


Miguel Ángel Casillas Báez

Con toda la buena voluntad de colaborar con el señor Obispo de San Juan de los Lagos es que le propongo algunas reflexiones, sobre todo en el sentido de inspirar deseo de estar en la procesión y dejar los otros quehaceres que a la comunidad diocesana mucho ocupan y mucho preocupan, pero que muy poco sentido se les puede extraer. Directo y al grano, como siempre ha sucedido con lo que escribo: En Jalpa de Cánovas hay todo, menos señor Cura. De eso nos dimos cuenta cuando llegó el cuerpo del Obispo don Luis Rojas: No hubo quién lo recibiera, nadie que ofreciera bajarlo de la carroza fúnebre. Después, la misa fue maravillosa asamblea con 42 sacerdotes y ocho Obispos. Pero la comunidad parroquial está agraviada. Luego, en San Diego de Alejandría, la justicia no ha llegado, porque todos sabemos que hubo un saqueo del patrimonio comunitario al vender el cuadro de Hermenegildo Bustos al “baratillo” en Guadalajara por la cantidad de 50 mil pesos pero ni la justicia de los tribunales civiles ni la otra justicia, desde la casa obispal, ha llegado a San Diego. Más bien llegó la injusticia. Finalmente, el asunto de Cañadas y alrededores, con la defensa de Temaca, donde más bien el Obispo de San Juan, Felipe Salazar Villagrana, cambió al señor Cura Alberto Villaseñor mandándolo como vicario, y en su lugar puso a otro señor Cura con alguna indicación nada clara, que parece predestinada a “no te metas en los asuntos de Temaca”.

Parece, sólo parece, que andamos en todo, menos en la procesión.

De antemano sé que estos asuntos son sólo del Obispo y de su consejo. Desde antes de decir estas cosas en público he buscado al Obispo para platicarlas en privado, con el deseo de mantener discreción y de colaborar. Una colaboración que, cuando menos, sea fundada en lo hacer alborotos innecesarios. La última ocasión que busqué al Obispo don Felipe Salazar fue a través de varios sacerdotes que ahora trabajan en Lagos de Moreno. Ahí estaba el señor Cura de la parroquia de La Asunción y a la mesa, un desayuno, había convocado otro sacerdote como encargado de los medios de comunicación, el padre José Guadalupe Prado. Intenté que no terminara el desayuno, que eso no fuera sólo una reunión así nada más de cuates, vinieron a desayunar los amigos, se vieron los amigos. Y ya. Intenté que no se entendiera eso, sino que había por parte de quien esto escribe el deseo de colaborar, de aportar. Desde la prensa sabemos muchas cosas y eso es lo que se intenta transmitir a las autoridades. A veces son los alcaldes, a veces es el señor Cura, a veces es el director de Seguridad Pública o el director de la escuela.

Intenté, con emisarios de primer nivel. Desde el Obispado no habido respuesta a las pregunta que tenemos y a todas las que van juntando. En días pasados, hace una semana, falleció el Obispo don Luis Rojas. Hubo de todo menos la presencia del señor Cura de Jalpa y la presencia del Obispo de San Juan. Y esas presencias son importantes, porque estuvieron a la hora del repique pero no a la hora de las procesiones. Estoy consciente de que escribir de esto implica que luego manden llamar a terceras personas para presionar a la empresa, para pedir mi salida del diario, para evitar que siga escribiendo como periodista libre y responsable que soy. Ya ha sucedido en el pasado inmediato, cuando se me advirtió que dejara de escribir con el título de “Director editorial del Diario de Los Altos” y que las cosas las escribiera como “Miguel Ángel Casillas Báez”, para que los que se confunden hasta con su propia sombra no confundieran la opinión editorial de la opinión del diario en general. Como si no supieran que la opinión de un diario dice “Editorial” y no va firmada. Bueno, aunque creo que muchos no lo saben. Como decía el ilustre don José Pagés Llergo, “ahora se hacen periódicos sin periodistas”.

Esos son otros asuntos. En Jalpa nos enteramos de eso. Una celebración litúrgica maravillosa, excelente, los parroquianos contentos con tanto visitante, en un momento de tristeza, de grande tristeza. Don Luis Rojas había tenido una respuesta sentida en Tala, donde trabajó en su empresa pastoral durante mucho tiempo. Allá se hizo sentir el dolor del pueblo, en aquel lugar donde dejó amigos, donde colaboró, donde estuvo haciendo una labor como pastor. Pero en su pueblo natal no hubo nada de eso. Llegó la carroza y ahí estaba, tenemos fotografías. La carroza sola, a media calle, sin párroco que la recibiera. El lugar en el atrio donde fue sepultado con montones de arena y costales de cemento alrededor, cuando lo deseable es que fuera limpio el sitio, que se viera bien. Si algo faltara, trascendió que el Obispo de San Juan se fue sin despedirse. Para la celebración, el Cardenal Juan Sandoval nombró a su auxiliar al Obispo don Trino González, porque fue don Juan quien recibió del Obispo don Luis Rojas una sentida protección durante mucho tiempo.

Ha habido denuncias en Jalpa. Incluso ya fueron con el Obispo, pero no los recibió, sino que indicó que los recibiera el Vicario General. Es un desorden el que se escucha. Venta de objetos, desde campanas hasta cuadritos. Es un desorden aquello, es un sentimiento popular de animadversión, pero la gente es buena y no se atreven a más. Uno, que se quita la sotana para visitar a las ministras, por decirlo de alguna manera. Una allá y otra acá. Y eso se escucha lo mismo en Jalpa que en otros lugares, donde la plaga llegó, como Valle de Guadalupe.

¿Qué estará pasando con Cañadas de Obregón? Cambiaron a un hombre bueno, que daba consejos a la gente de Temaca. Y ahora desde Temaca ya nos comentaron que han caído 320 mil pesos de regalo del diputado Iñiguez en febrero para las fiestas de la Candelaria, y otros 300 mil pesos recientemente. Fue lo que me dijeron. ¿Qué estará pasando? ¿No valen los tres justos que encontró Lot –como si aquello fuera Sodoma? ¿No valen las personas que viven ahí, y que piden justicia? Todo fue arreglado por el gobernador y las autoridades eclesiásticas. ¿Tan fácil se dejaron convencer los sacerdotes de la región con una presentación de power point que les planteó la Comisión Estatal del Agua en Santa Ana? ¿Por qué el Obispo no recibe a la otra parte, a los afectados, para escucharlos? ¿Son para despreciar los poquitos, como diría Emilio González, a cambio de agua para León? ¿No le vasta al Obispo tantas y tantas incongruencias para hablar a favor de su pueblo

Entre los cronistas han circulado versiones de artículos que se pierden, que se cambian, que desaparecen. Lo mismo la pila bautismal que está en Acatic utilizada como macetero que en Encarnación de Díaz con muchos otros artículos de la parroquia que sencillamente ya no están (sí, señor Obispo, ya sé que Encarnación pertenece al Obispado de Aguascalientes, no se preocupe por eso. Pero sí puede platicarle a don Chema, si es que primero platica con los cronistas). En fin, las cosas van caminando así. Tal parece que ahora todos andan preocupados por construcciones, por fincas, por limosnas, por alcancías, por asuntos que merecen la pena, pero ya se les olvidó que esto es la construcción espiritual de un pueblo que cada día deja de creer porque ve ejemplos de lo que no debe hacerse. Andamos preocupados en todo, menos en la procesión.



Miguel Ángel Casillas Báez
Director Editorial del Diario de Los Altos


::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador en 2009::

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