La ilusión Panamericana
Publico
Hace 20 años era la ilusión de la apertura comercial y la llegada de capitales externos, hace diez años la ilusión de la industria electrónica, ahora la ilusión de las elites del estado se centra en los Juegos Panamericanos.
Los promotores de esta competencia deportiva afirman que la realización de los Juegos Panamericanos en Guadalajara en 2011 puede dejar varios beneficios para el estado y para la zona metropolitana de Guadalajara. Dicen que gracias a esos juegos se promoverá a Jalisco a escala internacional, se provocará una inversión pública millonaria y se propiciará la reordenación urbana que se ha soñado para Guadalajara desde hace varios años. Apuestan, además, a que la separación entre el oriente y el poniente de la ciudad, en la calzada Independencia, desaparezca gracias a la construcción de la Villa Panamericana en el parque Morelos.
Un ejemplo de que las autoridades se toman muy en serio la realización de los Panamericanos como una apuesta para el “desarrollo” es que el gobernador, Emilio González Márquez, considera este evento como uno de los tres temas especiales que se impulsarán en el Plan Estatal de Desarrollo, junto con las obras de abasto de agua y el proyecto de movilidad en la zona metropolitana de Guadalajara.
Pero como otros proyectos y aspiraciones de la elite tapatía, los Panamericanos son una ilusión, y la mayor parte de los beneficios que se le atribuyen son de difícil, sino es que imposible, concreción.
Lo primero que habría que dejar en claro es que los Juegos, como las Olimpiadas, son esencialmente proyectos deportivos organizados con el propósito de obtener beneficios privados.
La Organización Deportiva Panamericana (Odepa) es una entidad privada integrada por organizaciones deportivas de 42 países de América. Pero la Odepa no organiza los juegos como un acto de caridad. Los organiza gracias a la fuerte inversión pública que hace la ciudad o país sede, y gracias al patrocinio de empresas privadas. A su vez, las empresas patrocinadoras invierten en los juegos interamericanos con el propósito de obtener beneficios.
¿Qué ganan con todo esto las poblaciones que son sede de estos juegos? La experiencia de Río de Janeiro (sede de los juegos este año) puede servirnos de referente. Para empezar, la organización de los Juegos en Río necesitó más de dos mil millones de dólares. Con esa millonaria inversión, se construyó una Villa Panamericana en una zona alejada del centro e instalaciones deportivas sobradas y ostentosas. Lo que más llamó la atención fueron los estados vacíos y la poca participación popular en el evento deportivo. La sociedad carioca no se involucró en los juegos.
¿Ganó algo Río con estos juegos? Se supone que proyección internacional y especialmente la aspiración a convertirse en sede olímpica. La única ventaja directa para la población es que la inseguridad bajó durante los Panamericanos, debido a que el gobierno federal llevó policías a la ciudad.
Para Guadalajara la realización de los Panamericanos implicará una inversión seguramente superior a la de Río de Janeiro. Es probable que se requieran entre dos mil y 2,500 millones de dólares (más de 25 mil millones de pesos). Se trata de la mayor inversión pública que se haga en la ciudad en muchos años, y eso está bien, pero ¿a quién beneficiará esa inversión? Especialmente a las empresas que serán patrocinadoras de los juegos y a las empresas que participarán en el programa de construcción de los estadios, instalaciones y de la Villa Panamericana.
El proyecto de la Villa Panamericana es el centro del negocio para los empresariales locales. En esta lógica, la idea de construir la villa en el parque Morelos, más que un proyecto que produzca beneficios urbanísticos es un plan que expulsará a muchos habitantes pobres de esa zona, incrementando un proceso de exclusión social que ya de por sí el mercado inmobiliario se ha encargado de impulsar en Guadalajara.
En resumen, parece un absurdo que las entidades públicas de Jalisco y de Guadalajara apuesten estratégicamente por un proyecto privado como eje para impulsar el desarrollo del estado y de la ciudad. Los Panamericanos son esencialmente un negocio privado, y la idea de que dejarán múltiples beneficios para los jaliscienses no pasa de ser una ilusión más de la elite tapatía.
rmartin@publico.com.mx, rmartin@milenio.com
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